El chófer de Guerrero pide menos medidas cautelares para buscar trabajo
Caso de los ERE
Juan Francisco Trujillo solicita a Alaya su DNI y que sólo tenga que comparecer una vez al mes en los juzgados.
Juan Francisco Trujillo, el chófer imputado en el caso de los ERE, ha pedido a la juez que le devuelva su DNI y levante su obligación de personarse dos veces a la semana en un juzgado para facilitar su búsqueda de trabajo. En un escrito dirigido a la juez Mercedes Alaya,Trujillo recuerda que desde el 14 de junio de 2012 está obligado a comparecer ante el juzgado de instrucción de Andújar (Jaén) los lunes y miércoles de cada semana, y además tuvo que depositar su DNI. Transcurrido este tiempo, "ha cumplido escrupulosamente las citadas obligaciones" y por ello su abogado cree que "es el momento de atemperar sus consecuencias, sobre todo porque la obligada comparecencia dos veces por semana, en horario laboral, le impide ser contratado por cuenta ajena, circunstancia que es relevante para conseguir un trabajo".
Por tanto, pide que la comparecencia judicial sea una vez al mes y se le devuelva su DNI, aspectos sobre los que el juzgado de instrucción 6 de Sevilla ha pedido al fiscal y a las partes personadas que se pronuncien en el plazo de tres días. Juan Francisco Trujillo, que fue chófer del ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, declaró a la juez haber gastado hasta 25.000 euros al mes de ayudas de la Junta en cocaína para sí mismo y su jefe.
Trujillo estuvo encarcelado varios meses durante el año 2012 por haber percibido 1.350.000 euros de la Junta para tres empresas ficticias y otros 122.649 euros de una ayuda sociolaboral que recibió su madre. Sin embargo, en junio de 2013 fue declarado insolvente para hacer frente a su fianza civil de 2,3 millones de euros pues resultaron infructuosos todos los intentos de averiguación patrimonial y en las ocho cuentas bancarias embargadas solo se encontraron 1,64 euros.
El chófer, que es uno de los 145 imputados por los ERE, declaró a la juez que en dos ocasiones se desplazó a Madrid por orden de Guerrero y recibió sobres con dinero de responsables de la aseguradora Vitalia. También reconoció haber percibido 1.350.000 euros de la Junta para tres empresas que creó por sugerencia del ex director general, que en realidad eran "ficticias" y Guerrero lo sabía, así como haber cobrado 6.900 euros por otros tantos trabajos para Dhul y Delphi en los que se limitó a descargar una Memoria Económica de la propia empresa.
Cuando compareció como imputado ante Alaya, en marzo de 2012, también reconoció que en aquel momento estaba cobrando el paro indebidamente pues le dieron de alta de manera ficticia dos empresarios conocidos suyos. Con las ayudas obtenidas durante el tiempo en que fue chófer de Guerrero (2003-2007), Trujillo se compró tres terrenos y un piso en la calle San Luis de Sevilla, devolvió entre 60.000 u 80.000 euros en mano a Guerrero y, entre otras cuestiones, se gastó unos 40.000 euros en regalos para su jefe, 4.000 euros para un piano que le compró, 1.200 euros en teléfonos móviles, le pagó unos 2.000 euros en ropa, le regaló dos relojes y le compró antigüedades que él mismo trasladó a su domicilio en El Pedroso (Sevilla), según manifestó.
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