Los andaluces alérgicos al polen que sufrirán una primavera intensa
Las provincias de Sevilla y Jaén registrarán las concentraciones más altas de gramíneas
El nivel será moderado en Córdoba, Granada y Huelva y leve o muy leve en Cádiz, Málaga y Almería
El calor y las lluvias de febrero eleva la cantidad de alérgenos en el aire
Estas son las razones por las que las alergias se han adelantado en este invierno
Las personas alérgicas al polen de las gramíneas se enfrentan a una primavera intensa en el centro y suroeste peninsular, especialmente en Cáceres, Badajoz, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Sevilla y Jaén, con concentraciones superiores a los 5.000 granos por metro cúbico, siendo las más elevada en Extremadura, con hasta 12.000 granos por metro cúbico.
El presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología (Seaic), Ignacio Dávila, ha advertido en una rueda de prensa de que las enfermedades alérgicas se han convertido "casi en una pandemia no infecciosa y un problema de salud pública", con ocho millones de españoles alérgicos sólo al polen, cifra que sube a los 16 millones si se suman otros alérgenos y al 50% de la población si se tiene en cuenta personas que en algún momento requerirán un diagnóstico.
"El cambio climático es una realidad incuestionable", ha señalado Dávila, quien, basándose en los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha subrayado que este mes de enero ha sido el más cálido desde que hay registros con una temperatura media en la España peninsular de 8,4 grados, 2,4 grados por encima de la media, según ha recogido Efe en una nota.
Las altas temperaturas y las lluvias como agravantes
El presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Seaic, Juan José Zapata, ha informado de que este año será peor que 2023, aunque se asemejará a las primaveras anteriores. Zapata ha recordado que las altas temperaturas al inicio del año y la gran cantidad de precipitaciones de febrero han provocado que el polen se mantenga más tiempo en el ambiente, dando lugar a síntomas muy persistentes.
Según el pronóstico de la Seaic, además de los territorios donde se prevé una polinización intensa, la primavera será moderada en Castilla y León (salvo zonas de Segovia), en Castilla-La Mancha, excepto Toledo y Ciudad Real, y en las provincias andaluzas de Córdoba, Granada y Huelva. La primavera será leve en alergias en la cornisa cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco), Navarra y La Rioja; el litoral mediterráneo (Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia), Aragón y en las provincias andaluzas de Cádiz y Málaga. Y será muy leve en la islas Canarias y Almería.
Alérgicos no sólo a un agente
El presidente del Seaic ha explicado que en las zonas de polinización intensa se dispararán las enfermedades respiratorias, el asma, la rinitis alérgica y la conjuntivitis. El ambiente de sensibilización de los pacientes, ha continuado Dávila, ha cambiado "de forma extraordinaria". "La mayoría de los alérgicos eran antes monosensibles al polen y eran más fácil de tratar, pero en los últimos años hay un fenómeno de polialergia donde es habitual ver personas que van encadenando alérgenos de épocas diferentes (ciprés, plátano, gramíneas, olivos...), llegando incluso hasta finales de agosto".
Según Zapata, el cambio climático está afectando a la dispersión, cantidad y calidad de los alérgenos, así como a la distribución y gravedad de las enfermedades alérgicas, y el aumento de temperaturas y falta de precipitaciones se ha posicionado como factores determinantes.
El cambio climático y la acumulación de meses cálidos
La secretaria de la Seaic, Carmen Andreu, se ha referido al cambio climático que "preocupa" a la sociedad, ya que es consecuencia de más alergias y más graves en los pacientes, con un aumento de la presión asistencial. "Cada vez hay más meses cálidos, lo que hace que la polinización empiece antes y acabe más tarde y que los pacientes tengan más síntomas y durante más tiempo", ha precisado antes de recordar que las partículas de contaminación producen síntomas en pacientes no alérgicos.
Desde la Seaic han añadido que la contaminación se ha consolidado como un factor con repercusiones determinantes en las enfermedades alérgicas al afectar al momento, dispersión, cantidad y calidad de los aeroalérgenos y la distribución y gravedad de las enfermedades.
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