URBANISMO
Las dos rotondas infernales de Eduardo Dato y Kansas City

2012, un año para olvidar

Casi 85 siniestros se han registrado en la provincia en lo que va de año · Los fuegos de Pujerra y este último originado en Coín, los que más superficie se han cobrado

Un avión intenta sofocar el fuego producido en un paraje cercano a Canillas de Aceituno.
T. Harillo · E. Moreno / Málaga

01 de septiembre 2012 - 01:00

A falta de la confirmación definitiva del número de hectáreas calcinadas en el fuego que ha afectado a cinco poblaciones de la provincia, lo cierto es que 2012 ha sido un año devastador para Málaga en cuanto a materia de incendios. El verano ya se preveía desolador con el antecedente que se produjo en el mes de febrero, cuando aún faltaban más de cuatro meses para que se iniciara el tiempo más peligroso para los montes malagueños, el periodo estival, en el que se estima mayor riesgo forestal. El fuego, que estuvo activo unas 80 horas, arrasó en la localidad de Pujerra más de 750 hectáreas en una zona protegida de alto valor ecológico, superficie calcinada que ya sólo en ese mes superó con creces la totalidad de las hectáreas arrasadas en los años 2010 y 2011. Todos los efectivos del Infoca fueron movilizados en el intento de sofocar el que hasta entonces era el peor incendio registrado en la provincia en más de una década, pero que no sería el único durante el presente año.

Al de Pujerra, que abrió la veda a las 83 intervenciones por fuego que hasta ahora el Infoca ha registrado la provincia, le siguió por orden de importancia medioambiental el de la Sierra de Tejeda y Almijara, cerca del término municipal de Canillas de Aceituno, hace apenas una semana. Casi 100 hectáreas afectadas, por las dificultades que planteaban la abrupta orografía del terreno, próximo al paraje del pico de la Maroma, y las altas temperaturas que se llegaron a alcanzar durante esas jornadas, que superaron los 37 grados. El fuego obligó a desplazar a la zona siete retenes de especialistas en extinción, a los que se les unieron efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos y voluntarios de Protección Civil. Y unos días antes se produjo también un incendio en la Serranía de Ronda, entre Cortes de la Frontera y Jimera de Líbar, donde el fuego se llevó por delante 75 hectáreas del Parque Natural Sierra de Grazalema y hasta cuatro especialistas del Infoca resultaron heridos por golpes de calor e inhalación de humo, uno de ellos incluso estuvo hospitalizado varios días con ventilación mecánica, completando un mes de agosto catastrófico para los parajes forestales malagueños.

El primer gran siniestro del verano en los montes de Málaga tuvo lugar en julio y calcinó más de 20 hectáreas en el municipio de Jubrique, situado en pleno corazón del valle del Genal. Una cifra pequeña al lado de los últimos incidentes, pero que sigue sumando. En Estepona las llamas no han dado tregua en todo el verano. En el mismo mes, días antes del fuego declarado cerca de la localidad de Jubrique, un incendio en la ciudad de la Costa del Sol arrasó siete hectáreas, siendo necesario el desalojo de hasta seis viviendas de la zona. Aunque la situación del mes de agosto en la localidad no fue mucho mejor. La pasada semana las llamas se cobraron seis hectáreas de matorrales y monte bajo en la zona de Arroyo Vaquero, en Estepona. Un percance que en esta ocasión obligó al desalojo de cuatro urbanizaciones y un hotel para prevenir cualquier accidente; por suerte ninguno de estos focos calientes provocó ningún herido. En total, 13 hectáreas que el municipio de Estepona se ha saldado en lo que va de verano.

El mes de mayo ha servido para calentar motores. En Manilva la superficie quemada fue mucho menor pero fue el primer foco en activar la alarma a principios del verano. El fuego quemó unas cinco hectáreas, pero debido a las rachas de viento y a su cercanía a la urbanización La Duquesa provocó el desalojo preventivo de 40 viviendas.

De febrero a mayo y, desde entonces, todo un desencadenante que parece haber ido incrementando poco a poco el número de hectáreas calcinadas a lo largo del verano en cada uno de los focos localizados. El panorama de incendios se completa con otros fuegos también declarados en la provincia de Málaga como en las localidades de Vélez-Málaga, Torrox, Ojén y Benaoján, que aunque en menor medida también afectaron al suelo forestal de estos municipios. Además, hay que añadir otras actuaciones que el Infoca ha llevado a cabo estos meses y que quedaron en conatos de incendios, fuegos que afectaron a una superficie menor de una hectárea y que suman 59 actuaciones.

En total, más de 1.000 hectáreas (sin contar este incendio) han ardido en los parajes malagueños en lo que va de año, arrasando zonas arboladas y de matorral, pinares y vegetación herbácea, que tendrán una difícil y lenta recuperación y que han contribuido a redibujar el panorama medioambiental de la provincia.

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