Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
El empresario Manuel Muñoz Medina se ha acogido este jueves a su derecho a no declarar ante la juez de instrucción 11 de Sevilla, Cristina Loma, que lo citó como investigado -antes imputado- por un posible acoso sexista contra la líder de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, a la que simuló besar.
El abogado de la dirigente política, Luis de los Santos, ha explicado a los periodistas que el empresario ha alegado que estaba "cansado" por la enfermedad grave que sufre, motivo por el que pidió no comparecer en el juzgado, aunque un dictamen forense determinó que debía acudir al juzgado.
El hecho de no declarar es una estrategia procesal, según el abogado de Teresa Rodríguez, quien ha anunciado que pedirá la declaración de tres testigos de lo ocurrido el pasado 20 de diciembre.
Los testigos que pedirá el abogado de Rodríguez son el presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, Francisco Herrero; otro empresario que estaba presente el día de los hechos y una trabajadora de la institución empresarial.
La citación del empresario, que abandonó la vocalía en la Cámara de Comercio de Sevilla por este caso, se ha producido después de que la Fiscalía le denunciara por un posible delito de atentado a la autoridad o contra la libertad sexual y le reprochara que había intentado "pisotear" la dignidad de la política.
Los hechos se produjeron en la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla cuando el presidente de la empresa Guadarte se abalanzó sobre Rodríguez, le hizo retroceder hasta un rincón, le tapó la boca y besó su propia mano como si estuviera besando sus labios, según la Fiscalía.
El abogado de Teresa Rodríguez ha dicho que los delitos por los que se puede acusar al empresario incluyen penas de entre seis meses y tres años de prisión, y se ha preguntado que si esta actitud se realiza contra una diputada, "cuánto más puede ocurrirle a una mujer anónima" que sufre violencia machista.
La Fiscalía afirma que en este caso "se considera que el propósito principal que anima al autor es el de pisotear la dignidad de la persona ofendida con un acto, de contenido claramente sexista, que pretende demostrar y alardear de una repudiable e indefendible idea que preconiza la primacía del hombre sobre la mujer".
En este sentido, la Fiscalía añade que "la muestra de desprecio, simplemente por esa condición de mujer, adquiere, en los términos que este se manifestó, mayor entidad y repercusión por las propias posibilidades de difusión de la vejación y por la cualidad de la destinataria".
El empresario, que pidió disculpas a la coordinadora de Podemos Andalucía y renunció a su puesto de vocal en la Cámara de Comercio, la eligió como víctima "precisamente para reforzar el sentido humillante de la mofa", según la Fiscalía.
El 24 de diciembre, la Cámara de Comercio emitió un comunicado en el que consideró que estos hechos eran "ofensivos" hacia la diputada y "nunca deberían producirse".
El empresario denunciado, que admitió que "estaba ebrio" y dijo que se pasó "siete pueblos", calificó el incidente denunciado por Rodríguez como una "broma desafortunada" y aseguró que se sentía "totalmente avergonzado".
Muñoz Medina, de 72 años, es presidente de la empresa Guadarte, fundada por él a principios de los años ochenta en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y que se dedica a la venta de muebles y objetos de decoración.
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