El PSOE vuelve a ganar en Jaén, pero la provincia deja de ser un fortín

Porcentualmente, al PSOE no se le dio tan mal Jaén. Sólo siete puntos porcentuales y unos 40.000 mil votos fue la factura final del erróneo cálculo de Susana Díaz al adelantar las elecciones. El PP, por ejemplo, estuvo cerca de esas cifras. Perdió seis puntos porcentuales y unos 30.000 sufragios, pero sólo le costó un escaño, lo que mejoró las expectativas previas y diluyó el miedo a quedarse sólo con dos diputados.

Sin embargo, el gran derrotado, a pesar de volver a ser el partido que más escaños logró, fue el Partido Socialista. El PSOE se tendrá que conformar con enviar a cuatro parlamentarios desde tierras jiennenses al Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla. Una cifra a todas luces insuficiente para lo que los socialistas han estado acostumbrados legislatura tras legislatura. En las pasadas elecciones de 2015, sin ir más lejos, la cosecha socialista fue de seis escaños, y ya fue en época de vacas flacas.

Nadie en el seno del PSOE sospechaba un resultado tan malo en Jaén, un fortín. Cuatro escaños que van a parar a la diputada Ángeles Ferriz, al consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, a Mercedes Gámez, edil en el Ayuntamiento de la capital, y a Jacinto Viedma, secretario de organización del PSOE en la provincia.

Rosa Barranco y José Latorre, los siguientes en la lista, se quedaron finalmente sin premio a pesar de que tenían esperanzas en conseguir escaño.

La otra gran sorpresa que deparó Jaén fue la irrupción de Vox. Como ocurrió en el resto de provincias, el partido de extremo derecha obtuvo representación con la consecución de un diputado. La plaza será para Benito Morillo.

Ciudadanos también creció bastante y pasó de no tener representantes en la Cámara a tener a dos.

Adelante Andalucía, por el contrario, fue el otro gran derrotado, ya que sólo pudo revalidar el escaño conseguido en 2015.