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Los agricultores, unidos contra el cambio climático

innovación agroalimentaria.
innovación agroalimentaria.

25 de enero 2025 - 05:00

Vulnerables ante el cambio climático y sin duda el colectivo profesional más afectado por la nueva situación climatológica, los agricultores son las primeras víctimas de los eventos climáticos cada vez más extremos, con olas de calor y grandes periodos de sequía, que se alternan con episodios de precipitaciones desmedidas, lo que provoca cosechas irregulares y en algunos casos pérdidas irreparables.

Muy sensibilizados con este grave problema, desde hace varios años, los profesionales agrarios están siendo partícipes del proyecto “Agricultores Contra el Cambio Climático´ (AC3), del que forman parte las organizaciones agrarias UPA y ASAJA, Cooperativas Agroalimentarias de España y ANOVE (Asociación Nacional de Obtentores Vegetales).

Entre el 75 % y el 80 % de la superficie de España está en riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo.

En las tres últimas décadas la temperatura ha aumentado un grado y medio y va a seguir subiendo. Las consecuencias de este incremento están siendo ya evidentes y dramáticas; de hecho, los años más calurosos registrados en nuestro país se concentraron todos en la última década: 2011, 2015, 2017, 2019 y 2023.

A lo largo de este siglo entre el 75 % y el 80 % de la superficie de España está en riesgo de convertirse en desierto

El 74% del territorio nacional va a convertirse en zonas áridas, semiáridas y secas. Esto supone 37 de los 50 millones de hectáreas, según las previsiones del Ministerio de Agricultura, cuyos estudios señalan que entre el 75% y el 80% de la superficie de España está en riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo. Por otra parte, de las diez cuencas hidrográficas con mayor estrés hídrico de Europa, siete se encuentran en España, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.

Esta situación la acusa especialmente uno de los cultivos mayoritarios en nuestro país como es el cereal.

Ante esta situación, desde hace años se está trabajando para reducir los efectos del cambio climático en el sector cerealista. Se han hecho inversiones en las explotaciones para la optimización de los procesos y un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos, y también desde hace tiempo se está invirtiendo en la tecnología aplicada a la innovación de las semillas, es decir, en desarrollar variedades adaptadas a estos cambios climáticos adversos y extremos en los que en un año tienes exceso de precipitaciones y al siguiente una sequía extrema.

España empieza a ser, climáticamente, el norte de África, por lo que la adaptación de las semillas a ese escenario es una labor necesaria para mantener los rendimientos. “Tenemos que ser capaces de disponer de cebadas y trigos que aguanten más horas a altas temperaturas, porque así estaríamos incrementando la producción en un importante porcentaje”, apuntan desde AC3. De hecho en los últimos años, esta innovación ha demostrado que por ejemplo en Castilla y León, la región más cerealista del país, aún con una pérdida de superficie que se sitúa en torno a las 200.000 hectáreas de cereal desde los años 90, ha dado incrementos de rendimientos e incrementos de producción. En este sentido, la elección de la semilla de calidad está siendo fundamental.

La gran adaptabilidad de la amplia gama de variedades R1 y R2 que hay en el mercado para sembrarse en las fechas de siembra y en los distintos terrenos que disponen los agricultores ha proporcionado mejores producciones, demostrándose a través de distintos campos de ensayo desarrollados por la iniciativa de Agricultores Contra el Cambio Climático comportamientos buenos de este tipo de semillas tanto en años lluviosos como en años secos.

Puede decirse que el cambio climático ha unido intereses para trabajar juntos las organizaciones agrarias, empresas de semillas, productores y cooperativas, además de administraciones, universidades y centros tecnológicos de investigación. Una unión en la que la formación y la concienciación del agricultor en torno a la importancia de estas variables se ha vuelto una de las claves del sector.

Se han llevado a cabo grandes inversiones para la optimización de los procesos y un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos

`Agricultores Contra el Cambio Climático´, iniciativa puesta en marcha por ASAJA, UPA , Cooperativas Agroalimentarias y ANOVE, pretende conseguir esa conciencia poniendo en valor el trabajo del agricultor ante la sociedad y ante los consumidores, y hacer que el profesional agrario sea parte activa en la lucha contra el cambio climático.

El proyecto AC3 lleva trabajando activamente desde hace años para que los agricultores dispongan de las mejores herramientas para producir más y mejor. Estamos desarrollando campos demostrativos en varias zonas donde los resultados no dejan lugar a las dudas. Estamos logrando datos concluyentes sobre la mayor productividad de cereal en las parcelas donde se ha utilizado semilla de calidad R-1 y R-2.

Las semillas más resistentes a estas condiciones climáticas tan variantes y extremas que sufrimos están siendo claves para alcanzar, entre otros beneficios, mejores rendimientos, alto nivel de germinación y más resistencia a los tratamientos de enfermedades.

Evidentemente, son necesarios más años de estos estudios para poder analizar lo que ocurre con el comportamiento de cada tipo de semilla en distintas condiciones, también las más normales, cuando el poder germinativo de las semillas es mayor, pero previsiblemente las diferencias deberían ser aún mayores en esos casos entre los rendimientos obtenidos en las R1 y R2 respecto a las R3.

Logo Agricultores contra el cambio climático.
Logo Agricultores contra el cambio climático.

Es por ello, que hay muchos indicios que apuntan que, tanto a nivel de producción como de beneficios económicos, el uso de una semilla de calidad es fundamental para obtener trigos y cebadas en su potencial máximo, aguantando incluso enfermedades sin necesidad de tratamiento y además con muy buenos pesos específicos.

AC3 es una iniciativa integral. También desarrolla actuaciones diversas como charlas informativas dirigidas e escolares, puesto que consideramos fundamental la formación de las nuevas generaciones. A los más jóvenes les recordamos de forma amena, muy sencilla y amena que “los agricultores y ganaderos estamos cada vez más preocupados por un problema tan serio como es el del cambio climático; en los últimos años hemos sufrido las consecuencias de un cambio evidente tanto en lo respecta a las precipitaciones como al incremento de las temperaturas y ello está afectando muy notablemente a la actividad agraria”.

AC3 para dar a conocer esta propuesta de trabajo ha editado miles de folletos informativos y otros materiales de merchandising, además de tener una página web (www.agricultorescontraelcambioclimatico.es) con contenidos descriptivos muy interesantes, distribuyendo materiales pedagógicos no solo a los profesionales agrarios, sino al conjunto de la sociedad.

En definitiva, AC3 está apostando por concienciar a la ciudadanía en su conjunto sobre la importancia que tiene la modernización de las técnicas agrarias y la transición a cultivos mejor adaptados a climas cálidos y secos como una excelente baza que los agricultores pueden jugar para hacer frente a la crisis climática.

La importancia del campo en nuestro territorio es una obviedad, y que la naturaleza y la climatología están íntimamente relacionados con la agricultura, también. Por ello, Agricultores contra el Cambio Climático (AC3) con todos sus asociados está trabajando en aras de valorizar la importancia de los métodos de producción, sostenibilidad y rentabilidad.

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