El empresario asesinado en Huelva llevaba al menos cuatro días muerto
La Guardia Civil cita a varios vecinos de Sanlúcar del Guadiana para esclarecer el brutal asesinato · Dictan el secreto sumarial
La Policía Judicial de la Guardia Civil comenzó ayer a tomar declaración a vecinos de Sanlúcar del Guadiana (Huelva) para intentar esclarecer el brutal asesinato del empresario Manuel Calo, cuyo cuerpo sin vida fue localizado el pasado lunes en la vivienda de su finca, ubicada a orillas del río.
El Juzgado de guardia de Ayamonte se encarga ya de la investigación y, como primera medida, ha acordado el secreto de las actuaciones.
Aunque existe un absoluto mutismo sobre el caso, los testimonios y datos que se van conociendo indican que el empresario onubense murió el jueves o el viernes de la semana pasada, días en los que el jardinero de la finca, Ángel Franco, comenzó a observar que la puerta de la casa permanecía continuamente abierta, una circunstancia totalmente inusual.
Fue precisamente este empleado, según algunos testimonios, quien dio la voz de alarma el lunes ante la Guardia Civil, dos de cuyos agentes se desplazaron con Franco hasta la casa donde encontraron el cadáver.
El cuerpo de Manuel Calo, ya en estado de descomposición y visiblemente amoratado, se hallaba en el suelo de un dormitorio y mostraba múltiples señales de golpes. El cadáver estaba semicubierto con una sábana y tenía los pies atados, al parecer con su mismo cinturón. El resto de la estancia estaba totalmente revuelta, como si los asesinos del empresario buscaran algo muy concreto en el interior de la casa.
Manuel Calo tenía cuatro o cinco vehículos -al menos tres de alta gama-, entre los que se encontraba una furgoneta de color blanco que utilizaba habitualmente, según vecinos del pueblo, cuando se movía por las inmediaciones. Los vehículos de lujo los utilizaba cuando hacía más kilómetros.
La furgoneta blanca fue localizada en un camino a unos cuatro kilómetros del municipio onubense de El Granado. El vehículo, abierto y con la luna delantera rota, ha sido ya traslado por los investigadores para analizarlo y buscar posibles huellas o restos.
La localización de la furgoneta abandonada en un camino podría tener dos explicaciones. Una, la que apunta el alcalde de la localidad, José Manuel Ponce, se decanta porque los autores del crimen -por la violencia de la muerte se baraja que haya participado más de una persona- huyeran de la finca en este vehículo. La segunda, según fuentes consultadas por este diario, sostienen que Manuel fuera abordado en ese camino y llevado por la fuerza a la casa, donde lo mataron. Esta hipótesis explicaría que los asaltantes pudieran acceder a la finca, custodiada por varios perros guardianes.
Calo, que será enterrado hoy, adquirió la finca de Sanlúcar del Guadiana hace alrededor de 14 años y eligió este punto de la provincia de Huelva por su afición a los barcos, ya que la casa mira directamente al río Guadiana.
El empresario era muy conocido en la provincia por los pubs y discotecas que abrió en la década de los 80. Hasta el año 2006 fue propietario de la discoteca Alameda, y mantuvo la Punta Mar, un complejo ubicado a la entrada del término de Punta Umbría. También poseía una tienda de mobiliario de oficina en la capital.
El regidor de Sanlúcar informó ayer de que el empresario no hacía mucha vida en el pueblo, al que acudía "sobre todo a pasar la noche" y en el que "jamás ha tenido problemas con nadie". Ponce resaltó la conmoción y la sorpresa que reina entre los vecinos por el crimen.
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