Varios testigos acusan a Bretón de maltratar a sus dos hijos
Las declaraciones en la instrucción del caso de la desaparición de Ruth y José apuntan a vejaciones físicas y psíquicas sobre los niños
José Bretón, padre de los niños desaparecidos en Córdoba el pasado mes de octubre, no sólo habría sometido a malos tratos a su mujer, Ruth Ortiz. Varios amigos del matrimonio que comparecieron ayer en calidad de testigos en el Juzgado de Instrucción número 4 relataron episodios de malos tratos físicos y psíquicos contra los dos pequeños desaparecidos, según desveló ayer la abogada de la madre, María del Reposo Carrero, al término de los interrogatorios. La letrada no quiso desvelar en qué consistieron estos episodios de violencia descritos al tratarse las víctimas de dos menores, pero dijo que fueron "muchos" y "de todo un poco".
Hasta que los pequeños desaparecieron, sin embargo, ningún familiar había denunciado a Bretón por estos suspuestos malos tratos, ni el progenitor se encuentra imputado por estos hechos.
Tres testigos declararon a propuesta de la acusación particular con el objetivo de terminar de redondear el perfil de Bretón. Los conocidos del matrimonio también expusieron episodios de supuestos malos tratos psíquicos a Ruth Ortiz, unos hechos por los que ya se ha iniciado una investigación en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Huelva. Habría "episodios espeluznantes", pero también otros "subliminales", más sutiles. Una de las testigos, en concreto, recordó una conversación en la que Ruth Ortiz se mostró preocupada por el hecho de que los padres, cada vez más, se hicieran con la custodia de sus hijos. "Tú no vas a tener ese problema", le habría respondido Bretón. Carrero negó que aquellas palabras fueran premonitorias de lo que sucedió después, pero sí dibujarían a un padre poco preocupado por sus hijos, tal y como ayer relataron los testigos ante el magistrado, José Luis Rodríguez Lainz. "Ruth era la que se tenía que encargar de todo" en relación a los niños y "era muy sumisa", dijo la abogada.
La segunda sesión de declaraciones de ayer se completó con la comparecencia de dos funcionarios del centro penitenciario de Alcolea y de dos presos encargados de custodiar a Bretón. Los trabajadores dibujaron a un individuo "metódico", con un "gran control de sus impulsos" y, aparentemente, buen comportamiento. De lo que ocurría dentro de la celda dieron testimonio los reclusos que lo han acompañado durante estos más de seis meses en la cárcel. Los internos retrataron a una persona "escrupulosa" y maniática, excesivamente preocupado por la higiene: "Se lava continuamente las manos y toca todas las cosas con servilletas", relataron ante el juez.
Uno de los dos internos que declaró fue testigo de la autolesión de Bretón a finales del mes de enero. El progenitor se quedó con una cuchilla de afeitar en un cambio de turno y se hizo varios cortes poco profundos en el antebrazo. Para crear más alarma, se echó agua sobre la herida. Luego comentó que lo había hecho "para llamar la atención", relató el interno. Aparte de este episodio, los internos retrataron a un individuo "obsesionado" con Ruth Ortiz. "A los niños ni los nombra", declaró la letrada de la acusación. A su ex mujer, sin embargo, le habría dedicado continuos insultos, porque su idea es que se casó "para toda la vida".
El abogado de Bretón, José María Sánchez de Puerta, no efectuó ninguna pregunta a su cliente durante el interrogatorio y mostró su descontento ante algunas de las cuestiones de la acusación particular, al considerarlas "inapropiadas". "No me siento satisfecho ni insatisfecho por cómo ha transcurrido todo. Sólo puedo decir que mi cliente ha respondido a miles, miles y miles de preguntas", dijo el miércoles por la noche al salir de las dependencias judiciales. El miércoles también declararon los padres de José Bretón, sus dos hermanos y sus cuñados, que tampoco habrían ayudado a arrojar luz sobre lo que pasó.
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