URBANISMO
Las dos rotondas infernales de Eduardo Dato y Kansas City

Las consejerías del Gobierno andaluz se intercambian competencias

Cambios en la Junta

El presidente andaluz asume la gestión de las políticas ecológicas en Andalucía

La Consejería de Igualdad pierde atribuciones en violencia de género, residencias de ancianos y juventud

El vicepresidente andaluz, Juan Marín, en el Consejo de Gobierno. / M. G.

El ansiado cambio de Gobierno de Juan Marín ha terminado en un vaciado de las competencias de las consejerías dirigidas por Ciudadanos. El vicepresidente Marín consigue que buena parte del área de violencia de género vaya a su macroconsejería en detrimento de la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, que también pierde la gestión de las residencias, que va a parar a Sanidad. Pero el vaciado más acusado lo sufre el consejero de Economía, Rogelio Velasco, nombrado también por Ciudadanos, que pierde el área de Fondos Europeos.

Será ahora el consejero de Hacienda, Juan Bravo (PP), quien asuma la gestión del dinero procedente de Bruselas, justo en el momento en que España se dispone a recibir 140.000 millones de euros. El departamento de Rogelio Velasco llevaba ya varias semanas trabajando en proyectos para la recepción de estos fondos. Las políticas de cambio climático, en las que el presidente Juanma Moreno, estaba especialmente interesado, pasan a la Consejería de Presidencia, dirigida por Elías Bendodo, quien también asume las políticas migratorias.

Hay cambios en el Gobierno andaluz, pero sin cambio de titulares al mando de las consejerías. Marín, de Ciudadanos, aspiraba a crear algún departamento más, pero el PP se opuso porque ello habría ocasionado un aumento del gasto. A la vez, el vicepresidente aspiraba a debilitar a Rocío Ruiz. Ha conseguido lo segundo, pero no lo primero, aunque en el cómputo global es Ciudadanos el que sale más debilitado.

Según Marín, sin embargo, el ajuste aprobado este viernes por el Consejo de Gobierno busca mejorar la adaptación al contexto del Covid-19 y aumentar la agilidad de la administración. La Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación es la que pierde más atribuciones. La gestión de las residencias de ancianos pasa a la Consejería de Salud; la correspondiente a Juventud será transferida a Empleo, y habrá políticas de violencia de género que asumirá Justicia, departamento incluido en el gabinete de Marín.

Hay quien interpreta esta reducción competencial de la Consejería de Rocío Ruiz, compañera de partido de Marín en Ciudadanos, a un enfrentamiento de liderazgos en el seno del partido naranja en Andalucía. La permanencia de Ruiz en el Gobierno andaluz, sin embargo, ha estado avalada desde el comienzo de las turbulencias por la dirección nacional del partido. Igualdad, en cualquier caso, no pierde la gestión del Instituto Andaluz de la Mujer o el Instituto de la Juventud, según ha aclarado Marín a preguntas de los periodistas presentes en la sala de prensa del Palacio de San Telmo.

La líder nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, llegó a reunirse con Marín a principios de agosto en el palacio de San Telmo. Arrimadas paró la crisis de Gobierno a la que aspiraba su vicepresidente, al entender que no era el momento de ajustes en el Ejecutivo.

Otro cambio significativo en el Gobierno andaluz afecta al presidente andaluz, Juanma Moreno, quien asume a partir de ahora la dirección del total de las políticas ecológicas, hasta ahora en poder de la Consejería de Agricultura. Moreno será la cabeza visible de la llamada revolución verde y liderará el Comisionado de Cambio Climático.

Por duplicidades, la cartera de Hacienda se hace cargo del total de la captación de los fodos europeos, una gestión que ha tenido compartida hasta la fecha con Economía. La tramitación de estas partidas pasarán a ser gestionadas por Juan Bravo. El titular de Hacienda, con labores también en la dirección del partido en Madrid, ve reasignadas sus funciones vinculadas a la industria y minas al gabinete de Economía, conducido por Rogelio Velasco.

Las políticas migratorias pasan en su conjunto a estar en manos de la Consejería de Presidencia después de haber estado compartida hasta la fecha por la macroconsejería del también vicepresidente, Juan Marín.

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