La búsqueda de Ruth y José se aplaza sin resultados al día 25

La búsqueda en la finca de Las Quemadillas de Córdoba finalizó por cuarto día consecutivo sin arrojar ningún dato sobre el paradero de Ruth y José. Los agentes encargados de la investigación, junto al equipo de arqueólogos y geólogos, no volverán a la parcela de los abuelos paternos hasta el próximo día 25, cuando está prevista la llegada de un georradar que, al igual que al comienzo de la investigación, rastreará el terreno.

El hijo del abogado de José Bretón, Baldomero Sánchez de Puerta, señaló a su salida de la finca que durante los cuatro días de registro "no se ha encontrado nada" en la parcela, al tiempo que explicó que la búsqueda "se para hasta el 25 de junio por decisión del juez", ya que hoy tendrá lugar la declaración indagatoria del padre de los menores en sede judicial y hasta esa fecha no se prevé la llegada del georradar.

La maquinaria pesada comenzó a trabajar ayer pasadas las 09:00. Las labores se centraron en retirar tierra, desbrozar e incluso en retirar varios arboles del terreno ubicado justo detrás de la vivienda principal. Todos estos movimientos se realizaron con la presencia del padre de los menores, José Bretón, y bajo la supervisión de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), miembros del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de Policía, especialistas de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba (UCO), y operarios del Ayuntamiento. Pero, un día más, no se obtuvieron resultados.

El rastreo de la finca con maquinaria pesada e instrumentos altamente sofisticados se ha convertido en uno de los últimos cartuchos del juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Lainz, para conseguir alguna pista clave que demuestre que José Bretón hizo desaparecer a sus hijos hace ocho meses tras decidir su exmujer, Ruth Ortiz, poner fin a su relación matrimonial. El registro comenzó el pasado lunes a las 17:00 con la presencia de la madre de los menores. Junto a su hermano Estanislao, Ruth recorrió la parcela, en la que vivió junto a José Bretón dos años antes de contraer matrimonio, con el único fin de detectar posibles cambios y conseguir así dar con la clave del paradero de Ruth y José. Después de cuatro horas de exhaustiva inspección, Ruth detectó tres anomalías tanto en la vivienda principal como en el terreno colindante, pero todas arrojaron un resultado negativo. En esta primera jornada también estuvo presente el padre de los menores, José Bretón, que se encuentra en prisión acusado de cometer presuntamente dos delitos de detención ilegal y uno de simulación de delito. No obstante, por orden expresa del juez, Bretón y Ruth Ortiz no llegaron a coincidir en ningún momento durante las cuatro horas que se alargó el registro.

La jornada del martes comenzó con todas las esperanzas puestas en el trabajo de la maquinaria pesada. Durante más de nueve horas una excavadora extrajo gran cantidad de tierra de una zona próxima a la vivienda, donde el día anterior Ruth encontró anomalías. Incluso se arrancaron de algunos árboles junto con sus raíces. Mientras tanto, en el interior de la vivienda los agentes volvieron a inspeccionar todas las dependencias con cámaras térmicas para detectar, tal y como apunta el juez en su último auto, un posible habitáculo en el que Bretón pudiera haber escondido a sus hijos. Pero el equipo de investigadores centrado en el caso tan sólo consiguieron con todos estos movimientos despertar la ira del padre de los pequeños. Su abogado, José María Sánchez de Puerta, señaló tras darse por concluida la jornada que su cliente había sufrido varios cambios de humor al ver que "le estaban destrozando la casa que había construido con sus propias manos". Mientras tanto, en la familia materna comenzaron a flaquear los ánimos al ver que 48 horas de trabajo no habían dado ningún resultado.

El miércoles, los investigadores extendieron el rastreo a nuevos puntos de la zona de naranjos, así como a fincas colindantes. Al mismo tiempo, continuaron perforando suelos, paredes y techos tanto de la vivienda principal como de otra anexa de unas dimensiones inferiores. Sánchez de Puerta insistió en que la búsqueda estaba arrojando unos resultados "totalmente negativos", por lo que no dudó en afirmar que, si la tónica continuaba igual, pediría por tercera vez la libertad de su cliente. "Si aquí no aparecen los niños quedaría demostrado que llegaron hasta el Parque Cruz Conde", insistió el letrado.

Mientras continuaba la búsqueda en la finca, un grupo de expertos en nuevas tecnologías viajaron a Córdoba desde Madrid para realizar un análisis minucioso al teléfono móvil de José Bretón. El objetivo de esta prueba se centra en determinar los puntos exactos en los que el padre de los menores estuvo el pasado 8 de octubre, día en el que se produjo de la desaparición, gracias a una aplicación del móvil que capta los puntos exactos desde donde realizó todas las llamadas. Rodríguez Lainz señala en el auto de procesamiento que Bretón estuvo ilocalizable durante las 14:00 hasta las 17:30 de aquella jornada, por lo que señala que tuvo que ser durante este tiempo cuando supuestamente hizo desaparecer a los menores.

Hasta el momento todos los pasos de la investigación han dado resultados negativos, sin conseguir llegar a la clave sobre el paradero de los pequeños. Ahora habrá que esperar hasta el próximo día 25 para conocer si finalmente el georradar se convierte en la llave que abre la puerta que conduzca hasta Ruth y José.