El ex chófer de Guerrero declara que gastaba 25.000 euros en cocaína al mes

Escándalo de los ERE

Trujillo dice que las ayudas se daban a personas "cercanas a Guerrero o al PSOE" · Alaya le imputa hasta 11 delitos, entre ellos malversación, prevaricación, cohecho y falsedad documental

Jorge Muñoz

20 de marzo 2012 - 11:13

Sevilla/Juan Francisco Trujillo, ex chófer del ex director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta Francisco Javier Guerrero, ha dicho este martes a la juez Mercedes Alaya, que investiga el escándalo de los ERE, que con el dinero de los fondos públicos llegó a comprar hasta 25.000 euros al mes en cocaína, sustancia que consumían él y su jefe "a cualquier hora".

El antiguo conductor del ex alto cargo ha explicado que fue el propio Guerrero quien le presentó a una persona que sabía donde podía conseguir la cocaína y añadió que el ex director de Trabajo le comentó que esa sustancia "le mantenía despierto".

Trujillo ha dicho que con el dinero de las ayudas que le concedió Guerrero le invitaba a tomar copas y cocaína, y ha afirmado que cada uno podía consumir entre cinco y diez gramos al día. El chófer ha añadido que iba a comprar drogas en principio cada tres o cuatro días.

También ha relatado que en le entregó a Guerrero entre 60.000 y 80.000 euros en metálico, además de una serie de regalos como cuadros, relojes y un piano, así como ropa valorada en unos 2.000 euros y teléfonos móviles por otros 1.000 euros. Según Juan Francisco Trujillo, los regalos los llevaba a la casa de Francisco Javier Guerrero en El Pedroso (Sevilla).

La juez ha imputado a Trujillo un total de once delitos, en concreto, los de obtención indebida de subvenciones pública, un delito continuado de cohecho, otro de tráfico de influencias, prevaricación, malversación, un delito de falsedad en documento mercantil y otros tres delitos de falsedad en documento oficial.



El ex chófer ha explicado a la instructora que él no entraba a las reuniones oficiales de Guerrero, pero sí le acompañaba a "tomar copas" a la salida de las mismas y después le llevaba a su casa en El Pedroso. Según Trujillo, Guerrero quedaba en los bares de copas para "despachar" los asuntos de la dirección general de Trabajo, ya que la jornada laboral de Guerrero consistía en que habitualmente a mediodía abandonaba la sede de la dirección general para ir a comer a un restaurante y después iba a tomar copas a un bar, donde despachaba los asuntos por la tarde.

El ex chófer ha dicho que llevó a Guerrero en dos ocasiones a despachar con el entonces consejero de Presidencia Gaspar Zarrías, en una de las cuales salió "muy enfadado". También le ha visto molesto porque en ocasiones le paralizaban los pagos de las ayudas.

En cualquier caso, el antiguo conductor ha reconocido que se daba cuenta de que las ayudas se concedían a personas "cercanas a Guerrero o al PSOE" y ha precisado que el ex director de Trabajo "presumía" de la capacidad que tenía para conceder las subvenciones.

El antiguo conductor de Francisco Javier Guerrero recibió hasta tres subvenciones públicas por importe de 1,3 millones de euros y además logró incluir a su madre en una póliza, por la que recibió otros 122.000 euros, tras falsificar su firma en el despacho del ex director general de Trabajo, según ha reconocido en su declaración ante la Policía.

Sobre las subvenciones, Trujillo ha afirmado que fue el propio Guerrero quien le ofreció la posibilidad de concedérselas cuando ambos estaban en un bar de copas. "Tú crea una sociedad y yo entendí que me invitaba a crear empresas ficticias", ha admitido Juan Francisco Trujillo en el interrogatorio de la juez Alaya.

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