Bajan los declarantes de patrimonio tras la bonificación del impuesto
Los andaluces que declaran riquezas se reducen un 36% en el primer ejercicio con la cuota cero vigente
El último ingreso fue de 107 millones de euros en 2021
La Consejería de Hacienda reduce la rebaja fiscal a algunos retoques
Las leyes de la ciencia económica son relativas. Al menos lo son en mayor medida que en otros órdenes científicos, como pueden ser la física de fluidos o la fisiología del escarabajo pelotero. Los procesos económicos dependen de múltiples y complejos factores que raramente se constriñen a patrones concretos, perfectos. Un patrón económico recurrente resurgió la pasada semana a raíz de unas declaraciones de la consejera de Economía y Hacienda, Carolina España, que se refirió sin mencionarla a la Curva de Laffer, una relación teórica estimada en el ideario liberal que asocia la reducción de los impuestos al aumento de la recaudación. La consejera esgrimió el crecimiento de un 11% de los ingresos por el IRPF y vino a recurrir al reiterado mensaje de la Junta de Juanma Moreno: la bajada de los impuestos propicia la llegada de “más contribuyentes a trabajar y a invertir”. Los datos del impuesto del patrimonio contradicen lo anterior, saliéndose de la curva. Andalucía ha registrado un menor número de declarantes después de la bonificación del gravamen.
Así consta en los datos definitivos publicados recientemente por la Agencia Tributaria referidos a 2022. Aquel ejercicio fue el primero en que los andaluces se vieron beneficiados por una cuota cero en la declaración de la renta de patrimonio. Fue el mismo año en que se produjo la enmienda al patrón: de 19.834 declarantes en 2021 a 12.707 en 2022. Son 7.127 menos personas, un 36% menos. Y Andalucía ha dejado de ingresar desde entonces los 107 millones que aportaron los más potentados en 2021.
Fue el resultado de una modificación normativa que aplicó una bonificación del cien por cien en la declaración para los andaluces que disponen de más de 700.000 euros, que es el listón estatal. Que la Curva de Laffer derrapa lo demuestra que Madrid, con la misma bonificación del cien por cien que Andalucía, sí ha aumentado un 17% la tasa de declarantes de patrimonio. Y, para rizar el rizo de la curva, Cataluña también ha registrado de un año para otro un mayor número de personas que declaran patrimonio sin tocar el impuesto, el 1,8% más. En efecto, no hay un patrón.
El aviso de la Junta y la respuesta del Gobierno y la oposición
El acuerdo financiero bilateral de Cataluña con el Gobierno central ha devuelto a un primer plano el debate de la financiación autonómica. Y hay comunidades autónomas, como Andalucía, Murcia, Valencia y Castilla-La Mancha, que suman una década con un sistema de redistribución de riquezas entre las comunidades que les resulta perjudicial. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, crítico con la persistente caducidad del modelo de financiación, advirtió la semana pasada en un acto con actores sociales de que la cota de gasto había llegado a “un tope”. Las demandas sociales –sanidad, educación y políticas sociales– crecen y crecen y Andalucía está infrafinanciada. El aviso iba también dirigido al Gobierno central. La respuesta del Gobierno, a la que siguió la de los partidos de la oposición en el Parlamento andaluz, se dirigió a la política de reducción de impuestos de la Junta, incluido el tributo del patrimonio. Y la consejera de Hacienda anunció uno más para lo venidero.
Las críticas vinieron del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, acusando a la Junta de “sorber y soplar a la vez”. El líder del PSOE-A, Juan Espadas, afeó la noticia de la nueva bajada “a las rentas más altas”. Las voces contrarias también han llegado de Por Andalucía y Adelante Andalucía.
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