Las aves de Doñana necesitan más agua para la crianza
Ecologistas en Acción urgen a la recuperación de caños eliminados hace décadas para mantener inundadas las marismas
Los jabalíes acceden a los nidos cuando la desecación se produce con rapidez
Una ley de 1999 contemplaba la restauración del Caño Guadiamar y el Brazo de la Torre
Esta es la especie que activa las alarmas en Doñana
Doñana lleva 25 años esperando un aporte vital de agua desaparecido en los años 70 del pasado siglo. Los 25 son los años desde que entró en vigor la Ley 8/1999 del Espacio Natural de Doñana, una norma que contemplaba, entre otras cuestiones, la restauración de los canales de agua del Brazo de la Torre y del Caño Guadiamar, que proporcionaban vida para las aves del parque. Son reclamaciones históricas de investigadores y conservacionistas y que ha sido replanteada este lunes por el colectivo Ecologistas en Acción. La recuperación de esos aportes de agua harían posible la cría de las aves acuáticas.
Si la marisma estuviera adecuadamente inundada, es decir, si llegara el correcto calado hídrico y que este calado durara el tiempo suficiente, no habría sucedido el episodio de los jabalíes conocido la pasada semana. Ocurrió lo siguiente: las copiosas lluvias del comienzo de la primavera favorecieron las condiciones para la crianza de las aves. Sin embargo, la rápida desecación de la marisma, debido a la falta de los aportes de las aguas reclamadas desde hace cinco lustros, permitió a los jabalíes entrar a la zona de las crías como si tal cosa. Sin el agua que les sirve de escudo protector, los mamíferos omnívoros se zamparon los huevos y los pollos en menos que un santiamén.
Ecologistas en Acción ha registrado el daño producido. "Más de 500 nidos de gaviota picofina perdidos en el Cangrejo Chico, así con fumareles, pagazas, moritos, garzas imperiales, fochas, avocetas o cigüeñuelas". Adiós por tanto a la reproducción de miles de aves. Para el colectivo ecologista es evidente que es necesario recuperar y mantener aportes de agua para la marisma, algo que requiere "un plan ambicioso de recuperación del Caño Guadiamar, desde su nacimiento aguas abajo del Vado del Quema" y que fue "eliminado en los años 70". De ese modo se recuperarían los niveles del acuífero de Doñana, argumentan los ecologistas.
El Gobierno central asegura que va a recuperar el Caño del Guadiamar pero mediante una conexión directa vía canal con el tramo que queda sin transformar el mismo, partiendo del río Guadiamar desde la zona que se conoce como Entremuros, lo que impide una recuperación integral del cauce original. "Los objetivos de recuperación del acuífero a niveles del año 2000, como plantea la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, son insuficientes, hay que volver a niveles muy anteriores, a los de los años 70", ha explicado el colectivo ecologista a la agencia Efe.
De una ley de 1999 y un plan de 2022
Aparte de la ley de hace 25 años, la recuperación del caño Guadiamar está recogida en uno de los programas del Programa Marco de actuaciones en Doñana, un plan que tiene origen en noviembre de 2022 y que ha sido firmado recientemente entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y los ayuntamientos del entorno del parque. Ecologistas en Acción considera no obstante que este programa "carece de la ambición necesaria y no acorde con la grave situación en la que se encuentra Doñana". "Sólo incluyendo la eliminación del regadío en un perímetro de protección de miles de hectáreas y la recuperación de los aportes de aguas superficiales desde los cauces originales, abriendo la marisma al Guadalquivir para limpiar de sedimentos la marisma, se generará las condiciones para la recuperación que precisa Doñana", defiende el colectivo conservacionista.
Mientras tanto, mientras no se llevan a cabo las actuaciones necesarias para restablecer el equilibrio de agua en Doñana, Ecologistas en Acción propone el diseño de un dispositivo de captura de jabalíes proteger las colonias de cría de acuáticas.
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