Arenas se hace a la mar

El líder del PP va tan seguro que se embarca un martes 13, pero le llueven las críticas por no ir al debate. Griñán se reconcilia con UGT y CCOO, y traerá a Chacón a Sevilla y a Almería para hacer campaña. El candidato popular detalla que dejará sólo siete delegados y altos cargos en cada una de las provincias

Arenas se hace a la mar
Arenas se hace a la mar
Juan Manuel Marqués

14 de marzo 2012 - 01:00

NI por ser martes y 13. Javier Arenas, el candidato del PP, se embarcó en un pesquero en Barbate. Arenas debe de andar tan seguro de su victoria el próximo domingo 25 de marzo -la "levantera del cambio", le llamó en El Puerto- que desafía todo tipo de riesgos, el de echarse a la mar en martes 13 o el de ausentarse de un debate entre aspirantes a la Presidencia, a pesar de que él es quien está en la oposición. Va seguro. Fuentes del PP calculan que pueden obtener 57 escaños el 25-M, dos por encima de la mayoría absoluta. Pero en el PSOE andaluz no son tan pesimistas; sostienen que el clima de opinión pública sigue variando en contra del PP a causa de la reforma laboral, y han salido satisfechos del debate del lunes en Canal Sur entre su candidato, José Antonio Griñán, y el de IU, Diego Valderas. Incluso en el caso de que Canal Sur fuera el territorio maligno que describe el PP, en peores plazas ha toreado Javier Arenas, un político muy poco dado a lo que marca la doctrina Arriola: en caso de una victoria segura, o casi segura, lo mejor es no moverse para conjurar cualquier equivocación.

A priori, el encuentro televisivo iba a ser soporífero, por la inasistencia de Arenas, pero las cifras de audiencia no abonan la creencia de que las elecciones no levantan interés. El seguimiento se mantuvo en una cuota de pantalla del 10,1%, que es la que Canal Sur suele tener a esas horas de la noche -entre las 21:30 y las 22:30-, pero durante la primera media hora fue el programa más visto de Andalucía. Sí, el más seguido hasta que llegó Mi gitana, la miniserie de Tele 5 dedicada a la vida de Isabel Pantoja. Griñán y Valderas aguantaron el tipo, pero los líos de la viuda de Paquirri, Julián Muñoz y otros personajes tan sustanciales para la vida de los andaluces como Maite Zaldívar pudieron con el encuentro político. Es cierto que, como se explicó ayer desde el PSOE andaluz, la primera media hora fue la más interesante; desde luego, la que le sirvió a Griñán para enmarcar su mensaje de campaña. De lo que se discute aquí -vino a decir el presidente de la Junta- es de elegir entre dos modelos: el de Rajoy, que "ya no es oculto", y el suyo, que es el de la seguridad del Estado de bienestar.

El PP mantiene que Arenas no elude el debate, sólo que no acepta que éste se celebre en Canal Sur, por lo que estaría dispuesto a acudir a la sede andaluza de Televisión Española. Sin embargo, en el PSOE no le dan crédito; no creen que, al final, haya un cara a cara, lo que sería todo un problema porque una campaña sin debate entre candidatos es como una entrevista sin opciones de repreguntar. Habrá partido, en el sentido de que la incógnita del resultado sólo la resolverán los ciudadanos en las urnas, pero no hay campaña. La secretaria de Organización del PSOE, Susana Díaz, no ahorró calificativos contra Arenas. Le llamó "fullero", "mentiroso" y que practicaba el puro "teatro". Como la Lupe, vamos. Es posible que el PP intente ahora, con mayor potencia, negociar un debate con Griñán.

Arenas visitó Barbate, que es uno de los pueblos más castigado por esta crisis y por todas las anteriores. Allí, en este pueblo cercano al Estrecho, el líder del PP dejó que los periodistas le preguntaran por primera vez en público después de un micromitin; hasta ahora sólo había tenido algunos corrillos con los redactores que le siguen en la caravana, pero en esta ocasión no tuvo problemas para exponerse ante las preguntas. En realidad, Javier Arenas nunca los ha tenido. Ni para debatir en público con Griñán. Por eso se entiende menos que su malestar con Canal Sur Televisión se anteponga a su propio interés. Sí detalló que, en caso de convertirse en presidente, sólo dejará siete delegados por provincia. Aunque ahora hay 12 representante de las Consejerías en cada una de estas circunscripciones, lo que suman 96 en la comunidad, el PP sostiene que, unidos a las empresas públicas y otros organismos, los cargos de la Junta llegan a unos 25 de media por provincia, lo que supone 200. Los delegados que Arenas dejaría son los del Gobierno, que asumiría Justicia y Administraciones Públicas; Economía con Hacienda, Comercio y Turismo; Educación, Cultura y Deportes, lo que ya adelanta que fusionaría las dos consejerías correspondientes; Obras Públicas y Medio Ambiente, otra posible fusión; Oportunidades y Empleo, y Agricultura, Ganadería y Pesca. Son siete delegados para 10 u 11 Consejerías, cuando ahora hay 13.

Griñán, pletórico después del debate, se reunió ayer con los líderes de UGT y CCOO, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero, con quienes no ha tenido unas relaciones fluidas durante su Presidencia. La reforma laboral les acerca a ellos. Y para los próximos días, Rajoy vuelve el fin de semana, y Carme Chacón, que estará en Sevilla y Almería. Griñán también toma sus riesgos. Sombras de una derrota.

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