El ex consejero Fernández califica los ERE de "instrucción imposible" si no puede completarse en seis meses

El ex consejero Antonio Fernández ha solicitado a la juez María Núñez Bolaños que no declare el caso de los ERE como de “especial complejidad”, lo que conllevaría ampliar la investigación si fuera necesario por otros 18 meses, al estimar que dicha ampliación es “improcedente” en la pieza del denominado procedimiento específico, al tratarse de la parte “más avanzada y depurada”, y supondría además “dilatar aún más el procedimiento”.

El abogado Alfonso Martínez del Hoyo, que representa al ex consejero, asegura en un escrito remitido al juzgado que si después de un lustro de instrucción judicial y tras la división de la causa en piezas, a pesar de todo se entiende ahora por parte del Fiscal que la investigación no podrá completarse en seis meses –nuevo plazo que fija la Ley de Enjuiciamiento Criminal como regla general-, “tal vez entonces es que no nos encontremos ante una instrucción compleja, sino ante una instrucción imposible y a cuya finalización dentro de un horizonte razonable confesadamente se renuncia”.

Así, considera una “justificación tan estereotipada como insuficiente” la alusión de la Fiscalía Anticorrupción respecto a que concurren muchos de los requisitos que establece el artículo 324.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para la declaración de complejidad de una instrucción, al tiempo que entiende que supondría “dilatar aún más el procedimiento”, por lo que invoca además la lesión del derecho a un proceso sin dilaciones indebidas.

La defensa del ex consejero de Empleo se reafirma en su convicción respecto a la necesidad de “finalizar cuanto antes y en primer lugar la instrucción –y elevación a juicio- de esta pieza del procedimiento específico”, dado que considera que el auto de transformación en procedimiento abreviado es “perfectamente posible, oportuno y necesario” dictarlo en el plazo ordinario de seis meses, tiempo en el que pueden concluir las diligencias de investigación ya acordadas y “pendientes de practicar, o las que se acuerden practicar a partir de ahora, en relación a ninguna de las cuales estimamos seriamente que sea previsible una especial duración o complejidad”.

Por último, Antonio Fernández entiende que una vez cumplido ese plazo de seis meses, sería posible en caso de no haberse concluido la instrucción declarar la especial complejidad de la causa y “ampliar extraordinariamente” el plazo de la investigación.