Tres proyectos y 16 años después
El Museo del Carnaval vive un eterno culebrón desde finales de la década de los 90 Se ideó en La Viña, luego en Guerra Jiménez y ahora parece que volverá a suelo viñero Un acuerdo de patrimonio entre Junta y Consistorio han devuelto el proyecto a La Viña
NO, Cádiz no tiene un Museo del Carnaval. Aunque parezca extraño. Fuera de Cortadura no se entiende lo que dentro ha sido un culebrón desde que a finales de los 90, el empeño de José Antonio Valdivia y Antonio Martínez Ares, entonces presidente y vicepresidente de la Asociación de Autores, acabaran por convencer a la Junta de Andalucía. La administración autonómica, con la consejera de Cultura, Carmen Calvo, a la cabeza, abanderó el proyecto al que se sumó el Ayuntamiento después de haber propuesto que el equipamiento se ubicara en las casamatas del Baluarte de la Candelaria. El mundo del Carnaval quería un proyecto de más envergadura y de ahí nació, en julio de 1999, la Fundación 1884 Casa Museo del Carnaval. Desde aquella fecha y hasta nuestros días han pasado 16 años y tres proyectos. Mareada la perdiz hasta la extenuación, el Museo debe ser una realidad gane quien gane el 24 de mayo en los comicios municipales, pues la fuerza de esta fiesta en la ciudad, su función de motor ecónomico y su dimensión en el exterior lo merecen.
Fueron muchos años de reuniones de los patronos: Ayuntamiento, Junta de Andalucía, Diputación Provincial, El Monte, Unicaja, Cajasol, Universidad de Cádiz, Asociación de Autores y Muñoz Vera e Hijos. Con escasos avances, solamente con el proyecto aprobado tras concurso y poco más, la Fundación perdió al primer patrono, Muñoz Vera, ante la dificultad de poner dinero. Y fue precisamente al llegar la hora de financiar cuando empezaron las excusas por parte de quienes estaban ahí para pagar, a excepción de la Universidad de Cádiz y Autores. El Monte dijo adiós tras ser absorbido por Cajasol en la fusión de cajas y Cajasol se apartó en 2013. Poco antes, en septiembre de 2012, cuando ya se planteó qué partida debía aportar cada patrono para iniciar la construcción, la Junta se descolgaba diciendo que ya había puesto 4,3 millones, el valor del suelo, de su propiedad, que se iba a ceder a la ciudad por un periodo de 50 años. Teófila Martínez, la alcaldesa, tras entonar el órdago de la construcción por parte del Consistorio en solitario, se opuso a invertir dinero en una construcción que la ciudad tendría que devolver cinco décadas después. El Ayuntamiento, enfadado, decidió en diciembre del mismo año hacer por su cuenta la Casa Museo en la plaza Guerra Jiménez, junto al Mercado Central.
El Ayuntamiento llegó a presentar en abril de 2014 el proyecto de la remodelación de la plaza de la Reina, enclave primitivo del equipamiento en el solar que ocupó el IES La Viña, sin el Museo y pocos días después el boceto del edificio en Guerra Jiménez, una construcción que simulaba una batea de coros. Se opusieron todos los partidos políticos y asociaciones vecinales como la del Centro, que quería allí un espacio público, y la de La Viña, que reivindicaba que se alzara en su barrio para dinamizarlo. Se produjo un rechazo casi generalizado, formándose la Plataforma por la Construcción del Museo del Carnaval en La Viña y la Plataforma No al Museo del Carnaval en la plaza Guerra Jiménez, recogiéndose, en este último caso, firmas a través del portal web 'change.org'.
Finalmente, un convenio sobre patrimonio firmado este año entre el Ayuntamiento y la Junta, con varios solares y edificios sobre la mesa y con la cesión del suelo viñero de forma gratuita por parte de la administración autonómica, propició retomar la idea de emplazarlo en la plaza de la Reina, aunque con un nuevo proyecto encargado a la Oficina de Urbanismo. El Museo, en el caso de que el PP gane las elecciones, tendrá así titularidad municipal, compartiendo espacio con una plaza pública.
Mientras tanto, el Consistorio pretende reclamar, como anunció en febrero de este año, el dinero que adelantó para el Museo por mandato de la Fundación. De momento, los 137.000 que costó la demolición del IES La Viña. Porque los 50.000 del proyecto realizado por Rafael de Giles todavía no han llegado a las arcas de este arquitecto.
16 años y tres proyectos después, el Museo debería ser una realidad cuando pasen las elecciones del 24-M, aunque los antecedentes no invitan a ser optimista.
1 Comentario