Andalucía lanzará su primer nanosatélite para liderar la digitalización del campo
Investigación
El dispositivo, que forman parte del proyecto 'Smart Food', ofrecerá imágenes que permitirá hacer la agricultura más sostenible
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La digitalización del campo es el reto principal del que será el primer nanosatélite que lanzará Andalucía, algo que se producirá a lo largo de este año. Se trata de un proyecto cuyo origen se encuentra en el proyecto promovido por la Agencia Pública del Desarrollo Agrario y Pesquero (Agapa) para hacer la agricultura más sostenible.
El proyecto se encuentra dentro de proyecto Smartfood de la Infraestructura Europea por la Biodiversidad y Gestión Sostenible de Ecosistemas de la Unión Europea, LifeWatch ERIC, en el que el beneficiario principal es la citada agencia, mientras que las universidades de Córdoba y Málaga "somos los que hacemos la componente científico-técnico, puesto que trabajamos en simbiosis", afirma el coordinador del proyecto Smart Food en la Universidad de Córdoba (UCO), José Emilio Guerrero.
En el caso concreto del proyecto Smart Food, a los integrantes de LifeWatch ERIC se suman las universidades de Córdoba y Málaga y el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (CeiA3), participado por las universidades de Almería, Cádiz, Huelva y Jaén.
Guerrero explica que "para hacer agricultura más sostenible y ecológica hay que tener información para poder tomar decisiones y poner sistemas de información para monitorizar los cambios, cuándo se hacen nuevas propuestas o cuándo pueden llegar las plagas". Por ello, continúa, se trata de "crear una infraestructura científica para la Unión Europea basada en cómo observar la tierra el clima para hacer una agricultura más sostenible".
En el caso de la Universidad de Córdoba, el trabajo que se desarrolla se basa en el diseño, la construcción y el lanzamiento del citado nanosatélite, que se lanzará al espacio para recabar imágenes y datos mediante los que digitalizar la actividad del campo andaluz. Por ejemplo, datos relativos a calidad ambiental, temperatura, flujos o tipos de suelos.
Seis unidades
Pero, ¿cómo será este primer nanosatélite? Pues, según avanza el investigador cordobés, contará con seis unidades. Cada una de ellas tendrá una estructura de un cubo de 10 centímetros, por lo que tendrá 60 centímetros de longitud.
En el mismo se incorporará "una cámara de alta precisión que permita obtener imágenes de la tierra que nos puedan permitir tomar decisiones para la agricultura", detalla. Y, claro para obtener esas fotografías en resolución de cinco metros, el nanosatélite andaluz contará con una "cámara muy sofisticada", subraya.
El radio de actuación, apunta, estará a 540 kilómetros de altitud de la Tierra. Para ello, el nanosatélite se introducirá en un cohete, con más satélites en un tubo que dará vueltas a la Tierra.
El investigador explica que "el ambiente a 540 kilómetros de altitud de la Tierra es muy hostil, y estos satélites son pequeños, ligeros y duran menos". Además, añade, "no van muy protegidos, se degradan y no llevan motor y como hay roces van perdiendo altura de la órbita". A pesar de ello, según los cálculos que manejan, la vida media de este pequeño satélite es de alrededor de tres años.
En un principio, reconoce, el nanosatélite se iba a lanzar el próximo mes de mayo, aunque se ha retrasado hasta octubre debido a que desde el equipo se han encontrado con "severos problema con la crisis de semiconductores". Por el momento no es público el lugar del lanzamiento, aunque ya se ha tramitado la reserva.
El satélite, que se encuentra en construcción, está diseñado para captar mayor información en Andalucía aunque puede coger información de todo el mundo. Lo que reportará este proyecto es que el nanosatélite ofrecerá "imágenes de precisión en varias bandas espectrales, y se integrará con el resto de capas de información obtenidas", anota.
Lo que permitirán las imágenes obtenidas con este dispositivo permitirá mejorar los servicios ecosistémicos de la agricultura. En definitiva, según añade el coordinador del proyecto, se trata de una herramienta "para poder hacerlo mejor y plantear nuevas cosas".
Los nanosatélites ofrecen la posibilidad de complementar, con objetivos y misiones más concretas, la información ofrecida por los satélites tradicionales.
Vehículos inteligentes
El proyecto de Smart Food, además, incorpora "elementos importantes, como identificar los principales servicios ecosistémicos, como un territorio ordenado, mosaicos de paisajes para decidir cómo se pueden medir para ver la evolución de los cultivos y la ganadería", ha apuntado. El segundo elemento que ha citado es el de trabajar "en el despliegue del internet de las cosas con los sensores y actuadores conectados de manera inalámbrica".
Para ello, en el caso de la Universidad de Córdoba se están desarrollando dos vehículos inteligentes: un tractor de 140 caballos y otro de 70, que "permite hacer labores agrícolas y operaciones de precisión; por ejemplo, si tienen que hacer un tratamiento van a entender el nivel de incidencia de la plaga y van a adecuar el nivel de flujo".
El investigador añade que en los drones montarán cámaras y sensores térmicos que permiten tener información del terreno a nivel de precisión de centímetros y ofrecerá la posibilidad, por ejemplo, de contar animales.
A ello se suma, el diseño de un globo en el que se colocan también sensores para hacer fotos. Hasta el momento, desde Córdoba ya se han lanzado dos: uno a 17.000 metros y otro ha llegado a 22.000 metros de altitud. "No navegan, dependen de la corriente de aire y va recogiendo imágenes y con ellas observamos el tiempo y el clima", indica Guerrero. Todo ello para integrar sensores en otros elementos para poder trabajar en el campo.
En la puesta en marcha de este proyecto están implicados 48 investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Córdoba, especialistas en suelos vivos, en imágenes satélites, en motores, en producción animal y seis personas contratadas ex profeso para el mismo.
Un consorcio europeo de infraestructuras de tecnología digital
LifeWatch ERIC es un consorcio europeo de infraestructuras de tecnología digital para vertebrar y potenciar la ciencia de datos abiertos que permita afrontar mejor el cambio climático y la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas. En concreto se trata de una infraestructura virtual europea de ciencia y tecnología que se centra en investigaciones relativas a la biodiversidad y los ecosistemas y cuyos estudios y proyectos obtienen un marchamo de calidad avalado a nivel comunitario. Además de España, participan en esta iniciativa de cooperación internacional expertos de Bélgica, Grecia, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Eslovenia. El consorcio LifeWatch ERIC se configura, en palabras del presidente de la Junta, Juanma Moreno, como "un aliado con el que acelerar la revolución verde y afrontar el reto de la lucha contra el cambio climático y la apuesta por un modelo sostenible medioambientalmente".
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