Arturo Bernal: "Gran parte de la rehabilitación en los centros de las ciudades se debe al turismo"

Entrevista al consejero de Turismo, Cultura y Deporte

"La tasa turística no se para qué es una solución porque no ha resuelto los problemas en ninguna ciudad"

"Queremos un turismo con alta capacidad de gasto pero con compatibilidad social y medioambiental"

“Los sevillanos podrán ver el tesoro del Carambolo en 2025”

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Entrevista a Arturo Bernal, Consejero de Turismo, Cultura y Deporte
Stella Benot / Juan Parejo / Vídeo: Juan Carlos Muñoz

21 de julio 2024 - 05:59

En pleno debate social sobre el impacto del Turismo en las ciudades andaluzas, el consejero Arturo Bernal defiende que la principal industria autonómica no es el origen de todos los males, aunque reconoce dificultades y se lanza a plantear soluciones. Y lo hace con aplomo ajeno a los rumores que cuestionan su futuro inmediato en el anunciado cambio de Gobierno de la Junta.

-Publicamos la semana pasada un reportaje titulado "El turismo andaluz se da de bruces con su éxito".

-Estábamos acostumbrados a gestionarlo en tiempo de crisis. Ahora se ha producido un incremento sin precedentes y manejar la abundancia implica nuevos retos a resolver. Y el primero es el gran reto climático pero también la sostenibilidad social se ha convertido en un elemento a tener en cuenta. No digo yo que debamos dejarnos llevar por las manifestaciones y las quejas que tienen los ciudadanos con el alquiler de las viviendas, por ejemplo. Lo que estamos haciendo mal es que algunos, por algún interés político, están diciendo que todos los problemas de saturación en las ciudades se deben al turismo. Y no es cierto. Sólo el 3% del parque de viviendas de Andalucía es turístico, y hablamos de un parque de 4,6 millones de viviendas. El 3% de las viviendas no puede ser el causante de que el alquiler sea inasequible.

-No hablamos sólo de alquiler. Comprar una vivienda en el centro de nuestras capitales es imposible.

-Es verdad que en algún punto de interés turístico a lo mejor habría veinte casas disponibles y ahora sólo quedan cinco y están a un precio alto. Estoy seguro que las personas que no encuentran vivienda no están pensando en una casa en el centro, sino que quieren irse a un barrio de las afueras. En los últimos tres años se ha aprobado una Ley del Derecho a la vivienda que convierte al titular de los inmuebles en una especie de delincuente; todos los derechos son para el inquilino y ninguno para el propietario. Conclusión: se ha retirado un 35% del mercado del alquiler de las que un 10% son de alquiler turístico. 

-Sin embargo, los ciudadanos tienen la percepción de todo los centros están llenos de viviendas turísticas.

-El centro de las ciudades era una zona bastante inhóspita, lo recuerdo en Málaga y Sevilla: había casas apuntaladas, con troncos puestos para que no se cayeran las fachadas, las calles inaccesibles porque te podían atracar...

-Está diciendo que el turismo los ha salvado.

-Una gran parte de la rehabilitación en el centro de las ciudades se debe al turismo. El propietario ha hecho una inversión porque si tiene la opción de meter los ahorros de su familia en una casa y luego la alquila, fenomenal, porque este es un país libre. Con el decreto de vivienda turística hemos profesionalizado la gestión de las viviendas. Lo que tenemos que propiciar desde la Junta es una mayor calidad de los servicios turísticos. Para eso hicimos 10.000 actuaciones inspectoras el año pasado y vamos a aumentar la plantilla de inspectores orientado a la actividad ilegal en restauración, hostelería y hotelería. Para 2025 vamos a centrarnos en la carga de trabajo.

-Defiende que el empleo turístico ya no es estacional pero ¿es precario?

-En 2018, el 40% de los contratos de trabajo vinculados al turismo eran temporales. En 2023, lo son el 27%. La inspección de Trabajo es del Estado pero vamos a aumentar las inspecciones.

-¿Hay turistas buenos y malos?

-Aspiramos a ese súper turista que tiene gran capacidad de pago medio alto, que puede viajar a países por una motivación cultural, que es consciente de que los recursos son escasos, no abre el grifo y lo deja abierto todo el día. Ese es el que nos gusta. Pero también el que en otros momentos del año pueda aportarnos visitas cuando las necesitamos. 

"Sólo el 3% del total de viviendas en Andalucía es turístico, y hablamos de un parque de 4,6 millones

-Uno de cada tres apartamentos turísticos de España está en Andalucía, que copa el 64% de la oferta del alquiler. No sé si se puede intentar ir a por un turismo de más calidad.

-Queremos más calidad entendida como más poder adquisitivo pero también como un turismo sensible. Aquí no tenemos turismo de borrachera; despedida de soltero hay alguna pero en el momento en el que atraigamos un turismo de más capacidad de gasto, sube el precio medio y ese turismo se va a otro sitio. Tenemos que ser capaces de balancear y yo me pongo otro reto porque si conseguimos ser sólo un destino internacional, estamos dejando fuera al nacional. Hay que intentar gestionar modelos de alojamiento que den cabida a diferentes modalidades de personas, nosotros queremos un turismo que nos dé alta capacidad de gasto pero con compatibilidad social y medioambiental. Si la gente viene con la idea de que los recursos son ilimitados y que se puede montar el pollo todos los días por la calle, le compro que ese es el turista malo. Queremos un turismo de calidad con sostenibilidad social, medioambiental y económica. Ese es el bueno. El que nos salva las tras partes de la ecuación.

-¿Por qué hay una percepción de rechazo en la sociedad? ¿Es una moda? ¿Se debe a condicionantes políticos?

-Creo que es por la sensación de concentración que tenemos. Este último año han visitado Venecia casi el mismo número de turistas que han venido a toda Andalucía, 33 millones de visitantes. Eso es saturación. No hay forma de moverse por la ciudad, de ir a comer, de comprar... los ciudadanos están en sus casas sin salir. Eso es un parque temático y aquí estamos muy lejos de eso aunque en determinados lugares tengamos la sensación de que hay mucha gente. El Turismo no es el problema, es la solución. Da empleo directo a 475.000 familias, aporta 26.000 millones de euros en 76 ramas diferentes de actividad. ¿Cuál es el problema? una mezcla de todas las cosas. Hay una campaña irresponsable manejada por quienes entienden que cuando hay un problema lo abanderan y así me llevo esos votos en las próximas elecciones. Y eso es una gran responsabilidad porque no se dan cuenta de que es un asunto de máximo interés que genera empleo y riqueza. También es verdad que hay quienes antes tomaban café en el bar de abajo que costaba un euro y ahora no van porque cuesta tres. Se ha multiplicado la población flotante y el que está dispuesto a pagar tres euros es el que marca el precio. Hay algunas externalidades que son reales, algunas positivas y otras negativas. No me imagino a los alemanes haciendo huelga delante de la Mercedes en Stuttgart diciendo que como los coches contaminan, que paren de hacerlos. Ni a los verdes de Alemania se les ocurre eso.

-Los alcaldes piden una tasa turística ¿Está dispuesto a darle una pensada?

-Totalmente. Estoy sentado con los alcaldes de la FAMP, hemos puesto en marcha el observatorio, estamos rodeándonos de los mejores profesionales externos para que los ayuden a compartimentar los problemas que tenemos como la movilidad o el flujo de turistas, con apertura escalonada de los museos.

-Ellos defienden que no les alcanza para la limpieza.

-El problema son los servicios públicos porque ese problema no lo tienen Dos Hermanas, Torremolinos, Conil... lo tienen Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga. Grandes ciudades que son metrópolis que doblan la población. Hay un problema de financiación de los entes locales que tienen el 45% de las competencias pero sólo el 15% de los ingresos estatales. La tasa no sé para qué es la solución porque ninguna de la ciudad que la ha puesto ha resuelto sus problemas. 

-¿Y no es un problema político? Los alcaldes que la demandan son de su mismo partido; usted anunció, además, que iba a cobrar en los museos.

-Ah, bueno. Eso sí. Somos muy hábiles en enredarlo todo. Es un tema técnico y jurídico, no político. Si queremos poner un impuesto al turismo, y queremos que sea autonómico, se cobrará por la Junta pero no ingresaran nada los ayuntamientos. 

-Pero se cobra en Baleares y Cataluña.

-En Baleares y Cataluña lo cobra la autonomía y lo mete en la caja común. Lo que pasa es que los gobiernos lo envían a los ayuntamientos. Nosotros en los dos últimos años he enviado a los ayuntamientos 250 millones de euros en diferentes planes: municipios turísticos, sostenibilidad en destino... Lo que reparten es con convenios, acuerdos o transferencias similares. 

-¿Y no le parece bien esta fórmula?

-No. Ni a mí ni a nadie del Gobierno porque sería crear un impuesto, lo que va en contra de nuestra línea estratégica. Sin cobrar un impuesto autonómico estamos derivando mucho dinero a los entes locales y eso no era habitual en esta autonomía, hemos enviado 250 millones de euros en dos años hasta 335 municipios. 

-¿Qué le dice que presidente de la Famp cuando le plantea esto?

-Que vamos a hablarlo.

-Dígame cómo va la crisis de Gobierno

-¿Qué crisis es esa?

-Llevamos dos meses y medio esperando el cambio de Gobierno que anunció el propio presidente. ¿Le genera preocupación?

-Nunca había estado en la primera línea política. Recuerdo mi primera reunión con el presidente y me dijo que le gustaba hacer un seguimiento de lo que hacíamos y en estos dos años hemos tenido reuniones de los temas críticos. Es lo normal que el presidente de la compañía se interese por las acciones de sus consejeros y si tiene previsto hacer algún cambio en las funciones o la estructura es su decisión; si lo piensa, estará bien. Nosotros somos unos peones y estaremos a disposición de lo que él decida. Todos hemos intentado hacerlo lo mejor posible, estoy convencido de eso. El nivel de ejecución de mis compañeros del Consejo de Gobierno, por no meterme a mí, ha sido excepcional. Quien tiene la idea de lo que quiere hacer es el presidente y nosotros estaremos encantados, se lo puedo asegurar. No estoy preocupado ni estamos tensionados por los rumores.

"¿Qué hay de malo en renovar a una persona que lleva veinte años en una institución?"

-El PSOE es muy crítico con su modelo de cultura a la que califica de mercantilista. 

-El relato de la oposición no se sostiene. Para mantener un relato hay que tener datos y ellos dicen frases muy rimbombantes pero muy huecas. Porque ahora dedicamos más presupuesto que nunca a Cultura, con la red de teatros públicos llegamos a muchos más pueblos, de cincuenta a más de setenta. Y digo la red de teatros públicos porque es una de las referencias que utilizan cuando fue el PSOE el que dejó morir la red de teatros públicos durante año y medio. Hemos enfocado nuestra estrategia a una cultura capilar para todo el territorio, no sólo Sevilla y Málaga, y lo estamos logrando. Para llegar a nuevos públicos y también a nuevos creadores. Si no somos capaces de atraer público a nuestros espacios, estaremos haciendo unas colecciones museísticas estupendas o unas exposiciones magníficas pero si van dos personas, tres o cuatro no estamos cumpliendo uno de los objetivos principales como es la transmisión de conocimiento. 

Toda la estrategia cultural hay que dotarla de nuevas ideas y contenidos. El canal del arte está topado por algunas figuras que no permiten que los nuevos creadores puedan pasar. Y lo estamos logrando profesionalizando la herramienta más importante que es la Agencia de Instituciones Culturales. Hemos conseguido atraer a talentos. Una de las cosas que se me achacan es que hemos cambiado directores. ¿Y qué hay de malo en renovar a una persona que lleva veinte años al frente de una institución, en que se renueve por otra con nuevos proyectos y con otra visión más adecuada a las expectativas que tenemos? Hemos acertado en todos y cada uno de los nombramientos que hemos hecho. Tener a Justo Navarro al frente del Centro Andaluz de las Letras, es un lujo que pensaba que no me podía permitir. O a Juan María Rodríguez en el Centro Andaluz de la Fotografía, sé que todos han perdido dinero y han perdido calidad de vida. Se me ponen los pelos de punta de ver a todos los directores que tenemos. La respuesta a esa pregunta es una cosa son los relatos y otra los hechos y los relatos, que se los dejo a otros. Los resultados están ahí. 

-Hay líderes de su partido que dicen que el Flamenco no es andaluz...

-Es tan universal y tan global que nos trasciende. Es como Picasso que los franceses se creen que es suyo. Cuando se aprobó en el Estatuto de Autonomía se escribió que la competencia exclusiva del flamenco es de Andalucía. Ninguna comunidad lo recurrió porque todo el mundo lo dio por entendido. Si tocas las palmas a las puertas de la ópera de Sidney, todo el mundo dice Flamenco, España, Andalucía. Lograr esa relación nos hubiera costado miles de millones de euros en campañas y tiene un inmenso valor el trabajo que han hecho las peñas, los artistas, las compañías... El director de la SGAE me ha dicho que los derechos de autor del flamenco son los que más ingresos generan. 

-¿Se tomaría una cerveza con Ángeles Férriz, la portavoz del PSOE?

-Podíamos haber dado una mejor imagen, ciertamente. El Parlamento tiene mucha tarea y mucho acaloramiento. Yo he pedido disculpas porque no estuve acertado y cualquiera de nosotros que haya tenido una salida de tono, debería hacer lo propio. La señora Férriz y yo cuando nos hemos encontrado nos hemos saludado educadamente y no hay ningún problema más allá. Sí que debiéramos hacer el esfuerzo por bajar el tono porque somos la imagen del Parlamento y nos convertimos en ejemplo. Cualquier persona que vea cómo se desarrollan los plenos tiene que sentirse orgulloso de su representantes y de los debates constructivos. 

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