Los ecologistas dicen que el estado actual de lagunas de Doñana se preveía desde hace 30 años

Ecologistas en Acción ha indicado que la situación actual que sufre las lagunas del espacio natural de Doñana por el descenso de los niveles piezométricos "ya estaba prevista" desde hace más de 30 años, señalando como principal causa las captaciones subterráneas del núcleo costero de Matalascañas.

En declaraciones a EFE, el portavoz de Ecologistas en Acción, Juan Cuesta, se ha referido así a la seca de la laguna de Santa Olalla, la laguna permanente más grande de Doñana y la última que ha mantenido agua en agosto, que ha terminado por secarse completamente.

Cuesta ha precisado que ya el comité de expertos que se reunió en 1992 "señalaba que las captaciones subterráneas de Matalascañas suponían un impacto inaceptable para el sistema de lagunas y se recomendaba que dicho núcleo turístico se abasteciera de agua superficial para evitar esta afectación".

En la actualidad, "lo que tenemos es un acuífero muchísimo más sobreexplotado que en el 92 y las captaciones subterráneas de abastecimiento de Matalascañas pues siguen ahí", ha lamentado.

En este punto, ha precisado que la solución que plantea la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha sido simplemente "el traslado de los sondeos de pozos para alejarlos un poco de las lagunas pero esto no va a ser solución; lo que estamos viendo es que el problema ha llegado a un límite extremo".

El representante de Ecologistas ha remarcado que en el año 1992 "hablábamos simplemente de pequeñas fluctuaciones de las lagunas que ya afectaban a la vegetación asociada y al mantenimiento de los niveles de inundación en lagunas pequeñas y ahora estamos hablando ya de que la gran laguna de Santa Olalla aparece completamente seca".

"Es de prever que la situación no mejore, pues si el acuífero no recarga, solo queda los aportes pluviales para que se recupere de alguna forma", ha concluido.

La Estación Biológica de Doñana informó ayer de la seca de la laguna de Santa Olalla, lo que se ha debido a un periodo de sequía intenso y la sobreexplotación del acuífero por el complejo turístico onubense de Matalascañas, lo que ha agravado la situación en Doñana.

Dicha laguna ha quedado reducida a un pequeño charco en el centro, donde ya no acuden las aves acuáticas, y supone la tercera vez desde que se tienen registros de ello, ya que está registrado que se quedó completamente sin agua en 1983 y 1995.