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Elecciones andaluzas en Cádiz: Cosa de dos... o de tres

La campaña arranca esta medianoche en la provincia con PSOE y PP de nuevo parejos una década después y con la duda de conocer hasta dónde crece Vox

Las urnas dictaminarán cómo influye en el escrutinio la división de la izquierda y si Ciudadanos logra sobrevivir

Irene García y Ana Mestre son las cabezas de lista del PSOE y del PP, respectivamente, por la provincia de Cádiz. / D.C,
Francisco Sánchez Zambrano

02 de junio 2022 - 05:00

Y dos años y siete meses después la provincia de Cádiz abre las puertas a una nueva campaña electoral. A partir de la próxima medianoche, las 17 candidaturas que se han registrado en tiempo y forma en la circunscripción gaditana para concurrir a estas elecciones al Parlamento de Andalucía podrán pedir públicamente el voto a los ciudadanos, una veda que estará abierta hasta las 12 de la noche del viernes 17. Las urnas dictaminarán dos días después, el 19 de junio, qué formaciones o coaliciones electorales se reparten los 15 escaños en la Cámara andaluza que se distribuirán en la provincia gaditanas.

Después del largo tiempo transcurrido desde la última cita electoral –las generales de noviembre de 2019– surgen muchas incógnitas sobre los resultados de estos comicios en la provincia, sobre todo porque se desconoce cómo habrá evolucionado el voto en estos dos años y medio largos en los que, además, la vida ha estado marcada por una pandemia que aún no ha desaparecido del todo. Así que para intentar intuir por dónde pueden transcurrir estos comicios habrá que guiarse por lo que vienen diciendo unas encuestas que ya se sabe que no son infalibles y por las percepciones que tienen las direcciones de las diferentes fuerzas políticas.

La primera incógnita, cómo no, se centra en saber qué partido o partidos parten como favoritos para ganar estas elecciones andaluzas en la provincia de Cádiz. Y la conclusión es que esa victoria puede ser cosa de dos... o de tres. Y eso es así porque da la impresión –desde la intuición, porque no hay dato alguno que lo refrende– que el PSOE y el PP vuelven a estar parejos en la provincia gaditana, algo que ya de por sí es novedoso porque no sucedía desde hace una década. Socialistas y populares parecen estar en disposición de pelear esta victoria en las urnas, aunque lo curioso es que desde un lado y desde el otro reconocen no saber hasta dónde puede llegar la cosecha de votos que puede registrar Vox.

Si hubiera que darle el favoritismo a algún partido en la provincia para estas elecciones, la mirada habría que dirigirla hacia el PSOE. Y es que de las 11 elecciones andaluzas celebradas desde 1982 hasta la fecha, los socialistas suman diez victorias en la circunscripción gaditana. Sólo en 2012 fueron derrotados por el PP en aquellas históricas elecciones ganadas por Javier Arenas pero que no le sirvieron para alcanzar la Presidencia de la Junta por mor del pacto de gobierno cerrado semanas atrás por el PSOE de José Antonio Griñán y la Izquierda Unida (IU) de Diego Valderas.

Estos 40 años de elecciones andaluzas han estado marcados por una clara hegemonía socialista, al principio con mayorías absolutísimas –entre 1982 y 1990 el PSOE siempre tenía ocho o nueve parlamentarios autonómicos por Cádiz–, y luego con una enconada disputa con el PP en la que los socialistas siempre ganaban, a veces de manera muy ajustada (como en los comicios de 1994 o el año 2000, por ejemplo) y en otras de manera holgada. Y esta tendencia se mantuvo hasta el triunfo de los populares en las elecciones andaluzas de 2012. A partir de ahí el PSOE reaccionaría abriendo una brecha con el PP de 7.7 y 6.4 puntos porcentuales en los comicios de 2015 y 2018, respectivamente.

Desde esta perspectiva, y a la vista del mal panorama que pintan las encuestas para sus intereses, parece claro que el PSOE se enfrenta a una dura prueba de fuego el 19-J en la provincia de Cádiz. Eso lo saben los propios dirigentes socialistas, que se aferran al manido “el partido aún hay que disputarlo” para mantener alta la moral de la tropa.

Dirigentes y candidatos del PSOE, con la ministra de Industria, Reyes Maroto, la semana pasada en Cádiz. / D.C,

Tras la debacle de diciembre de 2018, cuando el socialismo vivió su victoria más estéril porque el pacto en el PP y Ciudadanos le arrebató su reino de la Junta de Andalucía, el PSOE busca ahora la reconquista con una imagen renovada. Ya sin Susana Díaz al frente del barco, relevada el año pasado por Juan Espadas, los socialistas también han optado por caras nuevas en la provincia de Cádiz. Así, el proceso que derivó en la llegada del alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, a la secretaría general del PSOE, incluía reservarle la cabeza de lista de este partido al Parlamento andaluz a Irene García, que dejará la Presidencia de la Diputación de Cádiz cuando tenga que ocupar su escaño en Sevilla en la primera quincena de julio.

El roteño Rafael Márquez –persona de mucha confianza de Juan Espadas–, la algecireña Rocío Arrabal, el isleño Fernando López Gil y la torreña Noelia Ruiz completan los puestos de salida de esta candidatura socialista por Cádiz. Si el 19-J el PSOE amarra estos cinco escaños, habrá fiesta grande en la sede de San Antonio; si se quedan en cuatro, habrán logrado salvar los muebles; y si llegan a sólo tres, la caída sería muy dolorosa.

Una caída así de dolorosa fue precisamente la que vivió el PP hace ahora tres años y medio, aunque el escrutinio final en Andalucía, que abría la puerta a apartar al socialismo de la Junta 40 años después, lo cambió todo. Los populares han vivido las dos caras de la moneda (ganar sin gobernar en 2012 y gobernar perdiendo en 2018) y, puestos a elegir, firmarían repetir ahora la segunda alternativa. Pero los populares llegan a esta contienda electoral con la sensación de que, ahora sí, pueden mantener el Gobierno andaluz pero además ganando esas elecciones.

Foto de familia de la candidatura del PP por Cádiz a estas elecciones andaluzas. / D.C,

No hay ni una sola encuesta que no vaticine una victoria más o menos holgada del PP de Juanma Moreno el 19-J. Otra cosa es si podrá gobernar solo, con la ayuda de Ciudadanos o con la necesidad de pactar con Vox. Pero eso será en Sevilla. Aquí en Cádiz esta formación política buscará remontar el vuelo después de que en 2018 lograra un resultado paupérrimo, ya que quedó como la cuarta fuerza política de la provincia, siendo superados por Ciudadanos y por Adelante.

En la provincia menos bipartidista de toda Andalucía el PP da por hecho que superará los tres escaños logrados hace tres años y medio. Sueñan con el quinto pero quizás se conformarían con el cuarto. De ser así recuperaría un escaño en la Cámara andaluza Ana Mestre, que renunció a su puesto de delegada del Gobierno andaluz en Cádiz para poder concurrir a estas elecciones como cabeza de lista por Cádiz, y lo mantendrían Bruno García, el presidente provincial del partido, y la algecireña Pilar Pintor. El cuarto puesto de la lista ha quedado reservado para Antonio Saldaña, que se apartaría de la carrera por la Alcaldía de Jerez si el 19-J se asegura volver a un escaño del Parlamento andaluz. Y en el número cinco aparece la roteña Auxiliadora Izquierdo, que ha formado parte ya de varias candidaturas del PP por Cádiz pero hasta ahora siempre sin éxito.

¿Hasta dónde crecerá Vox? Esta es otra de las incógnitas que serán esclarecidas el 19-J, pero hasta ahora muy pocos se atreven a predecirlo. El partido de Santiago Abascal irrumpió en el panorama político nacional precisamente en las andaluzas de diciembre de 2018, cuando logró representación en la Cámara autonómica y, además, con la llave de la gobernabilidad. Hasta dos escaños lograron en esa cita electoral por Cádiz.

A partir de ahí este partido sólo ha hecho crecer elecciones tras elecciones, con el último ejemplo en las autonómicas de Castilla y león. En la provincia de Cádiz, por ejemplo, Vox se convirtió en las generales de finales de 2019 en la segunda fuerza, adelantando al PP por la derecha y superando el 21% de los votos emitidos. En aquella contienda electoral este partido logró una victoria histórica en Algeciras y logró superar al PP en 29 de los 45 municipios gaditanos.

Manuel Gavira y Macarena Olona, en la presentación de una reciente campaña de Vox contra el PSOE andaluz. / Raúl Caro/Efe

Ahora, convencidos de que la controvertida candidatura de Macarena Olona a la Presidencia de la Junta les puede dar un nuevo impulso, los dirigentes de Vox creen ciegamente que podrán superar los dos escaños logrados hace tres años y medio. De ser así, mantendría su escaño el abogado gaditano Manuel Gavira, que repite como cabeza de lista y que ha sido uno de los animadores de la pasada legislatura en el Parlamento andaluz, y se estrenarían la arcense Blanca Armario y el isleño José Ortells, presidente provincial de este partido y que ocupa el tercer puesto de la lista. Discrepancias internas han dejado fuera de la lista de manera inesperada a la abogada de San Fernando Ángela Mulas, que fue el azote del PSOE en la comisión que investigó los supuestos fraudes en la Faffe. Con esta baja, y para completar la cuota femenina en estos puestos de salida de la candidatura, Vox ha recurrido a la farmacéutica chiclanera Vanesa de la Cruz, que ocupa un cuarto puesto que, de otorgar escaño, le estaría dando un resultado excepcional a esta formación política.

El escrutinio de las últimas elecciones andaluzas deparó una victoria del centro derecha (PP, Ciudadanos y Vox) por 8-7 sobre la izquierda (PSOE y Adelante Andalucía) en el reparto de los 15 parlamentarios que corresponden a Cádiz. De cara al 19-J, ¿logrará remontar el bloque de la izquierda, se mantendrá el mismo equilibrio de fuerzas o la provincia se inclinará aún más a la derecha? La respuesta a esta pregunta quizás dependa del resultado que obtenga Ciudadanos y, sobre todo, de la influencia que pueda tener en el escrutinio fina la división vivida a la izquierda del PSOE, donde ahora confluyen dos coaliciones: Por Andalucía y Adelante Andalucía.

Es indiscutible que no corren buenos vientos para Ciudadanos, que de manera sorprendente fue la segunda fuerza en la política en las andaluzas de 2018. La pérdida de relevancia de la formación naranja en la política nacional parece que tendrá repercusión en estas elecciones andaluzas, precisamente cuando este partido ha formado parte del gobierno de coalición con el PP que puso el punto y final a 40 años de socialismo.

Juan Marín y Rocío Ruiz, candidatos de Ciudadanos. / José Manuel Vidal/Efe

Pero Ciudadanos no piensa tirar la toalla. Bien al contrario, sus dirigentes buscan no sólo meter cabeza en el Parlamento andaluz de cara a la próxima legislatura sino que además confían en que la representación que obtengan pueda ser esencial para la continuidad de ese Gobierno PP-Cs.

Para ello los naranjas mantienen su confianza en el sanluqueño Juan Marín, que repite como cabeza de lista por Sevilla al mantener su condición de candidato a presidir la Junta. Y tras la renuncia voluntaria del también sanluqueño Sergio Romero a seguir en la política, la dirección de Ciudadanos ha optado por situar al frente de su candidatura por Cádiz a la onubense Rocío Ruiz, consejera de Igualdad y, quizás, la imagen más progresista de este partido. Los naranjas son sabedores de que la provincia gaditana puede ser una de las que le abran las puertas del Parlamento andaluz y por eso han optado como cabeza de cartel por una de sus caras más conocidas. En el segundo puesto de la lista figura el jerezano Carlos Pérez, ex senador y actual coordinador provincial del partido.

Y si Ciudadanos es una incógnita, qué decir de la izquierda, convertida además en un laberinto. La escisión a mitad de legislatura en el grupo parlamentario de Adelante Andalucía se ha mantenido hasta la apertura de esta contienda electoral, con la bifurcación entre Por Andalucía y Adelante Andalucía.

Aunque a regañadientes, y fuera de plazo, Podemos terminó sumándose a Por Andalucía, la coalición que habían cerrado previamente fuerzas como Izquierda Unida, Más País o Equo, entre otras. Según ese acuerdo salomómico, IU se quedaba con el puesto más deseado, la candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía, que recayó en la experimentada parlamentaria Inmaculada Nieto. A cambio de ello, la política algecireña ha tenido que presentarse como cabeza de lista por Málaga para cederle el número uno por Cádiz a Juan Antonio Delgado, guardia civil de San Fernando y aún diputado nacional. En el número dos de esta lista IU ha situado a la joven trebujenera Alba Zambrano, mientras que en el tres está Rafael Oliva, portavoz de Podemos en Los Barrios.

La división en la izquierda está adquiriendo además tintes cainitas con Por Andalucía buscando que Adelante Andalucía, la candidatura que lidera Teresa Rodríguez, se quede sin financiación y sin participación en los debates en la campaña que arranca esta noche. Lo primero de momento lo han logrado, aunque no lo segundo. Y es que la Justicia entiende que la Adelante Andalucía de ahora, comandada sobre todo por los Anticapitalistas, es en parte la heredera legítima de la coalición que bajo el mismo nombre se presentó a las elecciones andaluzas de diciembre de 2018.

Dirigentes de Podemos, IU y Anticapitalistas, a finales de 2019, cuando aún estaban unidos. / Julio González

Tras su salida años atrás de Podemos, los Anticapitalistas han seguido su propio camino, aunque para afianzarse en el escenario político andaluz precisan como sea lograr algún escaño en el Parlamento autonómico. Y sus mayores esperanzas están puestas en la provincia de Cádiz, donde su principal referente es el alcalde de la capital gaditana, José María González Kichi. Es por esto por lo que en Adelante Andalucía se ha decidido que su candidata a presidir la Junta, Teresa Rodríguez, se presente en esta ocasión como cabeza de lista por Cádiz, a diferencia de lo sucedido en 2018, cuando lo hizo por Málaga. Bajo la denominación de coalición andalucista y feminista, tras Teresa Rodríguez figuran en los puestos dos y tres de la lista el ex parlamentario jerezano José Ignacio García y la barreña Leticia Blanco.

Hace tres años y medio la unión de la izquierda deparó tres escaños. La duda estriba en saber si la división actual terminará mandando muchos votos a la basura, algo de lo que se puede beneficiar la derecha pero también un PSOE al que le ha faltado tiempo para apelar una vez más al voto útil.

Para lograr un escaño por Cádiz hará falta un mínimo de 30.000 ó 35.000 votos, dependiendo de la participación que haya en las urnas. Y esa es la cifra que persiguen Ciudadanos y las dos coaliciones de izquierda y con la que sueñan las otras 11 candidaturas que concurren por Cádiz. Entre ellas destacan el Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma), que en 2018 rozó los 11.500 votos en la provincia y que ahora estrena candidato en la persona del jerezano Marcelino Laínez, y Andaluces Levantaos. Esta ultima coalición reúne a los andalucistas de AxSí y de otras formacines nacionalistas y localistas, con el concejal de San Fernando Fran Romero como cabeza de lista.

El Partido de los Autónomos (con el humorista Toni Rodríguez como número uno), Recortes Cero, Por un Mundo Más Justo, la Falange, el Partido Comunista del Pueblo Andaluz, el Partido Comunista de los Trabajadores de España, Nación Andaluza, Escaños en Blanco y la Coalición Republicana Socialista por Andalucía, con Fernando Fernández, ex alcalde de Olvera, al frente, completan la relación de las 17 papeletas que los votantes gaditanos encontrarán en sus colegios electorales el 19 de junio.

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