Los defectos de la vista empeoran tras la irrupción de la pandemia

Los ópticos señalan a los hábitos de entretenimiento como factor que explica el agravamiento de las miopías 

La educación puede actuar como elemento de prevención en la salud visual

Los efectos que tiene el uso prolongado de pantallas

Una paciene se somete a unas pruebas de vista en una óptica. / J. M.
M. Lasida

29 de junio 2024 - 06:00

La percepción de la realidad depende en gran medida del sentido de la vista. El dato es concluyente: casi el 90% de lo que perciben los seres humanos lo hacen por medio de los órganos oculares, los ojos; el 10% restante corresponde al oído, al tacto, al olfato y al sabor. La importancia de la vista en la apreciación de lo que sucede en el entorno de un individuo explica la alarma del gremio de los ópticos y oftalmólogos ante la sobrevenida merma de la salud visual de la población, un empeoramiento que se ha visto acusado desde la irrupción de la pandemia y el afianzamiento de hábitos y conductas que están resultando perjudiciales. Entre las consecuencias, avisan los ópticos, los diagnósticos de miopía han registrado una duplicación de las dioptrías. Y el uso de los dispositivos electrónicos, así como la falta de ocio al aire libre en el que exista un horizonte para los ojos, está detrás de no pocos agravamientos de las miopías.

Los usos y las costumbres provocan cambios en la fisiología de los seres vivos, también, naturalmente, en la de los hombres. Los fallos en la vista son uno de ellos, según exponen quienes son conocedores de la materia. Este empeoramiento se está registrando en anomalías como la miopía, cuyos grados se están revelando “alarmantes”. El calificativo es de Esteban Moreno, vicesecretario general del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía. “En los últimos cinco años se ha pasado de una media de 1,5 dioptrías de miopía a una media de 3,4 dioptrías”, explica Moreno, quien informa de que siete de cada diez jóvenes de entre 18 y 30 años presentan algún tipo de anomalía en la vista, en especial los casos de miopía, y está causado principalmente por el crecimiento natural del ojo que se produce hasta los 26 años. También influyen las diferencias de las costumbres y los hábitos de entretenimiento. Que los niños pasen tan pocas horas al aire libre está favoreciendo un “notable incremento” de “ametropías”, es decir, de hipermetropía, astigmatismo y, sobre todo, de miopías. El peligro del alto grado de miopía aparece cuando la persona alcanza la denominada “miopía magna”, que es la que supera las seis dioptrías y que se asocia al riesgo del desprendimiento de retina.

uso infantil del móvil

En las primeras etapas de edad, los problemas de visión aumentan el fracaso escolar. La cifra que aportan los ópticos es significativa. Uno de cada tres casos de fracaso escolar tienen ese motivo. En la minoría de edad, la disfunción visual más frecuente es la hipermetropía. Los ópticos estiman que poco más de un millón de niños andaluces con menos de 12 años la sufren. La proliferación del uso de las tecnologías no ayudan, desde luego. Los datos que maneja la Consejería de Salud y Consumo cifra en casi un 75% el porcentaje de niños de entre 10 y 15 años que utilizan el teléfono móvil después de aumentar cinco puntos en apenas un lustro. La dimensión de la realidad se revela más evidente poniendo el anteojo, porque hace una década el porcentaje de menores que usaban el teléfono móvil era inferior al 60%. 

La recomendación de Moreno es nítida. “Los niños con menos de siete años no deberían usar pantallas y, si lo hacen, los padres deben procurar limitar el tiempo de uso y evitar que se acerquen demasiado. Mirar una pantalla requiere mucho esfuerzo de convergencia que es contraproducente para un sistema visual inmaduro y, además, la visión prolongada de pantallas hace que el cerebro asuma que su mundo visual es plano”, explica Moreno, que apunta a la pérdida de capacidad de ver tridimensionalmente del menor.

La docencia, las reuniones, el visionado de películas y teleseries y la generalización de la mediación de las redes sociales... Desde la pandemia se han incrementado las horas diarias que la población dedica al empleo de los teléfonos móviles y al resto de los herramientas electrónicas. “Ello está generando un aumento de la miopía en los jóvenes”, señala Moreno, quien añade que “muchos de ellos, no corregidos adecuadamente con ayudas visuales, incrementa la miopía”. Además del papel fundamental de los profesionales ópticos-optometristas, se antoja principal la información proporcionada en los centros educativos, “con charlas sobre cómo estudiar desde la edad infantil, descansar cada cierto tiempo, limitar el empleo de dispositivos electrónicos y la realización de actividad al aire libre, al menos una hora diaria”, indica Moreno.

Gafas gratis para los niños a partir de septiembre

Los andaluces podrán tener gafas subvencionadas con dinero público a partir de septiembre. Es la fecha probable en la que el Parlamento andaluz concluya la tramitación de la proposición de ley de Adelante Andalucía, fecha a partir de la cual será presentada también en el Congreso de los Diputados mediante la herramienta legislativa incluida en el Estatuto. El objetivo es garantizar la gratuidad de las gafas y el resto de productos ópticos para los menores y los adultos, en función de su renta de toda España. Los cálculos de la Adelante Andalucía es que la medida tenga un coste de unos 90 millones anuales, si la gratuidad se circunscribiera a los andaluces, y de unos 450 millones, si se ampliara a los españoles. Para Esteban Moreno, vicesecretario general del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía, “la financiación pública de gafas y lentes de contacto puede contener a medio plazo el aumento de la miopía” registrada.

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