"La adopción no le interesa a quien recurre a la gestación subrogada"
Teresa Domíguez | Activista y miembro de Stop Vientres de Alquiler
Domínguez aclara dudas relacionadas con la controvertida práctica de los vientres de alquiler (VDA) y la legislación que permite inscribir a bebés traídos del extranjero
Lluvia de críticas a Ana Obregón tras sus imágenes saliendo con una recién nacida del hospital en silla de ruedas
Vientres de alquiler
¿Ha aumentado la demanda de vientres de alquiler?
Sí, ha habido un ligero aumento. A nivel nacional, desde 2010 que está la instrucción que permite inscribirlos cuando nacen en otros países, constan 3.200 bebés inscritos en España hasta 2021.
¿Son muchos?
Considerando que tenemos una media de más de 300.000 bebés que nacen en España al año, es muy poco. Representa un porcentaje ínfimo.
El Parlamento Europeo condena esta práctica por considerar que “socava la dignidad humana de la mujer”. ¿Qué dice la legislación española sobre esta práctica?
Existe una especie de vacío legal que posibilita que se contrate en otros lugares tras el pago del precio estipulado y que se pueda inscribir en el país. Es posible, a pesar de que la Unión Europea y la ONU lo haya condenado, gracias a una simple instrucción que no tiene rango de ley. Ésta fue activada en 2010 por el Partido Socialista. Es una instrucción que podría derogarse de la noche a la mañana, pero sigue vigente a pesar de que las asociaciones feministas llevamos años solicitando al Ministerio de Justicia y al Gobierno más feminista de la historia que la derogue. Sólo haría falta proponer una moratoria de un año para que se normalice la situación de las parejas o personas que están en trámite y luego derogarla para que no se le permita a nadie más salir del país a comprar bebés en otros países.
¿Cómo se compran y se traen niños de otros países a España?
Existen muchos mercados en el mundo. En algunos países está legalizado como en Estados Unidos, aunque no en todos sus estados, pero el coste es prohibitivo. Allí sólo va la gente rica, quienes tienen mucho poder adquisitivo. Las contraprestaciones son incomparables, ofrecen las mejores garantías legales para los compradores, no para las madres. También hay mercados de segunda conocidos como los ‘low cost’. En 2013 se cerró el “útero del mundo”, así se conocía la India, el gran mercado del mundo para parejas homosexuales y en 2016 para las parejas heterosexuales. Entonces, el mercado que contaba con 3.000 clínicas en manos de unas pocas empresas internacionales, algunas de capital español, se trasladaron a países limítrofes, y posteriormente ó a Ucrania que se conoce como el ‘útero de Europa’. Estos mercados de segunda, cuyos costes son más favorables para las economías menos favorecidas empezaron a florecer.
La pandemia y la guerra dejaron al descubierto un negocio que era brutal antes del conflicto, y ahora el mercado se volcado en los Estados Unidos, donde ofrecen más garantías para los clientes. Por último estás los países muy pobres de África, América latina, algunos países del este que no tienen normativa ninguna o empiezan a introducirlas, o bien mueven a las mujeres a los países donde está permitido y la vulneración de derechos es absoluta con mujeres y menores. Y son el auténtico oeste de la explotación reproductiva. Recordemos que está legalizado en muy pocos países, en otros está prohibido, como en la mayoría de los países europeos.
¿Qué derechos vulneran los vientres de alquiler?
Se cosifica a las mujeres, se mercantilizan sus cuerpos, es una grave violación de los derechos y la dignidad de las mujeres y menores. Es una forma de explotación reproductiva de las mujeres y convierte a los recién nacidos en objeto de transacción contractual y comercial. Socava la libertad de la mujer puesto que el contrato es irrevocable y cancela el derecho a decidir sobre su propio cuerpo, otros tienen la soberanía de decidir sobre la salud reproductiva de tu cuerpo, deciden, por ejemplo, sobre el aborto de los embriones que llevan en el vientre o la selección de embriones. Si ocurre algún percance durante el proceso de embarazo no es la embarazada son los compradores los que deciden lo que sucederá. Le imponen lo que deben comer, deciden sobre las relaciones sexuales que pueden mantener, si puede viajar o no, lo que puedes hablar o no. A raíz del caso de Ana Obregón, se ven casos de personas que hablan de sus relaciones “maravillosas” con sus padres de intención, pero no se ven casos reales porque en los contratos hay cláusulas de confidencialidad que exigen hablar de la experiencia desde una perspectiva positiva. Tampoco pueden hablar de la identidad del menor, ni tener contacto sin el permiso de los compradores. Ante cualquier litigio, tienen que mantener la confidencialidad. Los compradores siempre están blindados y las madres gestantes permanecen con la boca cerrada toda su vida so pena de tener que reembolsar una enorme cantidad, o lo percibido al completo, o ir a juicio. El alquiler de vientres pone en riesgo la integridad física y psicológica de las mujeres y menoscaba el derecho fundamental de las mujeres a la filiación, mientras que, en el caso de los menores, vulnera el derecho de estos a conocer su origen.
Hay voces a favor de los VDA, defienden que “la mujer es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera". ¿Qué opina al respecto?
Cuando firman el contrato cancelan de forma irrevocable su derecho a decidir sobre sus propios cuerpos. ¿Dónde queda su libertad?
¿Considera posible y ético la práctica altruista de vientres de alquiler entre familiares?
La diferencia entre vender un bebé o darlo altruistamente radica en la existencia un acuerdo comercial o una compensación económica. Obviamente, el altruismo encaja mejor en una sociedad patriarcal que tiene incrustada la idea de sacrificio, entrega y abnegación de las mujeres. Lo primero que me gustaría dejar claro con respecto al tema del altruismo es sólo un 2% de los casos lo son en el mundo. En todos los casos se paga, ¿Se explota más pagando más? ¿Se explota menos pagando una cantidad inferior? Hay que partir de la base de que la compensación o el precio estipulado cosifica a la mujer. Lo curioso es que en esta ecuación la mujer es la que tiene que poner el altruismo, y es el eslabón imprescindible de la ecuación. Nadie es altruista, ni la industria, ni los abogados, ni la clínica, ni los médicos... La única que debe ser "altruista" es la mujer y yo me pregunto por qué. Son casos altruistas reales, son excepcionales y no se puede hacer una ley en función de una excepción. El 95% de los nativos de países altruistas per se como, Reino Unido o Canadá, han acudido al mercado exterior. Las legislaciones de estos mismos países considera que la gestación subrogada comercial atenta contra los derechos de las mujeres pero permiten que sus ciudadanos recurran al mercado exterior. ¿Es que las mujeres de otros países no merecen la igualdad, ni que se cuiden sus derechos humanos?
¿Qué cree que debería suceder con los padres que traen ya a esos bebés a España?
Particularmente, yo soy partidaria de la moratoria de un año, dado que es el tiempo que le puede llevar a las personas que están en un proceso de subrogación a acabarlo y a partir de ahí que no se pueda inscribir ninguno más. Se ha publicado que la ministra de Justicia, Pilar Llop, está trabajando en una ley para que se considere la gestación subrogada un delito equiparable a la trata, pero mientras haya una instrucción como la de 2010 que permita el registro de estos bebés nacidos en el extranjero… Y reitero, es una instrucción que se puede romper en cualquier momento. Pienso que no es suficiente con una regulación nacional porque la explotación reproductiva es un problema global, si lo prohíbes en un país se van a ir a otro lugar. Hace falta una regulación internacional que prohíba esa práctica que implica el fraude de ley, la explotación y la trata transnacional. Desde Stop Vientres de Alquiler queremos que España siga el caminos de la abolición internacional. Para ello, se tendría que ratificar a nivel internacional una Convención, siguiendo la línea de las convenciones internacionales que prohíben la esclavitud, la trata de personas, el tráfico internacional de menores, o las convenciones por los derechos del niño, por los derechos de los menores en la adopción, el Convenio de Estambul, eso es lo que hace falta, herramientas a nivel internacional que ratifiquen los países. Una sociedad democrática no se puede permitir este tipo de explotación reproductiva. Las mujeres no estamos para ser un medio de reproducción de bebés para terceros, ni los bebés se pueden vender ni comprar, ni se pueden regalar cuando se habla de altruismo. Un bebé desde que nace es objeto de derechos.
Estados Unidos se conoce en el mundo como el país de las libertades y de la democracia.
Estados Unidos tiene la pena de muerte, en muchos de sus estados permite el matrimonio infantil, las armas. No ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño y la Niña, ni el Convenio de Estambul, ni los Derechos de la Mujer en la mayoría de sus estados…
Usted no quiere personalizar y el caso de Ana Obregón no es el primero, aunque es especial, ya que su hijo murió. Ella acusa a quienes la critican de falta de empatía.
No quiero entrar en detalles morbosos, ya se saben cuáles son los orígenes genéticos. El problema puede ser cuando entre en España.
Ella afirma que todo es legal.
Según una abogada experta en gestación subrogada, todo depende de lo que diga la sentencia. Es España, la ley no te permite usar el semen de un fallecido después de un año. He leído que en el estado en el que ha nacido la criatura, se establecen 45 meses como máximo, sumado a los diez del proceso de embarazo, tres años desde que murió su hijo. Con lo cual, sí es posible que cuente con una sentencia judicial en la que ella aparezca como madre, entonces aquí no le van a decir nada. España está obligada a acatar las sentencias judiciales de Estados Unidos porque hay acuerdos entre países.
Después de un caso como este, ¿hacia dónde vamos?
Dónde vamos a llegar, no; dónde estamos. Hace muchos años que en Estados Unidos existe la gestación subrogada social, es decir, las empresas la fomentan no por motivos de infertilidad, eso ya quedó atrás. Hay quien recurre a los vientres de alquiler porque no quiere perder la figura o quien trabaja 60 horas porque no quiere perder su puesto de trabajo o quiere seguir escalando. Por otro lado, hay mujeres con poco poder adquisitivo que quieren pagar los estudios de sus hijos, una casa, o el tratamiento de cáncer de un familiar. Hay mujeres que se embarazan no una sino tres veces, encantadas, qué van a hacer... Se combate la brecha laboral y la desigualdad con la gestación subrogada. Vamos también a fomentar los vientres de alquiler para personas que están congelando sus óvulos y luego no pueden procrear porque son mayores. Mientras las farmacéuticas se hacen de oro. Para 2027 la industria alcanzará los 33.900 millones de dólares.
¿Conoce a alguna persona que sabe que es fruto de vientre de alquiler?
Jéssica tiene hoy 39 años dio su testimonio hace tres años. Descubrió que fue fruto de un contrato de subrogación. Se sintió como un objeto de compra-venta. Reflexiona sobre el daño que este tipo de relaciones contractuales provocan en las familias, sobre todo lamenta la diferencia de clase entre la donante de óvulos, la madre gestante, y la madre de intención. Es consciente de que es producto de un contrato. Reconoce empatía por las personas con problemas de fertilidad, pero cree que no hay razones que justifiquen que haya mujeres que pongan en riesgo su vida y sus salud para facilitar que otras personas formen sus propias familias. No tiene relación con su madre social –así la llama-, quien pagó por ella y la crio. Eso a la larga produce un daño irreparable, y más tarde o más temprano se enteran. En el caso de las adopciones se conoce la procedencia de los padres, pero no se conocen a los donantes de los óvulos.
También se defiende que los vientres de alquiler es un proceso más rápido que la adopción.
No. La adopción no le interesa a quien recurre a la gestación subrogada. En general, busca la descendencia genética.
Stop Vientres de Alquiler
La plataforma nació en 2017 integrada por cuatro mujeres: Ana Trejo Pulido, Vanesa Rodríguez, Inma Guillen y Teresa Domínguez. Su vocación es concienciar sobre lo que se conoce eufemísticamente como gestación subrogada. Considera que esta práctica es una forma de “explotación reproductiva de mujeres y un mercado de bebés”.En 2019 el Gobierno recordó que la gestación por vientres de alquiler es una práctica prohibida por la legislación española y que las agencias que ofrecen estos servicios en nuestro país se lucran mediante esta actividad ilegal que realizan en otros países.
Teresa Domínguez, además, es miembro individual de la Coalición Internacional de contra la Maternidad Subrogada (CIAMS), creadora del espacio feminista Letra Escarlata, escribe para diferentes medios y ambiciona la igualdad real pues hace suyas las palabras de Audre Lorde: “No será una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas”.
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