La ciudad que no quiere fusiones
Granada
HAN pasado ya tres meses desde que Salud se enfrenta a su mayor crisis con la movilización social y profesional sin precedentes en Andalucía contra su modelo de fusiones hospitalarias. Una protesta que comenzó en Granada y se ha extendido ya a otras provincias como Sevilla, Huelva o Málaga, con movilizaciones que han generado una marea blanca sin precedentes para la Junta ya que afecta a la joya de la que presume Andalucía, su sistema sanitario público. El germen de todas las movilizaciones comenzó en Granada en octubre de 2016 cuando más de 80.000 personas secundaron la manifestación convocada por Jesús Candel, un médico de Urgencias que se ha convertido en la pesadilla de Susana Díaz y toda su Consejería de Salud. Candel o Spiriman, su alias en las redes sociales, desde las que moviliza a miles de personas, levantó a profesionales, sindicatos, partidos y a toda una ciudad contra el cambio en la asistencia sanitaria que supuso abrir un nuevo hospital en Granada, tras lo que se pasó de tener dos hospitales generales a un único complejo con centros divididos por especialidades, la materialización de la política de fusiones puesta en marcha por Salud desde la época de María Jesús Montero como consejera del ramo. Los fallos de la aplicación de ese modelo el pasado verano generaron el descontento de pacientes y profesionales y fue el caldo de cultivo perfecto para iniciar las protestas. Y ya van tres manifestaciones masivas en Granada con decenas de miles de asistentes y cuatro concentraciones con Candel a la cabeza como azote de la política sanitaria.
La presión social obligó a Salud a ceder pese a que entiendan desde la Consejería que no ha podido ejecutar al cien por cien su modelo y demostrar sus beneficios y que detrás de este movimiento existen intereses políticos y de privatización sanitaria y aspectos que van más allá de la mera defensa de la sanidad. Pero su cesión no ha convencido aún a las partes críticas, a Candel y a las plataformas creadas para defensa de la sanidad pública. No se creen a la Junta a pesar de que la Administración paró el resto de fases de la fusión, firmó con cuatro sindicatos un acuerdo para negociar volver a dos hospitales completos y la nueva gerente del hospital da su palabra de que trabaja para ello. Y es que tanto Candel como las plataformas han quedado fuera de toda negociación, lo que mantiene la tensión de las protestas y hace que exijan formar parte de la salida. Porque no ceden ni una coma en sus exigencias.
El consejero de Salud, Aquilino Alonso, se reunió con Candel y miembros de las plataformas, y la gerente de los hospitales, Cristina López, recibió a sus ocho negociadores. Pero hasta ahí su participación en la resolución de este conflicto, lo que hace a los críticos quitar legitimidad a las acciones encaminadas a buscar una solución si no se cuenta con ellos. De hecho, para ellos la única interlocutora válida ya es la propia presidenta, Susana Díaz, que no se ha puesto al frente del problema pese a la dimensión adquirida. La presidenta dio orden tras surgir las protestas de que se atajara el problema de inmediato. Pero tres meses después no se han calmado las mareas y siguen al alza ganando la batalla de la movilización las partes críticas frente a la carencia informativa de los cambios realizados por la Junta.
Salud se mantiene en que tiene las competencias exclusivas en el diseño de la organización sanitaria para hacerlo a su modo, sin presiones y exigencias. Los críticos, en que hay que escuchar a quienes han levantado a una ciudad entera y que ya tampoco se encuentran representados en los cuatro sindicatos con los que Salud firmó el acuerdo de negociación (CCOO, UGT, CSIF y Satse) tras muchas presiones por intentar solucionar el conflicto y que también se ha vuelto en contra de los sindicatos, que tras la última reunión esta semana han dado un paso atrás hasta que no vean que Salud cumple su palabra.
Tras tres meses de protestas, la situación a día de hoy mantiene por tanto divididas a las partes. La Administración asegura que se compromete con lo firmado y que devolverá a Granada dos hospitales completos, para lo que a partir de esta semana comenzará a trabajar una comisión de profesionales que rediseñe el modelo, para lo que pide que se le deje trabajar. Enfrente, las plataformas críticas y Candel, que mantienen la presión con concentraciones y actos de protesta y que exigen como prueba de que se cumple con lo que pide Granada la derogación de la orden de fusión. Tras eso, las dimisiones de los responsables sanitarios de la Junta: el consejero, Aquilino Alonso, el viceconsejero, Martín Blanco, el delegado de Salud en Granada, Higinio Almagro, y la gerente del hospital, Cristina López. Además, en la próxima semana crearán la asociación Justicia por la Sanidad con la que quieren llevar a los juzgados una presunta trama de corrupción en la sanidad pública.
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