Andalucía y la Comunidad Valenciana, entre las zonas con más población expuesta a inundaciones: estos son los puntos más propensos y los motivos
El boom de la construcción promovido por el sector turístico inmobiliario ha elevado el número de personas en riesgo a casi un millón
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La DANA ha causado serios estragos a su paso por Valencia, Cuenca o Albacete este martes. El temporal ha puesto en jaque la red viaria, el tráfico ferroviario o las telecomunicaciones en numerosas localidades del sureste del país asoladas por las fuertes precipitaciones. Las riadas han dejado a su paso un sinfín de daños materiales y ha provocado más de 60 fallecimientos. Entre los factores de riesgo que favorecen las inundaciones, aparte de la meteorología, cabe considerar otros como la urbanización en las localidades del litoral.
En España viven casi un millón de personas en zonas de inundación recurrente, según un estudio del Observatorio de la Sostenibilidad que analiza los riesgos existentes en la franja de los 10 primeros kilómetros de costa. En este sentido, la Comunidad Valenciana es la región con mayor población expuesta este peligro, con 380.000 personas, seguida de Cataluña (190.000) y Andalucía (130.000).
Los investigadores han analizado las precipitaciones con periodos de retorno de 10, 100 y 500 años para proyectar las llamas "láminas de inundación" sobre la última cartografía analizada del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Asimismo, han divido el litoral en dos zonas (costa fría y costa cálida) y han determinado el número de hectáreas artificiales y el porcentaje de superficie urbanizada de cada una de las láminas de inundación. Así han determinado, por ejemplo, que una de cada diez hectáreas construidas en la costa cálida se sitúa en la lámina de inundación de 500 años.
Isla Cristina, Guadalhorce y Andarax, entre las zonas más afectadas
En base a estos datos, el Observatorio de Sostenibilidad ha definido 14 áreas costeras o 'hot spots' con una exposición superficial a las inundaciones muy destacada. En este área viven 276.000 personas en la lámina de 500 años y 54.000, en la de 10 años. Estas son Isla Cristina-Ayamonte (Huelva), Palmones-Guadarranque (Cádiz), Bajo Guadalhorce (Málaga), Bajo Andarax (Almería), Cartagena (Murcia), San Javier-Los Alcázares (Murcia), Costa de Marina Alta (Alicante), Gandía-Oliva (Valencia), Alaquas-Catarroja (Valencia), Vinaroz-Peñíscola (Castellón), Empuribrava-Santa Margarida (Girona), Palma de Mallorca (Baleares), Gijón (Asturias) y Bajo Urumea (Guipúzcoa).
En las últimas décadas, el aumento de la población en áreas con un alto riesgo de inundación ha sido proporcional al registrado por los habitantes en el total de las áreas costeras. En el caso de la costa cálida, la construcción impulsada por el sector turístico inmobiliario ha favorecido este incremento demográfico.
En términos absolutos, las provincias con mayor población expuesta a las inundaciones serían Valencia, Barcelona y Girona, mientras que Cádiz destaca en las franjas de 100 y 500 años. Más concretamente, Palmones-Guadarranque posee 139,74 hectáreas urbanizadas en riesgo, seguida de Isla Cristina-Ayamonte (136,81 ha), Bajo Guadalhorce (75,34 ha) y Bajo Andarax (26,01 ha).
Crear lagunas de inundación y renaturalizar los cauces, posibles soluciones
Los autores de este estudio recomiendan "priorizar la transmisión de la información a la población afectada para conocer cuál el riesgo exacto que se da en cada una de sus propiedades y viviendas". De esta forma, proponen crear una etiqueta de calificación de edificaciones frente al riesgo de inundaciones y ofrecer a los dueños de viviendas, naves industriales o explotaciones agrícolas información preventiva acerca de los riesgos de inundación asociados a su propiedad.
Igualmente, entre otras de las soluciones planteadas se encuentran la retracción de la superficie urbanizada (sobre todo, en lo que respecta a construcciones ilegales), revisar los planes de urbanización aprobados, mejorar el drenaje de las vías de comunicación y alcantarillado; la recuperación lagunas de inundación; y la renaturalización de los cauces aguas arriba de los puntos críticos sobre las áreas urbanas.
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