Un "ángel" que se los "cameló a todos"
El funeral será hoy en la parroquia de San Juan Bautista de La Palma del Condado y después se dará sepultura al cuerpo de la pequeña de 16 meses.
Miriam descansa "con los inocentes, con todos aquellos que sufren las consecuencias de la maldad del hombre". Con estas palabras, Leticia Reyes, tía de la víctima y portavoz de la familia, mostró su dolor por la muerte de la pequeña de 16 meses que mantuvo en vilo a todo un pueblo que ayer amaneció vestido de luto.
Lejos de perder sus fuerzas en reclamar justicia o ahondar en el dolor que les aflige, Reyes dio ejemplo de mesura dando lectura a un escueto comunicado que, en nombre suyo y el de su familia, se centró en agradecer de "todo corazón" a aquellos que les han trasladado "cariño, apoyo y oraciones" en esta angustiosa semana en la que han vivido con el alma en vilo.
Estos agradecimientos los hizo extensible a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y en especial a la Guardia Civil por "la gran labor" desarrollada y su incansable desaliento ante la búsqueda de la pequeña. Igualmente, aseguró sentirse conmovida por los vecinos y ayuntamientos almerienses que se han implicado en las labores de búsqueda y rastreo.
Leticia Reyes, hermana de la madre del bebé de 16 meses asesinado en Almería, aseguró a Efe que el autor confeso del crimen, Jonathan Moya González, de 25 años, entró en la familia con la apariencia de "una bella persona" y "se cameló muy bien a todos". El acusado llegó a la familia como "ángel caído del cielo" y a todos les resultó "una persona bella, que entró agradable a los ojos y que se cameló muy bien a todos". Además, Reyes subrayó de su carácter la habilidad para decir "a la gente lo que quiere escuchar", conclusiones éstas, a las que llega una vez ha sucedido esta trágica historia, porque "en el momento que lo conocí era una persona muy normal y muy educada". Una persona que "no sólo agradó, sino que ilusionó a una familia, como la nuestra, que pasa necesidades, y no sé con qué intenciones".
Sobre la madre de la pequeña, Gema María Cuerda, Reyes dijo que está "muy mal" que "no se lo cree aún" porque "ella tenía esperanzas de que estuviese cuidando (a la pequeña) y nadie quería esperarse este fatal desenlace". La madre está "anímicamente destrozada", señaló, apuntando que su sobrina era "la niña pequeña" de su hermana, por la que luchaba.
Unas palabras que fueron pronunciadas tras una multitudinaria concentración a las puertas del edificio consistorial para condenar el deleznable crimen y guardar un sentido minuto de silencio por el alma de la pequeña.
Más contundentes fueron las declaraciones del alcalde de La Palma, Juan Carlos Lagares, quien reclamó justicia para todos aquellos que "por acción u omisión" participaron en los hechos delictivos, para quienes reclamó que paguen la consecuencia de sus actos. El regidor municipal mostró en nombre de toda la corporación "su solidaridad y decidido apoyo a la familia, en especial a la madre y la abuela de la niña". Esta mano tendida se concretó horas más tarde tras anunciarse que el Ayuntamiento correrá con los gastos del sepelio, después de que la Diputación de Almería se prestase a hacer lo propio con el traslado del cuerpo de la pequeña, a la que se le dará cristiana sepultura hoy, después de que a las 10:00 la parroquia de San Juan Bautista acoja el funeral.
Lagares también trasladó a la familia el dolor de toda La Palma que, en estos momentos, "está al lado de quienes padecen en primerísima persona las consecuencias de una acción cometida por alguien sin alma y sin corazón", razón por la cual se declararon dos días de luto, con las banderas a media asta en señal de duelo.
En paralelo, el regidor no dudo en mostrar plena confianza en el trabajo desempeñado en la instrucción del caso por parte de las distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que han participado en el operativo de búsqueda. A su juicio, este buen hacer se va a plasmar en un trabajo que "sirva de base para condenar con el máximo rigor a los responsables de unos hechos que, sin duda, han dejado marcado al pueblo para siempre".
Más explícito se mostró el pueblo. Encarna Domínguez, una vecina que aseguró sentir repulsión por el delito, reclamó que el autor de los hechos "no salga de la cárcel jamás". Precisamente ella fue una de las palmerinas que conoció a Jonathan Moya en persona durante su estancia en La Palma. "La abuela de Miriam y madre de Gema me contaba que estaba muy contenta con el chico, que parecía buena persona y que pensaba regalarle el coche y ayudarla a arreglar la casa". Pero el gesto que hizo ganar a la familia fue su comportamiento durante el sepelio de la bisabuela. "Nos engañó a todos", sentenció esta vecina.
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