Yolanda Díaz: "Mucho zurdo pero María Jesús Montero no quiere subir el Iprem. Mucho zurdo pero empezó a privatizar la sanidad"
La vicepresidenta anuncia en un mitin en Sevilla el cambio en el control horario de las empresas a los trabajadores
Antonio Maíllo vuelve a un mitin 5 años, 6 meses y 9 días después defendiendo lo previsible de las propuestas de su formación
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El auditorio elegido, en la Isla de la Cartuja de Sevilla, tenía un aforo de unas 500 personas y se llenó. A cubierto, en sombra y con aire acondicionado, el público mayoritario no era joven a pesar de que los esfuerzos de Sumar para estas elecciones europeas están centrados en este rango de edad. Casi todos viejos cafeteros además de clásicos líderes locales del Partido Comunista e IU, como Antonio Rescalvo, o Javier Pérez Royo y Joaquín Urías. Dicen que los jóvenes ya no van a los mítines y que estos actos se hacen como manera de respetar a los votantes tradicionales, a esos que no quieren perder bajo ningún concepto. "Ahora son tiktokeros", explicaba Antonio Maíllo mientras el personal de Sumar grababa vídeos para esa red social.
Las banderas, también las tradicionales: la republicana, la de Palestina o las que piden un Sahara Libre. Eso además del color rosa que es la marca de la formación... y de alguna de Andalucía.
Al ritmo la canción No gires, un tema de 2012 del grupo Barry Brava, un grupo de indie pop, entraban en el auditorio la vicepresidenta Yolanda Díaz; el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo; la parlamentaria andaluza Esperanza Gómez, y los candidatos de Sumar a las Europeas, Estrella Galán (cabeza de lista) y los andaluces Manu Pineda y Nina Gordillo, una jornalera de Lebrija que fue la primera en tomar la palabra, hablando en un lenguaje que empatizó rápidamente con el auditorio. Estaba en su casa.
Mientras desde Sumar se llamaba al "voto útil de la izquierda" que representa Sumar "para mejorar la vida de la gente", en Granada Ione Belarra hacía lo propio, evidenciando una ruptura que miran con preocupación por las consecuencias que pueda tener en el recuento electoral.
Con todo, el rival a batir estaba claro desde el primer momento, "Mucho zurdo pero María Jesús Montero no quiere subir el Imprem. Mucho zurdo pero empezó a privatizar la sanidad pública; mucho zurdo pero no quieren derogar la ley mordaza; son zurdos pero ahora quieren, teresa Ribera sobre todo, bajar los impuestos a las eléctricas que se están forrando", afirmaba Yolanda Díaz cuando le tocó el turno de intervención.
La vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez no tuvo empacho ninguno en criticar a sus socios, "el mismo PSOE que gobierna conmigo, gobierna con la derecha en Europa". Yolanda Díaz aprovechó el mitin para adelantar que va a cambiar las normas de control horario en las empresas, "para que la inspección de trabajo sepa realmente cuántas horas trabajáis", una modificación que, según anunció verá la luz en los próximos días.
También adelantó que los datos de empleo que se conocerán el próximo martes, son buenos para Andalucía que tiene una tasa de paro del 17,7%, muy inferior a la del 36% "que teníais cuando gobernaba el PP en España". También hubo, claro, un espacio para la crítica al presidente de la Junta, Juanma Moreno: "El martes, Moreno Bonilla saldrá presumiendo de los datos de paro, ya os lo digo yo. Pero por ustedes nunca hubiéramos tenido estos datos de paro porque han votado en contra de todas las normas por la gente trabajadora en su tierra. Están en contra del salario mínimo, de revalorizar las pensiones con el IPC, no nos han acompañado cuando diseñamos los ERTE ni protegimos a las personas autónomas en pandemia".
Estaba en Andalucía y tuvo un guiño para ese andalucismo que mira a la izquierda y busca referentes claros, "no se puede construir España sin el pueblo andaluz; no se puede construir una España plurinacional sin el pueblo andaluz".
Seguridad y certidumbre
El flamante coordinador general de IU Antonio Maíllo estaba feliz de reencontrarse en un mitin en Sevilla, "5 años, 6 meses y 9 días después de mi última aparición pública". Con una libreta, roja claro, en las manos, pronunció un discurso en su estilo, pausado, tranquilo y lleno de reflexiones, "para que las compartáis con vuestros amigos y compañeros". Maíllo defendió la "seguridad y la certidumbre" que supone Sumar, una formación que se mantiene en las mismas ideas, que no da sorpresas en su gestión y que tiene un claro programa para Europa.
Una alusión directa a los cambios de opinión de Pedro Sánchez al que nadie nombró. Ni falta que hizo. María Jesús Montero, Teresa Ribera y Juanma Moreno, por ese orden, acapararon todas las críticas.
Las llamadas a la paz y al fin de las guerras, sobre todo en Palestina y por un Sáhara libre, concitaron los aplausos mayoritarios y sólo la candidata número uno de Sumar al Parlamento Europeo, Estrella Galán, se atrevió a nombrar a las víctimas de la guerra de Ucrania. Tras los aplausos finales, Maíllo entonó el himno de Andalucía, "por los pueblos y la humanidad".
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