“No pienso contribuir a alimentar una nueva polémica con Doñana”
Entrevista | Ramón Fernández-Pacheco, consejero de Medio Ambiente
Es uno de los miembros del Ejecutivo con más visibilidad, tanto como portavoz como responsable de uno de los asuntos sobre los que ha pivotado el año político en Andalucía
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Sevilla/Acaba de cumplir año y medio como consejero de Medio Ambiente, que solía ser una de las marías del Consejo de Gobierno. No se aburre en absoluto. Juanma Moreno le confirmó en el cargo con una llamada de apenas 11 segundos en su despacho de la Alcaldía de Almería, cuna de consejeros medioambientales junto a Huelva. “Que te vienes, que vas a ser consejero de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Economía Azul. Mañana tomas posesión, venga organízalo”. Desde entonces, no ha parado y este año menos.
–Por ir con lo último, la famosa Lista Verde. ¿Si yo digo mañana que Doñana ha salido de esa lista porque la Junta no dio una subvención a la entidad que la promueve, me equivoco?
–Estoy seguro de que no. Sería muy grave que eso fuera así.
–¿No les dijeron nada cuando se encontraron en la Cumbre del Clima de Dubái?
–Mantuvimos un encuentro con la máxima responsable de la UICN, en la que nos dijo que la Junta había mantenido una subvención nominativa de 140.000 euros en 2018 y nos pidió que continuáramos en esa colaboración, pero nunca ligó ambos asuntos. De hecho, de la Lista Verde no hablamos. A mí eso fue lo que me llamó la atención; de los 16 parques nacionales que hay en España, sólo hay dos que figuran en la Lista Verde y los dos están en Andalucía, que en una reunión de 15 o 20 minutos que duró, no les sacara el tema, me llama la atención, de verdad. Ni el Gobierno de la Junta, ni yo mismo, vinculamos las dos cosas.
–Independientemente del motivo, lo que sí trasluce es que el acuífero de Doñana está mal.
–Sí, objetivamente mal.
–Y por muchas razones.
–El problema de Doñana es que se ha convertido en un elemento de desgaste político permanente.
–En otro.
–En el ámbito de mi Consejería el principal. En el debate de los Presupuestos todos los grupos dedicaron todos sus minutos a hablar de la Lista Verde de Doñana. Es uno de los tres parques nacionales en Andalucía, donde también hay 24 naturales, reservas de la biosfera, zonas de especial protección , política forestal, economía azul... y de todo eso nadie habla, entiendo que porque va muy bien. Al final, la reflexión serena sobre Doñana se produjo en el Consejo de Participación.
–¿Cómo fue?
–De las cinco horas que duró, a la Lista Verde se le dedicaron 20 minutos. Ahí sí que hubo espíritu constructivo, por parte del presidente, de la Administración General del Estado, ecologistas, empresarios y de los propietarios de fincas. Se habló de las posibilidades que se abren con la compra de Veta la Palma. Cuando escucho lo que se habla en el Parlamento, me da la sensación de que se aleja de lo que le interesa a la gente.
–¿Con la ley de regadíos cometieron un error de cálculo?
–Era una ley que se presenta por primera vez en el anterior legislatura, cuando yo no formaba parte del Gobierno y se presenta en un ambiente muy diferente al que luego tuvimos, hasta el punto de que el PSOE se abstuvo en la primera de ellas. Creo que había consenso en torno que existía un problema social que necesitaba una solución. El PP se presenta en su programa electoral y a nadie se le esconde que si ganamos las elecciones lo vamos a llevar adelante. Incluso la proposición no es la misma porque dijimos que íbamos a matizar y a darle un enfoque más ambiental, con más garantías y se introduce el concepto este de aguas superficiales. Yo no preveía el nivel de beligerancia que se que se desató. Creo que algunos de los que se opusieron a la proposición de ley, lo hicieron convencido de que no era la mejor solución, lo cual es plausible y otros es que ni se la leyeron. Cada vez que oía que íbamos a destrozar Doñana pensaba que era imposible llegar a esa conclusión la hubieran leído imposible.
– Y luego lo solucionan todo con una llamada entre la vicepresidenta del Gobierno y el presidente de la Junta.
–Fui dos veces a ver al secretario de Estado y me senté con él y me reuní. El 28 de diciembre de 2022 hice declaraciones agradeciéndole de crear un grupo de trabajo para solucionar este problema. Al final hemos creado ese grupo pero nos podríamos haber ahorrado la polémica. Creo que se ha desatado una crítica feroz muy alejada de la realidad de Doñana.
–Imagino que conoce el Parque como su casa.
–Estuve esta semana y eché toda la mañana con los técnicos del parque también del organismo de Parque Nacional que depende del Ministerio, con la gente de Tragsa que trabaja allí y se que la realidad del Parque otra totalmente diferente. ¿Doñana tiene problemas? Por supuesto. Es un humedal. Cómo no va a estar afectado por la sequía que padecemos desde hace 5 años. Tiene presiones humanas como la agricultura el turismo. No es ajeno a todo eso, pero lo que necesita es gestión, mejorar en detectar cuáles son las amenazas y ponerle solución. Eso se hace mucho más desde el consenso y desde el punto de vista técnico que profiriendo insultos. Ahora el problema es la Lista Verde y hay quien está encantado, porque es otra vía para empezar a pelearnos y yo de verdad no es que no pienso contribuir a otra polémica.
–Como si hiciera falta.
–El que mejor lo describió en el Consejo de Participación fue el subsecretario de Estado que dijo que era otro indicador más de, que tenemos que ponernos las pilas. La Lista Verde dice expresamente que la proposición de ley no tiene nada que ver, que es por la gobernanza. Todos los años se aprueba un plan de trabajo por unanimidad y es en ese entorno en el que debemos trabajar.
–Lo mejor que han hecho es tratar de desconectar Matalascañas del acuífero.
–Eso es lo que necesita Doñana que es el espacio natural de Andalucía y de España más supervisado. El director del Parque me decía que hay más de 80 proyectos de investigación todos los años y tiene todas las figuras de protección.
–Con la protección de estos espacios protegidos se debe ser muy estricto, es decir, que no se mueva ni una simple piedra.
–Y si se hace que sea porque los profesionales estiman que es bueno. En Doñana se gestiona, se hacen talas selectivas o se lucha contra los incendios, o lo que se hace en torno a la Romería del Rocío. Miguel Delibes dijo que parece que porque el director del parque es de la Junta es la única Administración responsable y eso no es así. El palacio de Las Marismillas lo gestiona el Ministerio de Educación, el director de la estación Biológica, Eloy Revilla es trabajador del CSIC, del Ministerio de Ciencias de Diana Morant, es decir que tiene una cogobernanza de un montón de administraciones que funciona bien Los 200 profesionales que trabajan y leen algunas de las cosas que se dicen por ahí, alucinan.
–¿Cómo se rebaja ese nivel de crispación?
–No voy a utilizar nunca Doñana para desgastar al PSOE. Doñana necesita que se aplique el plan de trabajo que se aprobó por unanimidad, que se desarrolle, que se siga invirtiendo y que se y que dejemos de hablar mal de Doñana. Lo de la Lista Verde ha servido para que pidan mi dimisión, aunque hasta hace unos días no sabían ni lo que era. Yo no voy a contribuir a eso, al igual que con Sierra Nevada o con Cabo de Gata. Esos espacios tienen sus directores que fueron nombrados en la etapa del PSOE , son todos profesionales y sigue ahí porque son los mejores. De eso se trata, no de poner un amiguete, sino poner al mejor.
–Sería bueno también rebajar esa crispación en todos los ámbitos. En la última Sesión de Control se habló sobre todo de la Alcaldía de Pamplona y de Bildu.
–Vivimos en un momento de crispación absoluta. Lo estamos viendo en la política nacional. Llevamos días con que si el presidente del Gobierno se va a reunir con el líder de la oposición. Para eso nos pagan, para que nos reunamos. Lo que ocurre es que se han cruzado tantas líneas rojas, se ha dicho tantas veces una cosa y cuando han pasado las elecciones, se ha hecho la contraria, que ahora son víctimas de sus propias mentiras.
–Hay una cosa que comparte con Juanma Moreno y es que ambos son catalanes.
–La consejera de Salud también.
–Otro de los temas que también son recurrentes. Da ganas de renombrar el Hospital de las Cinco Llagas como el Parlament.
– Ahí sí que es cierto que todo lo que suponga un agravio para la comunidad andaluza, se tiene que tratar en el Parlamento y ahora se privilegia a unas frente a otras.
–Ahora que se han aprobado el Presupuestos, ¿usted es de los que se gasta todo?
–Gastárselo todo es casi imposible. Ahora, con los fondos europeos es todavía más complejo.
–¿Cómo le gustaría dejar Doñana?
–Lejos de la polémica.
–¿Lo va a conseguir?
–Hemos dado un paso importante. En el Consejo de Participación, todo el mundo reconocía que estamos ante una oportunidad única, porque por primera vez tenemos un gran pacto con una hoja de ruta clara y con presupuesto. Hemos generado tantas expectativas con este acuerdo que la responsabilidad es mayúscula, la de no defraudarlas. Tenemos que proteger Doñana pero hay muchos alcaldes que están preocupados con lo que pasa con sus pueblos y con los trabajadores. Son muchos los retos que hay y no va a ser fácil.
–Hay mucha gente que va a dejar sus fincas.
–El acuerdo se ha hecho para que dejen sus fincas, pero no sus pueblos.
–¿Hay tanto enfado entre los propietarios como se ha deslizado en estas últimas semanas?
–He sido alcalde muchos años. Hay que escuchar a la gente. No hay que elegir entre agricultores y Doñana, porque forman parte de el Parque. Alguien piensa que esa gente se levanta por la mañana con la obsesión de ver cómo nos cargamos Doñana y se sientan en una mesa camilla, trazando planes maquiavélicos a ver cómo consiguen destrozar el Parque.
–¿Hay alguien que le ha venido con una buena idea para solucionar esta cuestión?
–Cuando se presentó la proposición, el PP tenía mucha esperanza de poder pactar este tema con el PSOE, porque fuera de los micrófonos todo el mundo lo decía. Al final entiendo que la política lo enredó todo y acabamos en una escalada de violencia dialéctica que para nada era constructiva.
–Cambiando de tema. Hábleme del hiperliderazgo de Juanma Moreno. Todo gira a su alrededor.
–Es la figura decisiva del momento político actual. Emprendió un camino arriesgando mucho, se la jugó a doble o nada y le salió bien y hoy tiene una mayoría una mayoría absoluta que le permite gobernar con cierta holgura. Ha cambiado el panorama político de Andalucía.
–¿Deja trabajar?
–Yo soy el responsable de la Consejería de Medio Ambiente, yo elijo a los equipos en la Consejería y al final él me pide explicaciones a mí. No va a llamar nunca un director general. Deja hacer. Nuestro político gira en torno a su figura. Creo que hay mucho más andaluces que el pasado mes de junio de 2022 votaron a Juanma Moreno, más que al PP.
–Supongo que con esto de Doñana, le habrá llamado más de los 11 segundos que tardó en confirmarle como consejero.
–Ha estado pendiente a diario. Se ha expuesto mucho. El asumió un compromiso con esas familias. Les dijo que si soy presidente eso va para adelante. Pero no sólo conmigo, con la consejera de Agua o con Antonio Sanz.
–Que le ha quitado el Infoca, por cierto.
–La prevención de los incendios es cosa nuestra. Se cumplió un compromiso en la creación de la Agencia de Emergencias.
–¿En el Consejo de Gobierno se ha pasado de hablar de Doñana a hacerlo de Sanidad, de las listas de espera?
-Se habla de todo y son muy enriquecedores, por esto tardan mucho.
–¿Hay tan buen rollo como dan la impresión?
–Hay gente a la que yo conozco desde hace 20 años. Me afilié al PP con 19 años y Antonio Sanz era el secretario general del PP de Andalucía. A Juanma lo conozco desde hace un montón de años y a José Antonio Nieto, como a Loles López, a Rocío Díaz. Hay otros como Jorge Paradela, los he conocido ahora o José Carlos Gómez Villamandos. Hay un equilibrio muy bueno entre gente que tiene un bagaje político importante sobre todo en la administración local. Estamos cuatro ex alcaldes. Me parece positivo que gente de fuera de su opinión.
–No es de su Consejería, pero la sequía nos afecta a todos.
–Es el mayor problema que tiene ahora mismo Andalucía. El mes de diciembre, por ejemplo, que en Andalucía siempre un mes en el que suele llover, no ha caído una gota. Si sigue así, las grandes ciudades lo van a pasar mal, vamos a abrir el grifo y no va a salir agua. Y y yo creo que la gente cada vez más consciente del problema real, que al que nos estamos enfrentando, es que si no llueve muchas ciudades lo van a pasar. Todos los sectores lo van a padecer directamente.
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