El bipartito andaluz aprueba los primeros Presupuestos no socialistas de la historia autonómica
El Parlamento ha aprobado este jueves los primeros Presupuestos no socialistas de la Junta en la historia autonómica de Andalucía. Después de casi 37 años, la Cámara avala unas cuentas firmadas por un consejero de Hacienda del PP, Juan Bravo. Y lo hace justo el día en el que se cumplen seis meses de la toma de posesión de Juanma Moreno como presidente de la Junta.
El líder popular logró desalojar al PSOE de San Telmo gracias a la mayoría que le concedió en enero su pacto a dos bandas: de Gobierno con Ciudadanos y de investidura con Vox. Los mismos 59 diputados -de los 109 que pueblan el antiguo Hospital de las Cinco Llagas- han permitido a Moreno aprobar sus primeras cuentas, que durante parte de la negociación estuvieron sobre el alambre.
Lo que era un pacto relativamente inestable se convirtió, hace unas semanas, en un acuerdo que blinda los próximos dos años del bipartito andaluz. El 12 de junio, cuando se debatieron las enmiendas a la totalidad contra el Presupuesto aprobado hoy, Vox levantó su veto y firmó el primer pacto a tres con populares y naranjas en todo el país. Gracias a ese documento se ha aprobado este jueves unas cuentas que, para unos, son "las más sociales de la historia", para otros son "de transición" y para los de más allá son "infames".
Con la publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), el bipartito andaluz de PP y Cs tendrá sus primeros Presupuestos que, más allá de los números, están marcados por el desafío de la ejecución. Cuando Juan Bravo presentó el proyecto pidió "un acto de fe". Su compromiso es que las partidas anunciadas se gastarían según lo previsto, a diferencia de lo que, según su relato, hacían los gobiernos socialistas.
El problema con el que se encuentra el titular de Hacienda es que sólo tiene tres meses para ejecutarlo. El cierre presupuestario, previsto para el 31 de octubre, impide que se realicen gastos más allá de esa fecha. Y además, el propio Bravo ha anunciado que está ya inmerso en la elaboración de los Presupuestos de la Junta para 2020. Aunque hay un pacto preliminar con Vox, a la vuelta del mes de agosto se convertirá en el siguiente objetivo del Gobierno andaluz.
Los números del Presupuesto de la Junta para 2019
A pesar de la marejada estatal, que tiene a Madrid y Murcia sin Gobierno de las derechas desde el 26 de mayo, en Andalucía el "Gobierno encapsulado" ha sacado adelante un proyecto de Ley de Presupuestos de la Junta para 2019 que, sean los más sociales o no, son los más abultados que se recuerdan. El capítulo de ingresos recoge 36.495,5 millones de euros, un 5% más que las cuentas regionales de 2018, prorrogadas a este año por el adelanto electoral.
La mayor parte del aumento contemplado se irá para educación, sanidad y políticas sociales. Sobre todo, para atender el crecimiento de las plantillas públicas de estos servicios, que son los pilares del Estado del bienestar. El gasto social asciende a 20.343 millones de euros, con crecimientos destacados en Salud (7,9%), que supera por primera vez los 10.000 millones de presupuesto, y Educación (3,5%), que alcanza los 6.600 millones de euros.
El crecimiento ha sido posible gracias al buen comportamiento de la economía andaluza, acompasado al buen momento estatal. La desaceleración a la que se encamina Europa no ha afectado con la misma intensidad a España. La realidad macroeconómica ha permitido al bipartito poner en marcha en estas mismas cuentas la primera piedra de la "bajada masiva de impuestos" que Moreno prometió en campaña.
El impuesto de Sucesiones y Donaciones ya es historia. Está bonificado al 99% desde que el Gobierno aprobó su reforma definitiva, pero las rebajas también afectan al tramo autonómico del IRPF, al impuesto de Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados. Lo cierto es que todas estas reformas impositivas sólo tienen una repercusión de algo más de 10 millones de euros en estos Presupuestos, aunque el objetivo del bipartito es profundizar en las rebajas fiscales en los próximos ejercicios.
Las concesiones a Vox, para el presupuesto de 2020
Las reformas fiscales impulsadas por el Gobierno no han sido apenas motivo de debate con sus socios parlamentario. Cuando en abril se aprobó la rebaja impositiva, Vox lamentó que no fuera más profunda, pero los principales escollos con la formación de extrema derecha están en otros asuntos de calado más político, como su posición sobre las leyes de violencia de género o igualdad o sus posturas en materia de inmigración.
Si bien en estos Presupuestos de 2019 no hay grandes concesiones a sus exigencias más polémicas, una de sus prioridades ha calado profundamente, sobre todo a través de las enmiendas. Se trata del control de las subvenciones y del sector instrumental, la conocida como administración paralela de la Junta, donde trabajan más de 29.000 personas. En el debate del miércoles, una de las diputadas de Vox, Ángela Mulas, llegó a afirmar que eliminar estos entes redundaría en la consecución del "pleno empleo" en Andalucía.
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