Un cambio en el que influye la presión de cinco madres
El colectivo cordobés Hermano ven a mi cole elevó su problema hasta el presidente Zapatero
Durante muchos años, familias andaluzas han luchado contra la baremación establecida por la Consejería de Educación para conseguir que sus hijos entraran en el colegio elegido, en la mayor parte de los casos, en centros concertados. A esa presión y esa la lucha se sumaron el pasado mes de mayo cinco madres cordobesas, que constituyeron la plataforma Hermano ven a mi cole.
A estas cinco mujeres, la Delegación de Educación no les concedió una plaza en el colegio Salvador Vinuesa para sus hijos pequeños, que este curso han iniciado su etapa de Educación Infantil, a pesar de que sus hermanos mayores ya estaban dentro. El primer paso que dieron fue el de interponer una denuncia contra 24 familias "por falsedad de datos" en sus solicitudes de escolarización y que consiguieron su puesto. Sin embargo, esta denuncia no les sirvió para nada y comenzaron a investigar por su cuenta y encontrar algún resquicio por el que poder entrar en el citado centro.
Así, descubrieron casos similares en Ibiza (Baleares) y también en Galicia, familias con las que se pusieron en contacto. La primera recomendación que les dieron fue la de constituirse en plataforma para hacer más presión ante la Administración educativa; así nació el colectivo Hermano ven a mi cole. Estas madres cordobesas comenzaron su presión en la calle recogiendo firmas, incluso una de ellas, Lourdes Morales, acudió al programa matinal de Televisión Española en Madrid para dar a conocer su problema. Es más, remitieron una carta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con la misma intención: conseguir que sus hijos fueran al mismo colegio. Su lucha continuó con entrevistas que van desde la edil de Educación e Infancia, Elena Cortés; el primer teniente de alcalde, Rafael Blanco, y con el Defensor del Pueblo Andaluz, Luis Chamizo. Todos escucharon su denuncia, pero no les ofrecían solución. Otra forma de presión de la que echaron mano fue la de concentrarse frente a la Delegación de Educación con sus propios hijos, pero tampoco surtió efecto.
Tras conocer el cambio de baremación, Lourdes Morales, mostró ayer su satisfacción "por el problema tan grande que hemos solucionado", si bien recordó que durante este curso estas cinco madres tienen que hacer malabares para poder llevar a sus hijos al colegio. "Lo intentaremos el año que viene, pero tampoco es seguro", apuntó. Esta madre lamentó que esta situación ha provocado que tenga que renunciar a ofertas de trabajo y avanzó que seguirán trabajando para evitar que se sigan produciendo "fraudes en el proceso de escolarización". "Vamos a seguir luchando por este tema en todo el país", subrayó y avanzó que próximamente se pondrán en contacto con padres afectados en Sevilla para hacer que la presión sea aún mayor.
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