La pérdida de votos del PP plantea una nueva estrategia municipal
El PSOE abre una etapa distinta en la oposición tras detectar el desgaste del partido de Zoido, que ha perdido 15.000 votos en relación con las municipales y hoy no tendría la mayoría absoluta.
Si los resultados de las elecciones autonómicas se extrapolaran a unas municipales, el PP habría perdido cuatro concejales en el Ayuntamiento de Sevilla y, en consecuencia, la mayoría absoluta. El PSOE e IU sumarían 17 concejales (14+3) y volverían a superar a los populares en número de votos. Pero lo que estaba en juego el pasado domingo era la Presidencia de la Junta de Andalucía, no la Alcaldía. Y cualquier cálculo aritmético es claramente un juego de lectura relativa. No obstante, este ejercicio sirve para medir el posible desgaste del gobierno local, tras diez meses en el poder. Y también a la oposición que estudia desde ayer los datos para reorientar su trabajo y sacarle el máxim provecho en los tres años que restan de mandato.
Con respecto a las elecciones municipales de 2011, el PSOE ha recuperado 33.000 votos en la ciudad y el PP ha perdido 15.000. La ventaja de 67.000 votos que el PP tenía entonces frente al PSOE se queda en 18.000. Un recorte de 48.000 votos y 14 puntos que continúa la tendencia que ya se vio en las elecciones generales. Cuatro meses después de las elecciones del 20-N, el PP ha perdido más de 19.000 votos y la distancia entre ambos partidos se ha acortado en 2,6 puntos.
¿Qué ha ocurrido? De momento, poco. Algo se ha movido, pero el PP sigue siendo la fuerza más votada en la capital. Desde el gobierno local la pérdida de votos, antes que a un desgaste del equipo de Zoido -que además fue cabeza de lista por Sevilla al Parlamento andaluz-, se atribuye al efecto de las políticas de Mariano Rajoy. El PP sigue confiando en el tirón del alcalde que, según recuerdan en el partido, "está por encima de la marca del PP". No ocurre lo mismo con Javier Arenas. Por ello, los populares están satisfechos con los resultados electorales en la capital, sin lanzar las campanas al vuelo ni pecar de prepotencia. Sería un error.
Si Zoido aseguró en la campaña electoral que ningún sevillano le había preguntado por la reforma laboral, aunque sí le habían entregado más de un currículum, ahora su equipo está convencido de que nadie se atrevió a plantear una cuestión, pero que sí pensaban en ella. La reforma sí les quitaba el sueño y es evidente que algo ha fallado en la maquinaria política del PP de Sevilla.
No hacer autocrítica sería suicida. Por eso el PSOE también la hizo ayer. Es más, fue una recomendación del propio José Antonio Griñán, según apuntó Juan Espadas, portavoz del Grupo Municipal Socialista y coordinador de la campaña electoral en la capital. Los socialistas admitieron que han perdido las elecciones, pero se quedaron también con una lectura positiva: la de la subida. Pero, ojo: la candidatura encabezada por Griñán ha obtenido un total de 33.170 votos más que la liderada en las municipales de mayo por Juan Espadas, que interpreta que esta mejoría es un castigo a la gestión de Zoido. "En diez meses sólo han hecho oposición a la Junta de Andalucía, evitando que el PSOE se apuntara un solo tanto bloqueando proyectos, para luego desbloquearlos", comentó ayer Espadas.
Los votos sumados por los socialistas dan ahora aire al equipo de Espadas, que se siente respaldado, y que se había visto frenado hasta ahora por la abrumadora mayoría que había aupado a Zoido en las municipales y por el gentío que vitoreó al alcalde en la procesión del Corpus el pasado junio, según reconoció el mismo concejal. Ahora su manera de hacer oposición será distinta, dicen. El PSOE ha conseguido recuperar a una parte de sus votantes, y es la confianza que necesitaba. Eso sí, los más de 30.000 votos se concentran en cuatro distritos que siempre han sido fieles al partido: Cerro-Amate, Este-Alcosa-Torreblanca, Macarena y Macarena Norte. Sin duda, ahí se habían localizado la mayor parte de los votos prestados que Zoido recibió en las municipales, aunque no por ello el PP dejará de luchar por quedarse de nuevo con ellos.
La satisfacción del PSOE con los resultados tiene que ver con el cumplimiento de los objetivos marcados en la campaña electoral. La estrategia, según Espadas, ha sido todo un éxito: se han mantenido los nueve diputados por Sevilla y se ha explicado con acierto a los votantes los peligros de votar a UPyD, que en las generales del 20-N obtuvo los votos suficientes como para haber obtenido dos concejales de haber sido una cita municipal. El avance de la formación de Rosa Díez se ha detenido en la capital. El tercer objetivo era recuperar la confianza de los socialistas en el partido a base de advertir que el estado del bienestar peligra con el PP en la Junta. Y funcionó.
Es más, las metas marcadas por Espadas se han cumplido de sobra, pues aspiraban a ganar 7.000 votos más en la capital. Y, de paso, la campaña electoral ha servido a los concejales socialistas para darse a conocer y a respetar entre los vecinos que han depositado ahora en ellos su confianza para mejorar sus barrios. ¿Un fallo? La elevada abstención que, según Espadas, ha estado propiciada por los ERE.
En algo coincidieron ayer PSOE y PP: la nueva etapa que ahora se abre será complicada. Los populares confían en encontrar colaboración en el nuevo Gobierno de la Junta y, en caso contrario, iniciarán una estrategia de ataque continuo, al más puro estilo de oposición. Hay muchos proyectos importantes para la ciudad que dependen de ese buen entendimiento: revisiones en el PGOU, Metro, Ciudad de la Justicia... Meses antes de las elecciones generales Zoido, como alcalde, envió una carta al presidente Griñán con una serie de reivindicaciones que todavía no han visto la luz.
Y, por otra parte, el PSOE a nivel municipal también iniciará su particular batalla. De entrada, Espadas apuntó ayer que si Zoido prometió ser el alcalde del empleo alguien tendrá que recordárselo. En esta línea, el portavoz socialista explicó que el Ayuntamiento puede y debe adoptar medidas para fomentar el empleo, a pesar de que no sean competencias directas suyas, y por ello exigirá que el presupuesto municipal destine partidas para tal fin. Por otro lado, el grupo de Espadas también peleará para que el empleo municipal no se precarice bajo el amparo de las medidas del Gobierno de Rajoy. El PSOE recordó ayer que la jornada de 37,5 horas semanales se ha asumido ya como algo inevitable. "La gente va a salir a la calle, quiere empleo pero no a costa de cualquier cosa", advirtió ayer Espadas que apeló a la condición de presidente de la FEMP de Zoido tras apuntar un dato: desde que el PP gobierna en Sevilla el desempleo ha aumentado un 10% más.
El PP insistió ayer en la necesidad de mantener la prudencia y admitir que tanto el PSOE como IU han perdido las elecciones. No es la única lectura. IU también tiene la suya particular. El grupo municipal que encabeza Antonio Rodrigo Torrijos habría salido beneficiado tras el 25-M. Su formación ha obtenido 9.220 votos más en la capital que en las pasadas municipales, de los cuales más de 200 corresponden al distrito de Los Remedios, territorio azul. Los votos prestados no sólo han vuelto al PSOE. Hay algunos, del electorado más joven, que se ha ido con IU tras escuchar su mensaje de rebeldía.
Cualquier extrapolación de los resultados a la escena municipal es un mero juego aritmético. Pero aclara varias cosas: que Sevilla ha sido clave, pero no llave para el PP, y que el electorado, más que ideologías, ve dos modelos distintos de gobernar y de hacer oposición.
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