Las aguas residuales como solución a la sequía en Andalucía
Medio ambiente
Andalucía sólo reutiliza el 5,21% de sus aguas residuales tratadas, mientras que la Región de Murcia aprovecha el 91,38%.
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Los embalses de Andalucía se encuentran en la actualidad al 20% de su capacidad. La andaluza es la comunidad española que más está sufriendo los efectos de la sequía, de hecho, la pasada primavera, en el norte de Córdoba, ya vieron como se vaciaba el primer embalse del país, y hay más de un centenar de municipios con restricciones. Lo peor es que los andaluces se empiezan a acostumbrar a esta estampa de sequía, una situación que no tiene visos de mejorar. Hace diez años, los pantanos de la región estaban al 48% de su capacidad, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
Los pantanos de Cantabria, La Rioja Castilla-La Mancha y Murcia tampoco llegan al 30% de su capacidad, según el último informe del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) con fecha del 2 de octubre; mientras que Asturias disfruta de una buena situación al encontrarse sus embalses a más del 76%. Esta es la única comunidad del país cuyos embalses están a más del 60% de su capacidad.
Con este panorama, algunos expertos ven en la desalación de agua marina y la reutilización de aguas residuales dos posibles soluciones eficientes y sostenibles ante la sequía. De hecho, un 9% del agua potable que sale por los grifos del país procede ya del mar y un porcentaje similar de aguas residuales procedentes de los váteres son depuradas con una gran calidad, según datos de la Asociación Española de Desalación y Reutilización.
Tradicionalmente, la reutilización de las aguas residuales depuradas se han mantenido alejada del ámbito residencial, pero la sequía y la consecuente dificultad para movilizar los recursos hídricos convencionales hacen que las aguas regeneradas sean una opción cada vez más plausible para minimizar los efectos de la escasez de agua.
"Está claro que las aguas residuales serían de gran ayuda para mitigar la falta de recursos hídricos, sobre todo en una época con una anomalía climatológica transitoria como pueda ser una sequía. Pero no sólo serían una ayuda las aguas residuales: hacer un mejor uso del agua es esencial", comenta el biólogo andaluz Francisco Mora Aguilar, especialista en el ciclo integral del agua y la ingeniería ambiental, con experiencia a nivel nacional e internacional.
Mora asegura que, una vez tratada y adecuada, este agua puede tener un uso urbano (riego de parques y jardines, baldeo de calles o limpieza de alcantarillado), un uso industrial (aguas de proceso y limpieza, torres de refrigeración), agrícola (riego de cultivos), ambientales (recarga de acuíferos) o, incluso, un uso recreativo (riego en campos de golf y sistema de aguas ornamentales).
Andalucía aprovecha sólo el 5% de sus aguas residuales
A pesar de sus grandes posibilidades, Andalucía sólo reutiliza el 5,21% de sus aguas residuales tratadas, una cifra por debajo de la media nacional, que roza el 11%, según los último datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al año 2020. En el caso de Andalucía, hablamos de 99.968 metros cúbicos al día reutilizados de los 1.915.525 metros cúbicos al día tratados.
A pesar de este porcentaje tan bajo, Andalucía no es la que presenta peores datos, sino que se sitúa, aproximadamente, en la mitad de la tabla, en el puesto número ocho de una lista con 19 comunidades autónomas. Regiones como La Rioja, Extremadura, Ceuta y Melilla no reutilizan sus aguas tratadas (0%); mientras que la Región de Murcia, por el contrario, aprovecha el 91,38% de las aguas residuales tratadas, la gran mayoría de ellas en el sector de la agricultura. Le sigue arriba de esta lista la Islas Baleares, que reutiliza el 45,42%, según datos del INE.
Francisco Mora, jefe de servicios generales de Mantenimiento y Medio Ambiente de Agro Sevilla Aceitunas en La Roda de Andalucía (Sevilla) y miembro del Colegio Oficial de Biólogos de Andalucía (COBA), asegura que los datos sobre el aprovechamiento de las aguas tratadas en Andalucía han mejorado desde 2020, aunque no existen cifras oficiales actualizadas de esta cuantificación, salvo los datos del INE de hace tres años. "No es fácil calcular estos porcentajes debido a los diferentes entes públicos y privados de los cuales es necesario recabar la información. Esperemos que pronto se pueda disponer de estos datos".
La Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS) estima que casi el 62% del agua regenerada en el país se emplea en agricultura; el 18% en jardines y zonas de ocio; un 2% en industria, limpieza de alcantarillado y baldeo de calles; y un 0,82% en la recarga de acuíferos.
"El hecho de tener una climatología con la menor pluviometría de Europa, ha hecho prioritario el aprovechamiento de cualquier recurso de agua disponible y, en este caso, el agua regenerada es un agua con diferentes usos que puede ser de nuevo aprovechada", comenta Mora. "En la Región de Murcia han tomado ventaja con respecto a otras comunidades autonómicas y son un referente en el uso del agua regenerada a nivel nacional. En Andalucía, estoy seguro de que ha mejorado ese registro que data del año 2020".
El biólogo apunta que en España se debería tener como referentes para continuar avanzando en este sentido a países que también sufren "condiciones climatológicas de estrés hídrico cíclicamente acusadas como puedan ser Israel, Australia, California, y de los cuales se pueden aprender a mejorar usos y ratios".
"En Andalucía ya se están poniendo en marcha iniciativas para fomentar el aprovechamiento de las aguas residuales, pero es cierto que llegamos tarde para tomar medidas preventivas y se tiende a tomar medidas correctivas", explica Francisco Mora. "Los recursos hídricos disponibles en Andalucía son generalmente insuficientes para satisfacer las necesidades que la sociedad actualmente demanda de agua en cantidad y calidad. Este déficit hídrico crea la necesidad de adoptar una serie de medidas que mejoren la gestión del recurso a través del ahorro de agua y el mejor aprovechamiento del recurso existente. Además de estas medidas, es necesario abordar actuaciones encaminadas a incrementar los recursos propios, y, en este marco, cabe la reutilización de las aguas residuales urbanas depuradas, algo que ya recoge el Acuerdo Andaluz por el Agua", continúa el biólogo.
¿Es este agua apta para el consumo humano?
Según diferentes expertos, la tecnología actual ya es capaz de depurar el agua del váter con una calidad también suficiente para beberla, pero la legislación española no lo permite de momento, algo que sí ocurre en otros puntos del planeta como California (EE.UU), Singapur o Namibia. Estos expertos apuntan a un problema de confianza, es decir, todavía existen muchos recelos en la sociedad sobre el uso de un recurso sacado de las aguas residuales.
El uso del agua regenerada para el consumo humano está generando una gran debate a nivel europeo "debido a los potenciales riesgos microbiológicos-sanitarios", explica Francisco Mora. No obstante, los altos niveles de excelencia técnica que están alcanzando las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) permiten obtener un agua depurada de tan elevada calidad que puede ser devuelta al río, aguas arriba, para mezclarse con el agua cruda y ser captada por las Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP). "De hecho, es más que probable que el agua del río que llega a las ETAP esté mucho más contaminada que la que sale de las EDAR. Por todo ello, una vez sometida a un nuevo y riguroso tratamiento, sería perfectamente apta para los diferentes usos, incluso el humano", asegura el biólogo andaluz.
Por otro lado, según datos de la Asociación Española de Desalación y Reutilización, en España hay más de 770 desaladoras con capacidad para generar más de 100 metros cúbicos al día y cien de ellas de más de 10.000 metros cúbicos al día. En la actualidad, el 21% de todo el agua desalada se destina a la agricultura.
En este sentido, el real decreto ley 4/2023 contra la sequía aprobada en mayo por el Gobierno central con ayudas para agricultores incluye 440 millones de euros para la construcción de tres nuevas plantas desalinizadoras, una en Almería, otra en Málaga y una tercera en Blanes (Girona), además de otras medidas para que la reutilización de agua crezca un 150% de aquí a 2027.
Beneficios de las aguas residuales
Un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y GRID-Arendal titulado Aguas residuales. Convertir el problema en solución, pone el acento en cómo, con las políticas adecuadas, las aguas residuales podrían proporcionar energía alternativa a 500 millones de personas, suministrar más de 10 veces el agua que proporciona la actual capacidad mundial de desalación y compensar más del 10% del uso mundial de fertilizantes.
"El informe insta a que gobiernos y empresas fomenten el tratamiento de las aguas residuales bajo una perspectiva de economía circular, en lugar de como un problema del que hay que deshacerse, porque el tratamiento y la reutilización eficaces de las aguas residuales reportan múltiples beneficios, como nuevas fuentes de ingresos, nuevos puestos de trabajo y una reducción del volumen de aguas residuales producidas", explican desde la Asociación Española de Desalación y Reutilización.
Esta organización señala como principales beneficios de la reutilización del agua la reducción de la demanda de agua dulce, especialmente para usos no potables y el suministro constante de agua en regiones con estrés hídrico.
"Se calcula que en 2030 se necesitará el 160% del agua disponible en el mundo para satisfacer la demanda, por lo que el uso de recursos hídricos no convencionales está fuera de toda duda", apuntan desde la Asociación Española de Desalación y Reutilización. "No debemos dejar que la oportunidad desaparezca por el desagüe. Debemos convertir las aguas residuales en fuente alternativa de agua limpia, energía y nutrientes importantes".
Cataluña como referente
El área metropolitana de Barcelona lleva a cabo desde hace un tiempo una serie de iniciativas en torno a la reutilización indirecta del agua regenerada. Uno de los ejemplos más sonado es el del río Llobregat, donde la desembocadura del Prat, cerca de la desembocadura, trata las aguas residuales con las tecnologías más avanzadas y, una vez libres de contaminantes, las bombea por una cañería río arriba y vuelve a mezclarlas con el caudal fluvial. Esta mezcla se produce varios kilómetros antes de la planta potabilizadora de Sant Joan Despí, que capta y trata agua del río Llobregat para canalizarla en el sistema de abastecimiento de Barcelona.
Esto es posible gracias al Plan de emergencia en situaciones de sequía de Cataluña que la Generalitat aprobó en 2020. Hasta entonces, solo se utilizaban caudales de agua regenerada con fines agrícolas, de limpieza y riego urbano o medioambientales.
Otro caso destacado es el de Sant Cugat del Vallès, donde la normativa municipal obliga desde 2020 a construir los edificios con ocho viviendas o más con un doble sistema de cañerías. Esto permite que las aguas grises (la de las duchas, bañeras y lavamanos) se almacenen y se traten en el mismo edificio para ser aprovechadas para la cisterna de los retretes. A pesar de haber tenido una gran aceptación a nivel local, el proyecto no se ha reproducido en otros puntos cercanos.
"Probablemente estas prácticas no se han extendido al resto del país por el encarecimiento económico de las instalaciones en los propios edificios, aunque el beneficio medioambiental sea elevado", apunta Mora, quien asegura que desconoce si existen iniciativas similares a las de Cataluña en Andalucía, aunque no las descarta debido a la implicación y concienciación cada vez mayor de los arquitectos, ingenieros, biólogos y otros profesionales pluridisciplinares.
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