Los críticos esperan un acuerdo entre Ferraz y Espadas antes de lanzar la candidatura

Los críticos del PSOE esperan estos días a que Juan Espadas "sea generoso" y entienda las razones del partido para buscar una nueva dirección que haga frente tanto a las próximas elecciones autonómicas como al deterioro territorial de la que aún es la federación más importante de la organización. Por eso, y para evitar un choque como el que se produjo para relevar a Susana Díaz, confían en que Ferraz -es decir o Pedro Sánchez o Santos Cerdán- sea quien pida a Espadas que llegue a un acuerdo sobre su relevo. Si no fuese así, habría una competición en elecciones primarias el próximo 1 de febrero.

Los candidatos tendrían que presentar sus candidaturas la primera semana de enero, y los críticos entienden que aún hay unas semanas para intentar alcanzar un acuerdo para "un cambio tranquilo". Uno de ellos ha explicado a este medio que no temen a las primarias, es más, el secretario del PSOE de Jaén, Francisco Reyes, entiende que es el mejor método para bautizar un nuevo liderazgo, pero se teme un relevo forzado parecido al de Susana Díaz.

Pedro Sánchez propuso a la ex presidenta varias salidas; entre elllas, una que pasaba por la presidencia del Senado. O la candidatura a las elecciones europeas, pero Díaz las rechazó y compitió con Espadas por la candidatura de las autonómicas. A pesar de que a priori las tenía perdidas, la sevillana quiso competir. Es algo similar a lo de Espadas, más allá de un núcleo formado por Irene García, Rafael Márquez, Dani Pérez y algunos miembros de su Ejecutiva, nadie confía en que el secretario general sea capaz de hacer algún daño electoral a Juanma Moreno.

Pero Ferraz tampoco quiere forzar la situación, preferiría que fuera el propio partido en Andalucía el que promoviese el cambio para no señalar a ninguna persona que pudiera llevar la etiqueta del "candidato de Madrid". Hasta ahora lo que Espadas sí ha recibido es la indiferencia de su candidatura y la escasa mención que Pedro Sánchez le hizo en el pasado congreso de Sevilla.

Los críticos, que agrupan a susanistas y a varias provincias que apoyaron en su día a Espadas, barajan varios nombres, pero parece que se impone la fórmula de elegir uno o una secretaria general, que forme una dirección fuerte y que más adelante se decida si éste u otra persona es la candidata a las elecciones andaluzas. Es la doble fórmula, aunque eso no significa una bicefalia, porque lo que se elige en el congreso del 22 de febrero en Armilla es una nueva dirección del partido. La candidatura a la Junta tiene otro proceso estatutario.

La doble fórmula es la que se pensó hace unos meses que podía liderar el jiennense Juan Francisco Serrano. Este diputado es secretario adjunto a Organización en la Ejecutiva federal, es un hombre salido del poderoso socialismo jiennense y mantiene excelentes relaciones con Santos Cerdán. Podría ser la apuesta de los críticos. La otra es Josele Aguilar, un abogado malagueño de largo recorrido que tiene la ventaja, frente a Serrano, que es parlamentario autonómico.

A Serrano le beneficia el respaldo de Jaén, que es una provincia que viene intentando acceder a la secretaría del partido desde los tiempos de Leocadio Marín. También su juventud, pero en el PSOE tampoco descartan otros perfiles novedosos como los de María Márquez o Lina Gálvez, aunque ésta última está menos ligada al partido. La idea que comparten los críticos, pero también Ferraz, es que el PSOE necesita en Andalucía una renovación profunda más allá de que el relevo sea generacional.

El único apoyo de peso con el que Espadas cuenta de momento, aunque puede variar, es el de la dirección sevillana. Su secretario provincial, Javier Fernández, lo respaldó públicamente este domingo, después de que el sábado expresase sus dudas sobre la continuidad. Hay quien interpreta este giro como un gesto humano ante una persona, que es el líder actual, y que no estaba recibiendo ninguna buena noticia en el pasado congreso. De hecho, Fernández también puede ser uno de los que sustituyan a Espadas.

Sin embargo, ni Cerdán ni Sánchez le han pedido a Espadas que dé ese paso al lado. El sevillano está ejerciendo esta semana de portavoz en el Senado y, según varias fuentes, aún no se ha producido una conversación que muchos ansían.

La doble fórmula permite dejar abierta una opción que nadie quiere dar por cerrada, la de María Jesús Montero. La vicepresidenta del Gobierno sí sería "un Salvador Illa" para Sánchez, pero el presidente no quiere desprenderse de su segunda en el Gobierno y en el partido. ¿Y más adelante? Ante esta pregunta, nadie en el PSOE-A quiere hacer planes a futuro, prefieren ir "partido a partido". Montero es a priori la mejor candidata a la Junta, la más conocida y la que cuenta con mayor experiencia de gobierno, tanto a nivel nacional como andaluz.