"No podemos cuestionar de forma permanente la presencia de la industria"

Su discurso gira en torno a la idea de cambio, un nuevo tiempo que debe poner fin a veinte años de gobierno periquista. Es el quinto candidato del PSOE que lo intenta.

-Su objetivo es gobernar. ¿Solo o en comandita?

-Concurrimos con el convencimiento de las posibilidades de cambiar la apatía y la resignación en la que está Huelva. No entramos en quinielas a futuro.

-Las encuestas prevén una fragmentación del voto y que nadie tendrá mayoría absoluta.

-Las encuestas rara vez definen un escenario de rigor. Hay que esperar a los resultados finales. Nuestra aspiración es lograr una mayoría suficiente para gobernar.

-¿Cuál es su modelo de ciudad?

-Huelva debe ejercer su capitalidad, asumir el liderazgo de todas las cuestiones que hay pendientes, una ciudad que apueste por desarrollar un modelo económico alternativo o complementario de lo que ya hay, una ciudad que avance desde un punto de vista medioambiental y una ciudad en la que la cultura, el ocio y el turismo sean valores que generen más riqueza, con menos desempleo y en la que no haya la desestructuración social que padecemos. La base de todo esto es la transparecencia y la participación, de los partidos y de los agentes sociales.

-Vayamos por partes. ¿Un modelo alternativo a qué?

-Decía alternativo o complementario. Está claro que estamos asistiendo a un desmoronamiento del sistema productivo de Huelva con el cierre de empresas, despidos... Desde el Ayuntamiento hay que ejercer el liderazgo de la ciudad y aplicar el sentido común. Hay que analizar qué horizonte tenemos para los sectores productivos con los que contamos y trabajar en la atracción de inversiones. No vale con decir que tenemos un parque empresarial listo para que vengan las empresas porque cualquier municipio de Huelva ofrece suelo a las empresas. Hay que diseñar un plan estratégico para saber cuáles son nuestras debilidades y fortalezas y saber dónde queremos ir.

-Alternativo o complentario. ¿Por qué no dice vamos a reforzar la industria?

-Nosotros no tenemos ningún complejo con la industria, ninguno.

-¿La avenida Francisco Montenegro se deja tal cual?

-Allí hay tres o cuatro empresas que están en activo, que están produciendo y a las que hay que garantizarles dos cosas: seguridad jurídica y agilidad en los trámites administrativos. Seguridad jurídica para saber que las condiciones en las que desarrollas tu labor no se van a ver alteradas porque llegue un partido u otro. Apostamos por el empleo, por las inversiones y por una Huelva saludable. Y creo que todo eso es perfectamente compatible. No podemos estar permanentemente cuestionando la presencia de las empresas industriales.

-¿Qué debe hacerse con los fosfoyesos? ¿A su juicio deben ser retirados o tapados?

-Parece mentira que después de tanto tiempo se nos siga preguntando sobre esta cuestión.

-¿Por qué?

-Porque los representantes políticos no tenemos conocimientos técnicos sobre lo que es mejor o peor. Ese era el objetivo de la mesa de participación creada a instancias del alcalde.

-Le hago la pregunta de otra forma. ¿Le convence el plan presentado por Fertiberia para cubrir esos residuos? ¿Han tenido oportunidad de evaluar esa propuesta con expertos?

-Lo primero que hay que hacer es explicarle a la gente cuál es la situación y que cada uno asuma sus responsabilidades. La mesa de participación creada por el alcalde y donde estábamos todos (Ayuntamiento, partidos, Junta de Andalucía, sindicatos, patronal...) tenía como fin informarnos para poder tomar una decisión. En su última reunión se acordó pedir un dictamen al Consejo de Seguridad Nuclear para saber la mejor opción. Pues bien, el alcalde no convoca la mesa desde septiembre y eso es una irresponsabilidad. Y ojo, a la gente hay que decirle que Fertiberia está haciendo su trabajo.

-¿Defiende a Fertiberia?

-No la defiendo, solo digo que está cumpliendo, aunque habrá gente que opine que el plan que ha presentado no es bueno porque quizá no sea la solución ideal, pero ha presentado un plan, como era su obligación por sentencia judicial. Y ahora es la Junta la que debe evaluar si ese plan de regeneración ambiental cumple lo previsto desde criterios técnicos y políticos. Y si los cumple, aunque no nos entusiasme, la Audiencia Nacional va a decir que se ejecute. La mesa de participación está perdiendo el tiempo porque no presenta alternativas que puedan ser más idóneas. Eso hay que decírselo a la gente y no vale luego rasgarse las vestiduras. Solo expongo una situación legal. Hay que decir las cosas con crudeza.

-¿Conoce usted los informes que en Huelva Información hemos publicado sobre la contaminación de los suelos en determinadas zonas de la capital y varios pueblos limítrofes?

-Conozco lo que han publicado, no los informes.

-¿Por qué no? Sinceramente, es sorprendente que muchos responsables políticos no se hayan puesto en contacto con los autores de esos informes para conocer la situación.

-Nosotros defendemos, sin miedo y sin complejo ninguno, que hay que definir cuál la situación ambiental de la ciudad de Huelva. Es la única manera de enfocar el futuro de Huelva.

-¿Pero por qué no se han puesto en contacto con los autores de esos informes, profesores y catedráticos de la Universidad de Huelva, para conocer esos estudios?

-Podremos hablar con los técnicos, con los expertos, con la Junta de Andalucía, con el Ministerio de Medio Ambiente y quizá tengamos opiniones contradictorias. Esto merece que, desde una acción de gobierno, tomemos una posición sobre todas las cuestiones que preocupan a los onubenses. Mi compromiso, si llego a la Alcaldía, es abordar la situación ambiental de Huelva. Pero, ojo, cuidado, a la vez que hay que ser rigurosos, hay que huir del alarmismo. Hay temas en los que se toca la fibra y la irracionalidad de las personas. Hay que ser muy objetivos y muy rigurosos.

-¿Entiende que muchos electores estén cansados de promesas electorales incumplidas?

-Entiendo que muchas personas puedan tener esa percepción. El respeto a los ciudadanos es básico y nuestra relación con ellos debe ser muy real, de confianza y, por supuesto, basarse en la participación y en la transparencia.

-¿Se ha fallado en eso?

-Es lo que trato de decir. Ahora bien, la responsabilidad es de quien ha gobernado y no ha hecho nada ¿Cuántos años llevamos hablando del Manuel Lois, del desarrollo de Montija, del Ensanche, del antiguo mercado...? O el AVE. Es imposible decir que se va a licitar en tres meses lo que es imposible hacerlo en menos de siete.

-El PSOE también debe apuntarse en el debe unas cuantas promesas, empezando por el AVE.

-Claro, claro... A eso me refería cuando hablaba de la necesidad de establecer nuevas prácticas de gobierno, que pasan por la participación y la transparencia. Cuando se hacen promesas y pasa el tiempo y no se cumplen, algo falla. Y la reacción normal es el escepticismo y el distanciamiento.

-El Ensanche, aun siendo un proyecto en su mayoría privado, puede ser otro ejemplo. ¿Le convence el modelo de desarrollo previsto en ese espacio? Un centro comercial, un palacio de congresos, una nueva catedral...

-Mire, siendo importante y teniendo un plan parcial aprobado donde se prevén esos elementos, me preocupa más la ciudad de Huelva que su área de expansión. Hay tantos espacios degradados, tanto por desarrollar... El PGOU puede tener desarrollado sobre el papel el 90% del suelo, pero no creo que tengamos materializado al 50%. Hay solares por toda la ciudad y los grandes proyectos han fracasado y están sin alternativa.

-Volvamos al Ensanche.

-Tenemos que preguntarnos si lo previsto es viable o no, en todo o en parte. Y si hay que reconsiderarlo se habla con los propietarios. Ese erial lleno de arbustos no beneficia a Huelva, como otros tantos espacios.

-¿Le convence la plaza porticada prevista en el solar del mercado?

-Es cuestión de ver también con los propietarios si el proyecto es viable. Ahora bien, no conozco una ciudad cuyo centro esté tan degradado como el de Huelva. Es una barbaridad. Hay que recuperar para la ciudad ese espacio, que deberá tener una zona pública y otra residencial, lógicamente.