"No echo de menos a Teresa Rodríguez pero ella no es nuestro rival"
Alberto Garzón | Coordinador federal de Izquierda Unida (IU) y ministro de Consumo
"Para evitar un Gobierno de PP y Vox hay que hacer política todos los días y no sólo en campaña o el día después de las elecciones"
"Lo que nos pasó en la Junta con el PSOE en 2015 nos dolió mucho a los de IU pero la política no tiene que ser rencorosa"
La campaña de Por Andalucía tuvo este jueves el respaldo de coordinador federal de Izquierda Unida (IU) y ministro de Consumo, Alberto Garzón (Logroño, 1985). Tanto en Cádiz como en Jerez este malagueño de adopción y de sentimiento volvió a clamar por una masiva participación en las urnas.
–Campaña rara la de Por Andalucía, que empezó descentrada por ese fiasco al registrar la coalición y que ahora trae a todos sus líderes para vender unidad.
–Creo que estamos superando el ruido inicial con una campaña que está permitiendo poner en valor a nuestra candidata. Antes Inma Nieto no era muy conocida por la sociedad andaluza, salvo quizás en la provincia de Cádiz, y ahora la están conociendo y están descubriendo que es una candidata estupenda, que ha hecho un trabajo magnífico en el Parlamento andaluz pero que además tiene un potencial enorme.
–¿El lunes, después de las elecciones, seguirán unidos los seis partidos que conforman Por Andalucía?
–El objetivo fundamental es entender que esto que estamos construyendo no es sólo para este domingo. Las cosas se construyen despacio y lo que venga después será más importante que lo que estamos haciendo ahora. Esos seis partidos y sus líderes tienen que trabajar pensando no en las siglas sino en mejorar la vida de la clase trabajadora. Así es como yo entiendo la política.
–La ministra de Igualdad, Irene Montero (Podemos) fulminó en plena campaña como cargo de confianza a Amanda Meyer (IU). ¿Usted ha pedido explicaciones por ello?
–Las dos partes han dado sus versiones y nosotros ahora mismo estamos centrados en la campaña.
–Pero cosas como esta no ayudan a vender esa imagen de unidad, ¿no?
–Todo lo que sea salirse de nuestro mensaje de campaña en favor de mejorar la vida de los que peor lo están pasando no ayuda, evidentemente.
–¿Echa usted de menos a Teresa Rodríguez?
–No. Ella decidió legítimamente seguir en solitario y eso hay que respetarlo.
–Pero es que la echaron ustedes del grupo parlamentario. Visto lo visto, y a pocas horas de las elecciones, ¿aquello fue un error?
–No me siento acreditado para juzgar aquellos acontecimientos de los que no formé parte. Pero ese proceso administrativo fue el resultado de una decisión previa que tomó ella para montar una cosa aparte de Podemos. En cualquier caso tengo claro que ella no es nuestra rival sino las políticas de derechas.
–No he visto al PSOE apelar mucho al voto útil y tampoco he visto a Por Andalucía criticar a los socialistas. ¿Ha habido un pacto de no agresión entre las dos partes o es consecuencia de gobernar en coalición en España?
–No ha habido ningún pacto aunque sí quizás la sensación de que todos los progresistas tenemos que unirnos para ir contra un enemigo que es el más peligroso que podíamos tener. Las dos partes tenemos nuestras diferencias pero también somos conscientes de nuestros retos comunes. Yo sé que hay muchos votantes del PSOE indecisos y les pido una oportunidad. También pienso que las políticas de izquierdas que estamos poniendo en marcha desde el Gobierno tienen nuestra marca, como la subida del salario mínimo, la reforma laboral, el control de las casas de apuestas... Pero el electorado de izquierdas se desanima cuando ve entre nosotros una competencia a machete.
–En Andalucía ya hubo un gobierno de coalición de PSOE e IU (2012-2015) que no acabó bien. ¿Ya han olvidado lo que pasó?
–Aquello nos dolió mucho, como usted comprenderá, pero la política no tiene que ser rencorosa. Regocijarse en el dolor pasado no ayuda a transformar la realidad presente.
–Si las izquierdas sumaran este domingo en Andalucía se puede dar por hecho el sí a ciegas de IU a un Gobierno de coalición, ¿no?
–A ciegas no se puede hacer nada en política y menos en una cultura como la de IU que es programa, programa, programa. Pero si se lograra conformar un Gobierno progresista que se comprometiera a luchar contra las desigualdades en esta tierra, no creo que hubiera problemas en apoyarlo.
–¿Y cuál sería la primera medida que tendría que adoptar ese hipotético Gobierno progresista?
–Lo que más preocupa es la situación de la sanidad. Hay un retraso muy grande en las listas de espera y eso causa angustia, frustración y miedo en una población que en su mayor parte no tiene recursos para recurrir a la sanidad privada. Hay una disfunción y no es por falta de recursos, porque hay fondos europeos que no s están utilizando.
–¿Ha visto diferencias entre las políticas seguidas por el último Gobierno socialista de Susana Díaz y este de PP y Ciudadanos?
–Ha habido un seguidismo claro. La prueba está en que, después de haber expulsado a IU del Ejecutivo andaluz, Susana Díaz gobernó con el mismo Ciudadanos que luego pactó con el PP. Moreno Bonilla ha mantenido la misma política de clases. Por eso se mantiene la ayuda a la sanidad privada en detrimento de la población andaluza y se le bajan los impuestos a apenas 300 familias andaluzas.
–¿Si le pregunto por las encuestas me dirá lo mismo que todos los políticos, es decir, que las urnas están vacías, que la encuesta verdadera es la del domingo...?
–Pues mire, yo soy de la opinión de que las encuestas siempre son útiles. Lo que pasa es que estas elecciones llegan en un contexto muy extraño porque parece que es agosto, porque llegan después de una pandemia y con un electorado que está cansado de la política del grito.
–Adriana Lastra recordó el otro días las movilizaciones que hubo en Andalucía ante la llegada del PP a la Junta con el respaldo de Vox. ¿Usted es partidario de repetir esas movilizaciones si la derecha gana el domingo?
–Si ganan democráticamente hay que respetarlo, no queda otra. Pero que la gente proteste en la calle también es legal. Lo que sí pienso es que si queremos evitar un Gobierno del PP con Vox tenemos que hacer política todos los días y no vale hacerlo sólo en la campaña o el día después de las elecciones. Por eso hay que animar a la gente progresista para que vaya a votar el 19-J.
–Y si el PP ganara sin mayoría absoluta, ¿se podría plantear una abstención en la izquierda para que no gobernara Vox?
–No creo que esa opción se pudiera dar. Hace seis meses este debate podría tener razón pero es que PP y Vox ya gobiernan juntos en Castilla y León. Además, no veo al PP interesado en abrirse a otra opción que no sea gobernar con Vox. La hoja de ruta del PP está clara y Vox lo sabe.
–¿Qué le preocupa más de Vox?
–La normalización de ese discurso homófobo, xenófobo y machista que, además, creo que no es compatible con nuestra Constitución. No podemos minusvalorar la amenaza que supone Vox, sobre todo porque la historia nos enseña que estos fenómenos de extrema derecha siempre han crecido despacito, para que la gente no se diera cuenta. Van socavando la democracia y me asusta que haya gente humilde que esté tentada de votarles. Por eso prefiero que la gente esté feliz, porque si está cabreada es caldo de cultivo para la extrema derecha.
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