El edificio de Correos en Málaga sigue en venta

Casi 600.000 euros. Ésa es la cantidad que ha desembolsado a la fecha la Junta de Andalucía en concepto de IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) por el antiguo edificio de Correos en Málaga.

El inmueble, sin uso desde que a mediados de 2010 dejó de ser ocupado por el servicio postal, pasó a manos de la Administración regional el 19 de marzo de 2010 como parte del pago de la deuda histórica acumulada por el Gobierno central con la autonomía. Seis años después de ese abono, no sólo no rinde beneficio alguno para el receptor, sino que además le genera unos aportes obligados en materia de tributos y mantenimiento.

El último dato aportado por la Delegación del Gobierno andaluz en Málaga se corresponde con el IBI de 2015, ejercicio en el que se abonó al Ayuntamiento de la capital la nada despreciable cifra de 103.171 euros. Dos años antes, en 2013, este mismo impuesto fue de 93.735 euros.

Pero el principal problema con el que se topa la Junta en el futuro de esta emblemática construcción no pasa tanto por la carga económica como la compleja maniobra que ha de realizar para darle un uso cierto y productivo. Los planes del Gobierno andaluz siguen pasando por la venta del inmueble, si bien la actual calificación urbanística que pesa sobre el mismo, de equipamiento, dificulta de manera ostensible su salida en el mercado.

Ello no ha impedido, como reconoce el propio delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, la existencia de varios grupos de inversores interesados en la adquisición del edificio. Aunque, como bien apunta el propio Ruiz Espejo, el interés de momento no se ha formalizado en una oferta económica cierta para la compra. En ese escenario sólo se posicionó meses atrás una propuesta que ofrecía del orden de 15 millones de euros para hacerse con la propiedad del antiguo Correos, cifra insuficiente a los ojos de la Junta.

La proposición descartada suponía el 50% del valor que los técnicos de la Administración regional le dieron al edificio en el traspasó: más de 30 millones de euros. Como mucho, habría una rebaja del 10%.