Vox facilita que la izquierda tumbe la ley urbanística del Gobierno andaluz y alimenta el adelanto electoral

Vox ha cumplido su amenaza y va ha provocado provocar una sonora derrota del Gobierno de Juanma Moreno en el Parlamento andaluz. Es la primera vez que ocurre en la legislatura, que ha estado plagada de amagos por parte del partido que permitió el cambio en la Junta y ha apoyado la andadura del Ejecutivo de PP y Ciudadanos durante los últimos dos años y medio. Los 11 diputados que dirige Manuel Gavira como portavoz se han abstenido en la votación sobre la enmienda a la totalidad que Adelante Andalucía presentó contra la Ley de Impulso a la Sostenibilidad del Territorio en Andalucía (Lista), por lo que permitirá que la izquierda, con 50 votos, vaya a tumbar este proyecto, uno de los más importantes para populares y naranjas en este mandato.

Gavira, en su comparecencia semanal de cada miércoles, avanzó que habría "espectáculo", pero en el PP y en el PSOE no esperaban que el estruendo fuera tan grande. Esta negativa de Vox, que ha aprobado tres presupuestos en los últimos dos años y medio, cambia el discurso de la legislatura y genera incertidumbre sobre la posibilidad de un adelanto electoral. El presidente de la Junta, en las últimas semanas, se ha mostrado contrario a poner las urnas antes de finales de 2022, pero ha asociado siempre cualquier decisión a la capacidad para sacar adelante sus proyectos en el Parlamento andaluz.

A lograr ese objetivo se viene dedicando el portavoz parlamentario del PP, José Antonio Nieto, que ha restado importancia a las amenazas de Vox pocas horas antes del batacazo. Lo llamativo es que ha sido Alejandro Hernández, portavoz de Vox hasta hace unas semanas, quien ha anunciado la abstención de su partido. El diputado cordobés, sustituido por Manuel Gavira en busca de una postura más dura con el Gobierno andaluz, ha reconocido que los problema detectados en la Lista podrían solucionarse en el trámite de enmiendas, pero la "falta de confianza" existente entre el Gobierno andaluz y sus socios habituales ha provocado este terremoto que puede acelerar el final de la legislatura.

La "falta de confianza" a la que ha aludido Hernández es un argumento clásico de Vox en sus recurrentes amenazas al Ejecutivo autonómico. Ya lo utilizaron en la pasada negociación presupuestaria, cuando expresaron constantes quejas por la falta de cumplimiento de los acuerdos firmados previamente. Lograron alcanzar un acuerdo a finales de 2020, pero la inestabilidad provocada por la moción de Murcia y el posterior terremoto electoral en Madrid empeoraron las relaciones entre el Gobierno de Juanma Moreno y sus socios. Entonces Vox elevó el nivel de la presión sobre Ciudadanos, pero no ha sido hasta la crisis migratoria de Ceuta cuando la situación ha acabado por estallar.

Hace sólo unas semanas en la formación de Santiago Abascal estaban convencidos de la idoneidad sacar adelante la Lista e incluso pusieron en marcha una reforma fiscal de la mano de PP y Ciudadanos. Esta reforma, que se debate también en el Pleno en curso, sí contará con el apoyo de Vox, ya se había pactado antes de la ruptura definitiva, que se produjo la semana pasada. Fue cuando la Junta confirmó que acogería a 13 de los 200 menores extranjeros que saldrán de Ceuta para aliviar la presión en los servicios de acogida de la ciudad autónoma después de la llegada masiva de migrantes procedentes de Marruecos.

La Lista, que tendrá que volver al Parlamento con una nueva formulación si el Gobierno quiere aprobarla, tenía por objetivo eliminar trámites burocráticos y facilitar el desarrollo urbanístico. Como ha explicado la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, un inversor tiene que tener en cuenta "235 textos legales" para poner en marcha un proyecto. Para aliviar estas trabas, la norma también reducía los tiempos necesarios para aprobar planes municipales, uno de los principales obstáculos para el desarrollo urbanístico. Adelante Andalucía y el PSOE, así como los diputados no adscritos afines a Teresa Rodríguez, se han mostrado muy críticos con el texto porque consideran que establece una "ley de la selva" en el urbanismo, pese a que los portavoces José Fiscal (PSOE) e Inmacuada Nieto (AA) han reconocido que el espíritu inicial de la norma es positivo.

Por la mañana, Vox había dado ya el primer golpe al confirmar que no apoyaría una reforma exprés de la Ley de Salud Pública para permitir el confinamiento perimetral de los municipios con incidencias superiores a los 1.000 contagios por 100.000 habitantes sin estado de alarma.