Se desbloquean fondos para la finca de Gadafi en Málaga
Los guardas de La Resinera cobran los atrasos y el plan contra incendios que empieza en junio espera una autorización escrita
La comunidad internacional aprieta pero no ahoga al régimen del coronel Gadafi. Esta semana la coalición que lidera la OTAN ha hundido ocho barcos de guerra de las fuerzas leales al dictador. El secretario general de la Alianza, Rasmussen, sostiene que el coronel será pronto derrocado. Entre tanto se cumplen estos augurios, los bienes libios bloqueados hace dos meses por resoluciones de la Unión Europea y la ONU, empiezan a recibir fondos para su mantenimiento.
Por ejemplo, la finca La Resinera, de 7.000 hectáreas, situada entre la Sierra Bermeja y el mar, en los municipios malagueños de Benahavís, Júzcar y Pujerra. El plan contra incendios de esta explotación forestal propiedad del Libyan Foreing Bank (LFB) se podrá aplicar desde el 1 de junio al 15 de octubre, por un importe total de 297.000 euros. Aún no hay constancia oficial por escrito, pero según testimonios verbales de los inspectores del Banco de España que tutelan el Aresbank, intervenido en marzo, se va autorizar el pago de las tareas de mantenimiento.
Aresbank es propiedad en un 99,86% del LFB. Y fue el primer propietario libio de esta finca, en 1991, por la ejecución de una hipoteca impagada. A su vez, el Aresbank le vendió La Resinera a su matriz en 1995. La finca es esencialmente un bosque mediterráneo de alto valor ecológico, formado por alcornoques, encinas y pinos. Como tal ha sido tratado por sus propietarios libios, que sólo en los últimos años han tratado de promover una urbanización en la zona sur.
El complejo residencial, con 1.200 viviendas, hoteles, apartamentos turísticos, equipamientos docentes, deportivos y sociales, geriátricos, clínicas y un palacio de congresos, al amparo del decreto de campo de golf de interés turístico especial, surgió tarde. Se le habían adelantado otros promotores de golf en el mismo municipio. Pero, sobre todo, la resolución del 17 de marzo del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se decretó la zona de exclusión aérea y el embargo de armas, incluía una cláusula 19 en la que se congelaban los activos financieros y recursos económicos libios en el mundo.
El artículo 20 de esa resolución suponía en la práctica la expropiación de estos bienes, entre los que se incluye La Resinera. Decidía poner los activos intervenidos a disposición del pueblo libio, para que se utilizaran en su beneficio. Lo que significa que no volverán a estar bajo el control del régimen de Gadafi.
La Unión Europea ya se había adelantado a la ONU, con dos reglamentos de 2 y 11 de marzo, que venían a decir lo mismo. De hecho todos los bienes libios localizados en España que se consideran bajo control de Gadafi o su familia, han quedado encerrados bajo cuatro llaves. Las del Banco de España, Dirección General del Tesoro, Unión Europea y Naciones Unidas. Una madeja difícil se desenredar, incluso para aplicar el plan antiincendios de La Resinera. Aunque ya se ha desbloqueado parcialmente la cuenta de esta explotación forestal para atender los atrasos de los dos guardas de la finca, que llevaban dos meses sin cobrar.
El plan contra incendios de La Resinera tiene una vigencia de cinco años y fue aprobado por la Junta de Andalucía muy pocos días antes del embargo internacional: el 14 de febrero. En ese periodo el propietario se comprometía a construir 22 kilómetros de nuevos cortafuegos de veinte metros de ancho. Y conservar 28 kilómetros de cortafuegos ya existentes y 60 kilómetros de caminos forestales. La Consejería de Medio Ambiente considera que esta finca ha tenido siempre un perfecto mantenimiento y lo sigue teniendo en la actualidad. Pero ese excelente estado de la explotación forestal tiene un presupuesto anual de 50 millones de pesetas, que tiene que ser desbloqueado de inmediato.
Hay otras deudas de esta finca. Como los 60.000 euros que se deben de la última certificación de una valla con la que se ha cercado todo el perímetro. O algunas minutas de abogados y administradores. Sobre todo eso tiene que decidir la cuádruple llave que guarda las cuentas del Aresbank.
La situación de indefinición legal de esta finca tras las resoluciones de la UE y la ONU ha animado a la Plataforma Sierra Bermeja, Parque Nacional a reclamar al Gobierno español la expropiación forzosa de La Resinera. Cumpliría así con el artículo 20 de la resolución del Consejo de Seguridad del 17 de marzo. Esta plataforma pretende incluir la finca de propiedad libia en el futuro parque nacional de las Sierras Bermejas Malagueñas.
Ecologistas en Acción considera La Resinera el mayor latifundio de la costa occidental malagueña, y le concede un altísimo valor ambiental. La finca está afectada por un Lugar de Interés Comunitario, el de las sierras Bermeja y Real, y una Reserva de la Biosfera, la intercontinental de Andalucía y Marruecos.
La mayor parte de los 70 millones de metros cuadrados de La Resinera están protegidos medio ambientalmente. Pero en el sur, en el término de Benahavís, hay cinco millones de metros considerados suelo urbanizable programado en el PGOU de 1993. Esta parcela fue objeto de múltiples alegaciones en 2005 cuando se redactó el plan de ordenación subregional de la Costa del Sol Occidental, pero se mantuvo su calificación de urbanizable. Eso permitió a la propuesta de construcción de un complejo residencial, al amparo del decreto de campos de golf de interés turístico.
La resolución de la ONU ha hecho naufragar esa promoción. La Consejería de Turismo ha confirmado a este diario que ha suspendido el procedimiento emprendido para autorizar el complejo La Resinera Village en 480 hectáreas. El conflicto armado ha provocado estos daños colaterales para los intereses de Gadafi en la costa andaluza. La única propiedad del Libyan Foreing Bank en España espera su destino. Aunque el inmediato es empezar a aplicar un plan antiincendios al que están obligados todos los propietarios. Sólo que el de La Resinera no sabemos quién es.
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