Elecciones andaluzas: Los mandatos del presidente

19-J

Moreno defiende desde 2016 que un presidente sólo debe estar ocho años pero elude decir si lo cumplirá

Moreno suelta un búho en Chiclana en la campaña electoral
Moreno suelta un búho en Chiclana en la campaña electoral / Ramón Ríos /Efe
Antonio Méndez

19 de junio 2022 - 05:00

Si Juanma Moreno consigue unos resultados que le permitan revalidar hoy el Gobierno de la Junta, ¿será su último mandato? Si nos atenemos a los valores que defiende desde hace seis años, la respuesta sería sí. Pero el candidato del PP se ha cuidado mucho de hacer una declaración que permita abrir la batalla por su sucesión. "Las transiciones son muy complicadas" y "no estaré mucho más tiempo del necesario", se ha limitado a responde cuando le han planteado esa cuestión.

El empeño del PP por limitar a ocho años la estancia continuada de un presidente o de un consejero de la Junta viene de antiguo. En septiembre de 2016, el partido impulsó una proposición no de ley en el Parlamento andaluz para modificar varios artículos de la ley del Gobierno de la comunidad autónoma. Entonces estaba al frente de la Junta la socialista Susana Díaz.

Los populares consideraban "fundamental" para el proceso de regeneración democrática que a su juicio se había abierto entonces en la sociedad andaluza para que un presidente fuera "inelegible" después del segundo mandato. "Un peldaño más para poner lo público por encima de los intereses personales o partidistas", se reflejaba en el argumentario de la iniciativa. Pero el PSOE no estaba muy por la labor en aquella época.

Ya desde el Gobierno y con la presión de Ciudadanos, en Julio de 2019 partía de San Telmo el anteproyecto de ley para limitar los mandatos. Un nuevo intento por "favorecer la alternancia" y "revitalizar" la democracia. Pero también fallido. Eso sí, el proyecto contemplaba que las limitaciones no contemplaría la retroactividad. Moreno y Marín podrían permanecer doce años en el poder.

Nunca se aprobó la norma. el candidato a la presidencia de la Junta, en una intervención en un foro de la agencia Europa Press, este mes de junio, aludió a que era necesario contar con un dictamen previo del Consejo Consultivo para comprobar el respaldo jurídico de la iniciativa. Pero el pronunciamiento de este órgano no es obligatorio cumplirlo.

"Fue un postureo político, lo hicieron para justificarse ante Ciudadanos, como lo de eliminar los aforamientos, pero no con el ánimo de aprobarlo", señalan fuentes socialistas presentes en esta última legislatura en la Cámara autonómica. Pero también en el PSOE se admite que, en realidad, tampoco tienen el más mínimo interés en que salga adelante esa prohibición.

Pero Moreno no necesitará leyes si quiere continuar la estela de Aznar, el dirigente del PP por el cual decidió afiliarse al partido tras escucharlo en un mitin con 19 años. "No quiero ser preso de mis palabras", se justificó en la citada entrevista el aspirante a continuar al frente de la Junta. En la misma detalló que si resulta reelegido tendrá 56 años al acabar su mandato y que quería hacer otras cosas en la vida. Lo primero devolverle el tiempo a su familia, después de lamentar que en realidad no está viendo a crecer sus hijos.

Pero después de los razonamientos a favor llegan la interpretación de la realidad interna. Si Moreno obtiene un buen resultado hoy será difícil que anuncie que éste sería su segundo y último mandato, como él y su partido vienen pregonando por el bien de la salud de la democracia. "Las transiciones en los partidos son muy complicadas" justifica para la indefinición a descartar un teórico tercer mandato.

"No estaré más tiempo del necesario y de ahí no me va a sacar", le respondió Moreno al director en Andalucía de la agencia de noticias. Eso sí, el programa con el que concurre el partido popular a las elecciones andaluzas este domingo contiene un apartado sobre el "buen gobierno". Allí se anuncia la intención de presentar al Parlamento andaluz una modificación de la ley de Gobierno de la Comunidad para limitar a dos las legislaturas y mandatos de un mismo presidente. La amenaza del mismo bucle.

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