Menos divorcios y de mejor calidad en Andalucía gracias a la mediación extrajudicial
Sociedad
Los mecanismos de arbitraje matrimonial, además de descongestionar los juzgados, están permitiendo que las parejas pongan fin a sus relaciones con menos desgaste emocional y con acuerdos más beneficiosos que las separaciones contenciosas
Huelva y Jaén son las provincias donde menos divorcios se han registrado este año
Las separaciones de parejas bajan en cinco provincias andaluzas
José y Raquel son una de las parejas que ha decidido separarse este año. Un cúmulo de situaciones les ha llevado a tomar la decisión de romper una relación de siete años y un matrimonio de dos. "Por encima de todo hay mucho respeto", explica Raquel. "Precisamente por eso hemos decidido dar este paso. A veces nos obsesionamos con mantener algo de forma indefinida cuando algo dentro de ti te dice que ya no va a ninguna parte".
La pareja es una de las 213 relaciones que se han roto en el último trimestre en Huelva, lo que, a pesar de todo, supone un 5% menos de demandas matrimoniales, nulidades, separaciones y divorcios con respecto al primer trimestre de 2022. En Andalucía también se mantiene esta tendencia, con 3.861 disoluciones matrimoniales en total, lo que supone un 3,2% menos, según los últimos datos del informe estadístico anual del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Por provincias, Jaén y Huelva han sido este año las provincias en las que se produjo un descenso más importante, con una caída del 16% y del 11,6%, respectivamente. Junto a ambas se sitúan Granada, con un -7,7%; Sevilla, con un -6,4%; y Málaga, con un -4,1%.
En el lado opuesto se han localizado las provincias de Almería, Cádiz y Córdoba, donde se produjeron incrementos en el número de disoluciones matrimoniales respecto al mismo periodo del año anterior. Así, en Córdoba aumentó un 8,6%; en Almería, un 8,1%, y en Cádiz, un 2,8%, según los últimos datos registrados del CGPJ.
A pesar de la buena voluntad de José y Raquel, ambos reconocen que no ha sido un camino fácil. "Al principio tuvimos que acudir a un mediador", explica José, desde su experiencia.
"Tenemos un hijo en común de 5 años y no lográbamos llegar a un acuerdo sobre la custodia y el régimen de visitas". En esa tesitura, "lo único que teníamos claro era que no queríamos hacerle pasar por un proceso judicial en el que le preguntaran con quién quería vivir", asegura Raquel.
Efectivamente, los casos de divorcio, además de importantes gastos económicos, generan un gran desgaste emocional tanto para las personas implicadas como para los hijos, en caso de haberlos. Para sortear este obstáculo, la Ley ofrece la posibilidad de acudir a la mediación, una herramienta jurídica que permite llegar a un acuerdo extrajudicial y vinculante para las partes sobre todos los aspectos que plantee la separación.
Mediar y tender puentes
La figura de la mediación en casos de separaciones y divorcios es una herramienta cada vez más extendida en nuestro país. Considerada una opción desde la publicación en el BOE de la Ley de Mediación en Asuntos Civiles de 2012, la aprobación del Proyecto de Ley de Eficiencia Procesal la ha dotado de un carácter obligatorio a través del cual las parejas que deseen formalizar una demanda de divorcio deberán acreditar que han tratado de llegar a un acuerdo a través de la mediación.
"El hecho de que cada vez sean más los acuerdos de divorcio consensuado en Andalucía implica que los mecanismos de acuerdos están funcionando", explica Carmen Suárez, abogada de Familia y mediadora. "Además de descongestionar los juzgados, esta herramienta permite que las parejas, y en general el resto de los miembros de la familia, se descarguen de las frustraciones y los resentimientos que en ocasiones se dan en estas circunstancias".
Según la letrada, "la mediación permite poner en común dos posturas y llegar a un acuerdo satisfactorio y que beneficie a las dos partes, y en especial a los hijos, en caso de haberlos".
Precisamente este suele ser uno de los puntos más conflictivos en toda separación: "La custodia es un tema complicado porque implica no solo quién ejerce esa custodia y en qué términos, sino dónde. A veces los progenitores quieren vivir en sitios diferentes por cuestiones laborales o por todo lo que implica empezar una nueva vida, y eso supone el desplazamiento de los hijos".
Reparto de bienes
Junto con los hijos, el reparto de bienes suele ser el otro gran foco de disputa entre la pareja. "No siempre las cosas en común se pueden dividir de forma rápida. A veces, tal y como ocurre con las viviendas, se está de acuerdo en vender pero no con el precio de venta. O una de las partes quiere quedarse con ella pero no está de acuerdo con el precio que la otra parte considera justo. Estas son las cosas que más suelen alargar los procesos extrajudiciales".
Últimamente también las mascotas son elementos de discordia. "Son como hijos, en muchos casos, con similares mismos lazos emocionales para mucha gente, con la diferencia de que a ellos no se les puede preguntar dónde prefieren vivir", explica Suárez. "En los últimos tiempos, lo que suele funcionar es una custodia compartida, por ejemplo por semanas". O también medidas más drásticas como, si son una pareja de mascotas como perros o gatos, cada uno se queda con uno. Esta suele ser la peor parte para los animales que no entiende ni se les puede explicar la situación. Recomiendo tratar de evitarla".
En total, en el conjunto de Andalucía se presentaron 1.959 demandas de divorcio con acuerdo de disolución frente a las 1.741 demandas de divorcios contenciosos en el último trimestre. En cuanto a las separaciones con acuerdo se produjeron un total de 101, y 56 separaciones a través de proceso judicial. En todos los casos, las tasas de disolución han disminuido considerablemente, en especial con respecto a otras comunidades.
En el resto del Estado, el mayor número de demandas de disolución por habitante se registró en la Comunidad Canaria, con una tasa del 53,2%; La Rioja, con un 47,9%; Comunidad Valenciana, con 46,4%; Murcia, con 44%; Islas Baleares, con 43,5%; Asturias, con 42,4%; y Cataluña, con 41,9%. Todos estos territorios superaron la media nacional, que fue de 41,2 demandas por cada 100.000 habitantes. Por debajo de la media nacional se situaron País Vasco, con 30%; Castilla y León, con 33,7%; Navarra, con 34,2%; y Extremadura, con 34,5%.
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