Isabel Ambrosio: "El PSOE ha hecho lo que tenía que hacer: ha renovado su proyecto y a su líder"
Entrevista | Candidata del PSOE por Córdoba
La candidata aboga por grandes pactos en materias como sanidad o educación y contar con los agentes sociales para generar empleo en la provincia
-Vuelve al Parlamento, aunque creo que poco se parece al de 2008, cuando salió de allí.
-Creo que no se parece absolutamente nada. Los primero por la multiplicación de los grupos, porque cuando yo entré en 2004 en la séptima y octava legislatura estaban los últimos coletazos del PA, el PP, el PSOE e Izquierda Unida; ése era el arco parlamentario. Y lo que nos vamos a encontrar ahora son seis grupos políticos, aunque yo aspiro a que la mayoría sea la del PSOE-A. La etapa que a mí me tocó fue de mucha actividad legislativa, incluido el nuevo estatuto. Fue una legislatura de grandes acuerdos políticos y me da la impresión de que, aunque la situación lo exige, ahora no es así. Yo voy a poner mi granito de arena para esos grandes acuerdos.
-Y la campaña tampoco se parece nada a la de entonces.
-En la campaña de 2004 lo hacía como secretaria de organización y era muy distinta en la manera de trasladar los mensajes, porque la sociedad andaluza ha cambiado mucho. Sí tiene en común con aquella sociedad que es capaz de detectar dónde hay una propuesta real y otra de engaño, pero ahora el papel de las redes sociales lo ha cambiado todo.
-¿Cuáles son las urgencias que tiene Córdoba?
-Destacaría dos. La gran necesidad de Córdoba es contar con un proyecto muy ambicioso en lo económico y muy comprometido en lo social. Córdoba sigue teniendo un paro estructural y la solución tiene que venir de la mano de una apuesta decidida por grandes acuerdos con los agentes sociales y los empresarios. Ninguna estrategia en la que se hable de generar empleo puede estar ajena a la empresa. La única palanca para crear empleo son las empresarias y los empresarios. Las diez propuestas nuestras para la provincia de Córdoba tienen que ver con las infraestructuras y sobre todo con una medida transversal para el empleo de los jóvenes. Quedan pendientes la Autovía del Olivar, la Variante Oeste, la mejora de la red eléctrica en el Guadiato o la apuesta por lo agroalimentario. Y todo eso tiene que ver con la participación de los empresarios y la colaboración público-privado. Todo esto tiene que ir en paralelo con recuperar los servicios públicos, sobre todo en sanidad, educación y servicios sociales. En materia sanitaria, Córdoba no tiene que agradecerle nada al señor Moreno Bonilla. Hay un modelo intencionado de gestionar. Todo eso se hace con un pacto por la sanidad pública y lo mismo podemos decir de la educación.
-¿Qué ha pasado en el campo? Siempre ha sido un sector más o menos tranquilo y ahora está muy movilizado.
-Hay un fenómeno que, aunque en Andalucía no han saltado las alarmas, está ahí, que es el de la despoblación. Son los servicios públicos los que te dan las condiciones para que te quedes a vivir en el medio rural y las corporaciones locales y los gobiernos han actuado y se han obtenido resultados. Pero claro, esas recetas tienen que actualizarse y esa amenaza es la que ha puesto en pie al mundo rural. Y ya no hablo de la necesidad de infraestructuras al uso como carreteras y demás, sino que necesita conectividad con 4G y 5G. La pandemia nos ha demostrado que se puede trabajar desde cualquier lugar y esta conectividad es clave. Luego hay un sector agrario que está sufriendo una transformación importante, no solo porque hay algunos elementos que están alterando los costes y la productividad. El Gobierno de España está tomando medidas con la Ley de Cadena Alimentaria y las ayudas al lácteo. Ante esas amenazas, el Gobierno de España ha actuado y me gustaría saber una sola medida de la Junta de Andalucía para el medio rural.
-¿La Córdoba rural sigue siendo socialista o eso ya no vale?
-Hasta ahora no nos ha demostrado lo contrario. Si sacamos los resultados de las autonómicas de 2018 o de las últimas convocatorias de las generales, el PSOE ha sido la candidatura ganadora. Nada me da a entender que eso haya cambiado, pero eso no quiere decir que nos podamos acostumbrar o acomodar. Hay que ser más exigentes que nunca, pero sí me da tranquilidad que en el programa del PSOE se ha hecho un buen análisis de la realidad para acometer los retos y dificultades.
-Me ha sorprendido un estudio de opinión de la UCO en el que los votantes del PSOE de la capital le dan una nota de 5,7 al gobierno de PP y Cs en la Junta.
-No tengo el documento ni datos sobre eso. Respeto mucho el trabajo científico que se hace pero me va a permitir que dude. Yo no tengo esa sensación. Las encuestas han fallado algunas veces y cada vez son más los ciudadanos que eligen su voto en el último momento. Me extraña un aprobado porque los modelos de PP y PSOE son muy distintos.
-El último CIS le da una continuidad a lo que ya lograron en 2018, cuatro parlamentarios.
-Ese es el objetivo. Insisto, las encuestas quieren jugar un papel, que es condicionar un estado de ánimo y crear una realidad. Y esa realidad no la pueden crear solo los estudios. Es decir, nos quieren marcar que hay un ganador se haga lo que se haga y que va a ser el PP. Yo ante eso me rebelo porque no es lo que yo percibo en la calle. La última locura del señor Moreno Bonilla estos días es pedir el voto a los socialistas, cuando lo socialistas no votamos proyecto de derechas. Y si está pidiendo el voto de los socialistas es porque reconoce que el mejor programa es el del PSOE y el de Juan Espadas. Es la incoherencia pura.
-¿La herencia del último gobierno del PSOE en la Junta se ha diluido ya en el electorado?
La memoria tiene un límite. Estoy convencida de que el PSOE ha hecho lo que tenía que hacer: ha renovado su proyecto, ha renovado a su líder, ha renovado a su equipo, ha pedido disculpas por los errores que se hayan podido cometer y ha estado muy atento y receptivo a lo que es la opinión de una gran mayoría. Y conforme a eso, ha elaborado su proyecto. Hemos hecho el trabajo porque esos 400.000 votos que se quedaron en 2018 eran votos progresistas y decidieron que no había razón para seguir acompañándonos. Si tú no eres capaz de hacer propósito de enmienda, estás perdiendo oportunidades y lo último que puede hacer Andalucía en estos momentos es perder la oportunidad y no contar con un proyecto como el del PSOE tras tres años y medio del gobierno de Moreno Bonilla, que ya sabemos cómo se las gasta. Andalucía se juega mucho porque va a recibir 25.000 millones europeos en los próximos años y tenemos la oportunidad de poner a Andalucía como una región moderna dentro de Europa.
-¿No están sacando a pasear, que diría Espadas, demasiado a Vox en campaña en lugar de hablar de propuestas?
-En mi caso no. Yo tengo muy claro que mi adversario político es el PP y las políticas de derechas. Y donde yo puedo sacar los mejores ejemplos es en el comportamiento del señor Moreno Bonilla en estos años, lo que pasa es que esos comportamientos vienen condicionados por Vox y, si eso ha sido así desde fuera del gobierno, imagínese cuando estén dentro. Lo vimos en el debate con esa petición de ayuda de Moreno Bonilla a Vox y una imagen de debilidad. Pero que tengamos muy claro que lo que vimos en el debate fue un discurso xenófobo, racista, machista. Esa es la tarjeta de presentación de la señora Olona y aún así el señor Moreno le pidió ayuda.
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