Los andaluces avisan de los daños del turismo pero rechazan la tasa
Una encuesta de la Junta a unas 3.200 personas revela la “percepción dual” de la industria de los viajes
El 16% se muestra contrario al impuesto y el 82% se expresa a favor de invertir en otros sectores económicos
La tasa turística no frena la llegada de viajeros en Europa
La tasa turística en Andalucía, una medida necesaria y beneficiosa
Responde una mujer de Tarifa a una pregunta de la Junta de Andalucía sobre el turismo: “Es el 95% de los ingresos de la comunidad. Sin turismo, dime tú. La agricultura es lo otro”. Una mujer de Tarifa, quizá sea la misma o quizá sea una de las otras dos consultadas en una encuesta difundida ayer por la Consejería de Turismo, contesta lo siguiente: “Lo que sí sería bueno es que los salarios sean más altos, porque son muchas horas con poco descanso y un salario trabajando seis días a la semana o siete, depende dónde. Y a veces los salarios no son acordes”.
Son la cara y la cruz de la moneda de la industria turística, brillante por un lado y mugriento del otro, dependiendo de a quienes se les pregunte por la feria. En este caso han sido 3.248 personas de 32 municipios andaluces quienes han respondido sobre el turismo a la Junta de Andalucía. De la treintena de preguntas efectuadas en la encuesta, el consejero de Turismo, Arturo Bernal, destacó que sólo un 16% de los andaluces preguntados están a favor de que se les imponga una tasa turística y que tres de cada diez están de acuerdo en limitar la oferta de apartamentos turísticos. Además, la encuesta incluye respuestas que dan pie a interpretar una alerta acerca de la masificación en las zonas saturadas: el 82% de los andaluces preguntados creen necesario “invertir en otros sectores económicos diferentes” al turismo y el 88% son favorables a que se promueva una “mejor distribución” de los visitantes “a lo largo del año”.
La Consejería de Turismo dio a conocer ayer una encuesta realizada en junio de 2023 sobre el turismo en una presentación en la que Bernal informó de una próxima reunión entre los municipios y los empresarios en la que se estudiará la aplicación de un gravamen a los turistas, un impuesto invocado por los alcaldes de las ciudades que acogen a un mayor número de visitantes. El resumen de los resultados de un estudio de 59 páginas queda expuesto en el inicio del texto: “En todos los participantes hay una percepción dual: cosas que le agradan del turismo y cosas que no”, esto es, las dos caras de la moneda.
En general, los 48 andaluces de los seis municipios a los que se les ha sometido a una entrevista personalizada sobre los beneficios y perjuicios del turismo –Málaga, Capileira (Granada), Tarifa (Cádiz), Sevilla, Vera (Almería) y Zuheros (Córdoba)– ven positiva “la multiculturalidad, la animación del pueblo, los servicios y comunicaciones, la diversidad de la oferta cultural y las oportunidades económicas” que genera la actividad. En general también, de las entrevistas se extrae como consecuencias negativas “los precios, en particular los de la vivienda; el turismo asociado con borracheras y despedidas de soltero; la repercusión en los recursos, como el agua y el alcantarillado; la excesiva afluencia de gente y los problemas en el tráfico y la dificultad del aparcamiento” provocadas por los visitantes.
En base a los principales problemas de los andaluces expresados en el último barómetro del Centro de Estudios Andaluces, cabe seleccionar de la treintena de preguntas formuladas en la encuesta las vinculadas al paro, los bajos sueldos y la inflación, el acceso a la vivienda y la sequía y la falta de agua. Desde ese punto de vista, sobresalen las respuestas de los andaluces relacionadas, en primer lugar, con los aspectos económicos: es mayoritaria la población que considera que el turismo mejora la economía local y que atrae a nuevos inversores, mientras que también es mayor la proporción que opina que la industria turística “encarece el precio de la vivienda” y que “genera un empleo precario”.
En cuanto a los efectos sobre los recursos que crea la masificación de visitantes, con el agua como elemento esencial, es mayormente negativa la visión de los 3.2000 residentes andaluces preguntados –800 en municipios con una alta presión turística, 400 en las capitales, Sevilla, Málaga, Cádiz y Granada y el resto en localidades de baja o media saturación–. Son más los andaluces que afirman que el turismo “consume agua, energía, suelo, etcétera que condiciona el uso de la población residente”.
Más en general, cuando se les cuestiona sobre aspectos medioambientales, también ganan en proporción quienes sostienen que el turismo “aumenta los niveles de contaminación acústica, lumínica y etcétera” y que provoca un incremento del tráfico y falta de aparcamiento. Por el lado contrario, y vinculado a esa dualidad de la doble cara de la moneda, también son mayoría los ciudadanos preguntados que creen que los turistas “ayudan a revalorizar los espacios naturales” y que “mejoran la limpieza del municipio”.
Aunque Bernal destacó en la comparecencia que tuvo lugar ayer en Sevilla que la industria turística no “ha provocado la desnaturalización y abandono de los centros históricos”, son más los andaluces que contestan que el turismo “genera congestión en el espacio y los servicios públicos”, “provoca el desplazamiento de la población local” y que “cambia los hábitos” cotidianos de los residentes.
Bernal admite los inconvenientes aunque niega una “leyenda negra”
El consejero de Turismo, Arturo Bernal, interpretó la encuesta sobre el turismo admitiendo los “inconvenientes” de la industria emergente, como sucede con “cualquier actividad económica”, aunque se posicionó contrario a una “leyenda negra”, según publicó Efe sobre una comparecencia en la Bernal también animó a enfrentar la “realidad” de los datos con los “relatos”.
La encuesta habla de datos y refleja en un apartado cualitativo las propuestas de 48 andaluces entrevistados: “Ningún participante apostó por una estrategia de aumento del turismo en el futuro”, señala el sondeo, al mismo tiempo que “todos están de acuerdo en que no hay futuro económico sin turismo”. También proponen estos residentes “establecer una tasa turística a los visitantes: se quedan de pagar servicios que usan los visitantes” y “museos gratis para los locales”, aunque sobre este particular no preguntó la Consejería de Bernal antes de aprobar la ley que ha inaugurado el cobro a los andaluces en los museos.
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