La vitamina D carece de evidencia
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La Consejería de Salud anuncia la administración a los ancianos de un fármaco que, sin ser desfavorable, no tiene aún prueba de su eficacia
El temor está haciéndose realidad. La pandemia empieza a campar de nuevo a sus anchas en las residencias de ancianos, la población más vulnerable al SARS-CoV-2. Aunque los geriátricos empezaron la segunda ola ajenos al Covid-19, después de la escabechina de la primera ola, el paulatino descontrol de la transmisión vírica está alcanzando, brote tras brote, los centros sociosanitarios, donde se han notificado las peores tasas de mortalidad registradas desde la primavera.
La Consejería de Salud de la Junta cree haber encontrado sin embargo un remedio preventivo a los altos grados de letalidad del coronavirus a esas edades. Después de la reunión del Consejo de Gobierno del martes, el consejero del ramo, Jesús Aguirre, anunció la próxima administración entre los ancianos residentes de un fármaco –calcifediol– que promueve en el organismo la síntesis de la conocida como vitamina D –que en realidad no es una vitamina sino un tipo de hormona–. La existencia de un déficit de esta vitamina u hormona en los casos más graves de la enfermedad ha conducido a los investigadores a potenciar su síntesis entre los ancianos, ya de por sí escasos de la sustancia.
No todos los expertos son favorables a la administración del calcifediol entre la población anciana, pese al criterio del responsable andaluz de Salud. Para tomar tal decisión, la Consejería se apoya en un ensayo clínico piloto realizado en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, un estudio que concluyó que la ingesta de una dosis alta de calcifediol redujo significativamente la necesidad de tratamiento en la UCl en 76 pacientes consecutivos hospitalizados con infección por Covid-19.
Sin una evidencia de su eficacia
Pero no hay un consenso rotundo al respecto del anuncio de la Consejería sobre el uso del calcifediol –el precursor metabólico de la vitamina D–. El farmacéutico del Hospital de Jerez Javier Sierra considera que, "por ahora, los datos no permiten confirmar que esta vitamina sea eficaz en el tratamiento" contra el Covid-19. "Creo que el balance entre el beneficio y el riesgo [del empleo del calcifediol] no es muy desfavorable, pero a estas alturas no podemos continuar aplicando intervenciones farmacológicas sin pruebas de que funcionen".
Para Sierra, que lleva analizando durante meses los estudios y ensayos publicados sobre los tratamientos para combatir el coronavirus, "el estudio de Córdoba no se ha hecho en el entorno al que quiere aplicarse", explica el farmacéutico, quien menciona además que el citado estudio adolece de "importantes limitaciones". "Incluye 76 pacientes cuando debía haber pasado de los 200", del que resultó el ingreso en la UCI de un paciente del grupo de intervención y 13 del grupo del control.
"Números tan bajos no pueden dar resultados robustos –añade Sierra– y, sin resultados robustos, no deberíamos intervenir en una población tan frágil que no se caracteriza por falta de medicamentos", dice en referencia a la polimedicación de estos grupos de edad.
La vitamina D y el aceite de hígado de bacalao
Salud aún no dispone de una estimación del gasto que supondrá la administración del calcifediol en los geriátricos andaluces durante los próximos meses. Dependerá de cuántas prescripciones se hagan de ese medicamento, explican fuentes de la Consejería, pues serán los médicos del SAS quienes lo receten según "lo consideren conveniente".
Con todo, no supone una novedad el uso de la vitamina D como tratamiento para la prevención de las enfermedades respiratorias. Era el sentido que tenía la ración periódica del aceite de hígado de bacalao que los padres de la posguerra les brindaba a sus proles.
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