"Se acabó el dóberman, quien privatiza y recorta es el PSOE"
Javier Arenas · Candidato del PP a la Presidencia de la Junta
El líder de los populares andaluces considera que el único modo de impulsar la economía es el cambio electoral.
Es tarde, y Javier Arenas (Sevilla, 1957), candidato del PP a la Presidencia de la Junta, ve este objetivo escurridizo -se ha presentado tres veces- más cerca que nunca. Se diría que roza al escamoso pez con cierta firmeza. Noche cerrada, acaba de reunirse con los líderes de UGT y CCOO en el Parlamento.
-En sus propuestas económicas hay algo que no me cuadra: menos impuestos, por tanto menos ingresos; más recortes en la Junta cuando, en cantidad, no hay mucho más que recortar, más allá de algunos flecos estéticos, y más gasto en obra pública. Ésa es una fórmula cuadrada de resultado redondo.
-Ya, la cuestión clave es que se recupere la economía...
-... bueno, eso también lo podría decir el PSOE.
-Pero no lo siguiente, verá. Primero, cuando se recupere la economía, habrá dinero para casi todo, pero no para todo. Segundo, para que se recupere la economía, es necesario ganar confianza: que el que pueda consumir consuma, y el que pueda invertir invierta. Y, tercero, sin elecciones, no volverá la confianza. Bien, ni Zapatero ni Griñán tienen credibilidad para recuperar la confianza, porque lo peor que han hecho es engañar sobre la crisis. Y esa pérdida de credibilidad, ese crac que afecta al electorado socialista, se ha producido en dos momentos. El primero, el decreto del 12 de mayo, porque Zapatero y Griñán habían prometido que jamás harían recortes sociales, y el electorado se encuentra con una reducción de sueldos de los funcionarios, con una reducción real de las pensiones por ahorrar 1.400 millones de euros cuando el PSOE había eliminado antes el impuesto de patrimonio que daba 1.800 millones. Ahí se produce la gran quiebra, pero la rematan hace unos días, cuando nos anuncian la privatización de la Lotería, de los Aeropuertos y la eliminación de la última prestación por desempleo [los 426 euros]. ¿Qué ha pasado? Que se acabó el dóberman.
-¿El dóberman?
-El dóberman renovado, que venía a decir: Cuando el PP gobierne, privatizaciones y recortes sociales. Y la gente dice: qué miedo me traslada usted, cuando es usted quien plantea las privatizaciones y los recortes.
-Pero volvamos a lo de antes. ¿Cómo se recupera esa confianza que sería necesaria para iniciar el cambio económico?
-Los ciudadanos deben comprobar que los gobernantes se aprietan el cinturón dos agujeros más que las familias, las pymes y los autónomos. Y vuelvo a su pregunta: el margen de ahorro en la Junta todavía es extraordinario.
-Las empresas que viven alrededor del sector público están asfixiadas, más recortes...
-Lo peor de todo es cuando se detiene la obra pública, sí. Cuando yo sea presidente, ahorraremos en todo menos en servicios sociales, sanidad y educación. Sólo en educación aceptaré endeudamiento. Y pondré en marcha una agencia para evaluar la Ley de Dependencia. Ahora, en los demás capítulos, el margen de ahorro es extraordinario. Nos sobra el 50% de la dirección de la administración periférica de la Junta, el 50% de los cargos de la Junta, se puede reducir en asesores, tenemos 38.000 teléfonos móviles... ¿Nadie se para a pensar eso? El sector público en Andalucía nos cuesta cerca de un billón de pesetas, cerca de 6.000 millones de euros.
-Pero son empresas que prestan servicios en educación, en medio ambiente...
-Sí, sí, prestan servicios, pero están cargadas de directivos y, además, no se le hacen auditorías, y ya adelanto que encargaré auditorías una por una. El margen es extraordinario. Canal Sur, por ejemplo, lo mantendré, ¿pero no hay margen? Es que en algunas fundaciones hay más directivos que trabajadores; en la agencia IDEA hay más directivos que en la Consejería de Innovación; hay que reducir las subvenciones a partidos, sindicatos y organizaciones de empresarios; también la representación en el exterior de la Junta. Usted me puede decir que esto es el chocolate del loro, pero el loro está gordísimo en Andalucía.
-La eliminación de todos los altos cargos e, incluso, del Parlamento, supondrían 25 millones de euros, para no más de 30 kilómetros de una buena autovía.
-Mire, los cálculos de planes de ahorro en gasto corriente y estructura son de 1.000 millones de euros. Sólo en eso, en estructura, en lo demás aún no puedo adelantarlo porque estamos realizando el estudio. Si es que usted me dice que un delegado cuesta tanto, vale, pero el delegado tiene secretaria, asesores, jefe de prensa, coche, teléfonos móviles, despacho y edificio. El margen es extraordinario.
-1.000 millones de euros tampoco...
-Ahí hay para comenzar a tirar de la inversión pública. Yo haré una rueda de prensa al mes de ser presidente, sin afán revanchista, sin rencor ni resentimiento, y ahí informaré a los andaluces de la situación económica que he recibido del Gobierno anterior. En 1996, cuando llegamos al Gobierno de España, bajamos impuestos, mucho el gasto corriente y aumentamos las inversiones.
-También se privatizaron empresas para obtener fondo, Telefónica, Argentaria, Tabacalera...
-Algunas se privatizaron, y aquellos nos sirvió para cumplir con los criterios de acceso al euro. Pero gobernamos durante ocho años, y fuimos la nación récord en creación de empleo en la Unión Europea, y el empleo no se consiguió por las privatizaciones. Es verdad que liberalizar la economía fue una aportación nuestra, y además no es mala.
-¿Usted, realmente, cree que las 20.000 personas que trabajan en las empresas públicas de la Junta son todos unos enchufados?
-No, no lo creo, yo conozco a mucha gente que trabaja en empresas públicas. Le digo por qué: porque cuando hay un incendio, voy, y cuando hay unas inundaciones, voy, y hablo con todos los señores del Infoca o con el personal de Emergencia. No me atrevería a a decir que ahí hay 20.000 enchufados. No lo he dicho nunca.
-Su partido ha planteado esa idea fuerza, la del enchufe, como oposición al decreto de reordenación del sector público.
-Tal como usted me lo plantea, no. El sector público andaluz se ha convertido en un ejemplo de malas prácticas: sin control, con gasto excesivo y con encomiendas de gestión que son ilegales. ¿Y qué ocurre? Que sin encomendarse a nadie, en el mes de julio, y para que no se entere nadie en agosto, el Gobierno de la Junta saca un decreto y se lía la mundial. Los funcionarios se ven agredidos en sus derechos y ven que se rompe la igualdad en el acceso a la función pública. No creo que haya 20.000 enchufados como sinónimo de incapaces, pero sí digo que hay gente que accede al sector público sin respetar las normas de acceso. Y creo que el decreto obedece a un intento de blindar ese sector público, eso sí lo creo.
-¿Con el PP sobrarían empleados en esas empresas públicas?
-Funcionarios no sobra ninguno, yo quiero consolidar a los funcionarios, todos los directores generales serán funcionarios. Habrá, además, altos cargos que también serán funcionarios. Habrá una auditoría empresa a empresa para racionalizar el sector público, porque nadie sabe cuántos empleados hay en ese sector. Cuando pregunto, la Junta me dice 20.000, otros 22.000 y algunos sindicalistas destacados me hablan de 30.000 a 40.000. Hoy no tengo información suficiente para responder a esa pregunta. Pero con la visión general del sector público autonómico, del sector público municipal y del sector público provincial, le digo que sobra mucho sector público. Y voy a invitar a un pacto de redimensión del sector público, porque no vamos a poder pagar en el futuro tal magnitud.
-¿Y por qué el sector público autonómico? ¿Por qué no propone la fusión de municipios, muchos de ellos con menos de 1.000 habitantes, o la supresión de las diputaciones, que son instituciones a medio camino, pero en la nada?
-Ya se lo digo: le temo mucho a las nuevas formas de administración, porque lo nuevo nunca supone un adelgazamiento de las anteriores.
-Hablo de supresión.
-Bueno, las diputaciones no pueden ser aparatos políticos para competir con las alcaldías de las capitales. En gran medida, se han convertido en refugio de políticos, porque son las que menos control ciudadano y periodístico tienen. Hay que plantearse el papel de las diputaciones en un futuro, pero no pueden renunciar al asesoramiento a los pequeños municipios. Pero las diputaciones hay que redimensionarlas; ahora, no veo, ya lo he dicho, nuevas formas de agrupaciones comarcal. Sustituir las diputaciones por organismos nuevos sin trayectoria histórica es muy arriesgado.
-Habla de Canal Sur, ¿por qué los ayuntamientos del PP no prescinden de las televisiones locales?
-El PP siempre tuvo una resistencia de orden ideológico a crear televisiones locales. Las dos principales las organizó Julio Anguita en Córdoba y don Pedro Pacheco en Jerez. Es verdad que hay municipios del PP que la han creado, pero no son muy costosas. Pero, vamos, en España hay ahora 1.200 televisiones, y el 95% se mantiene con fondos públicos, esto hay que reconsiderarlo con un gran pacto entre el PP y el PSOE. Todos los gobernantes deben saber que la fiesta se ha acabado, y eso pasa por una reforma del sector audiovisual.
-¿Qué le han dicho estos días Santiago Herrero, el presidente de la patronal, y Manuel Pastrana y Francisco Carbonero, líderes de UGT y CCOO?
-Hablo mucho con ellos, no pasan dos meses sin que hablemos. En las últimas semanas he comido o he cenado con ellos.
-¿Y qué le dicen?
-Los tres nos ven como partido de alternativa, hablamos ya de cosas de futuro que de presente.
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