La UCA justificó gastos personales con las tarjetas

Despilfarro en la Universidad de Cádiz

Se refugia en que existe una auditoría externa que ya ha controlado esos movimientos, aunque reconoce que hay en marcha otra auditoría interna a petición del Consejo Social.

Pedro Ingelmo

16 de diciembre 2014 - 06:37

Cádiz/El equipo de gobierno de la Universidad de Cádiz, que eliminó las tarjetas visa de pago nada más tomar posesión del rectorado, defendió ayer la gestión de sus antecesores asegurando que todos los pagos que se realizaron entre 2007 y 2011 de este modo están convientemente auditados y justificados, lo que incluye gastos del rector en tiendas del aeropuerto, continuos gastos en restaurantes en días libres o facturas de bares de copas.

Sin que hubiera ningún tipo de declaración oficial con preguntas, la UCA, tras la polvareda levantada en la comunidad universitaria andaluza tras conocerse los extractos de las tarjetas, se limitó a enviar una nota amparándose en que las cuentas se encuentran auditadas, por lo que no hay motivo para una investigación interna. Sí se reconoció que el Consejo Social ha pedido información hace tiempo sobre estos gastos, por lo que "se está atendiendo por el órgano auditor interno". En el transcurso de esta semana habrá una reunión con el Consejo Social donde se dará cuenta de las facturas que tendrían que justificar estos gastos.

La Universidad de Cádiz considera que, en todo momento, "se contó con un procedimiento de contabilidad y control en relación con este tipo de tarjetas. Se trata de un instrumento de pago con justificación de gasto, sometido siempre al procedimiento ordinario de control establecido para su uso. Los abonos realizados se contabilizaron en la aplicación económica, según la naturaleza del gasto y constaron en la orgánica correspondiente que originó el mismo. El interesado debía solicitar siempre el recibo y la factura necesaria imprescindible para justificar el gasto y realizar posibles reclamaciones, así como concretar su motivación".

La UCA continúa en su nota detallando con el funcionamiento de los sistemas de control sobre estas tarjetas personalizadas: "Mensualmente, se solicitaba desde el Área de Economía a los cargos académicos justificación de los gastos que aparecían en los extractos bancarios. Tras su justificación, se realizaban los documentos contables oportunos. Existía incluso un documento-guía remitido a los secretarios de los cargos académicos al inicio del ejercicio económico donde se contenían las instrucciones para la contabilización de los gastos de estas tarjetas".

Fuentes del gobierno de la UCA habían reconocido a este medio con anterioridad que, pese a que la mayoría de los gastos tenían una motivación, había otros en los que se habían dado por buenas cantidades difícilmente relacionadas con la Universidad. Sobre otros que levantaban sospechas, la UCA quiso detallarlos, como es el caso de una compra de casi mil euros en la tienda de Ikea de Sevilla realizada con la tarjeta a nombre de la directora general de Cooperación, Mercedes Dobarco. Según la nota de la UCA, Dobarco encargó con su tarjeta "material de equipamiento y menaje de la Escuela Infantil del Campus de Puerto Real". Otra compra, en la tienda Sofa & Sofá, de más de 700 euros, realizada con la tarjeta del rector, Diego Sales, que se encuentra inventariado y en uso en el despacho del rector. Aunque no sería una forma ortodoxa de adquisición de material por una institución pública, la UCA lo considera suficientemente justificado al existir la correspondiente factura.

Esto es lo que ha hecho realmente la auditoría a la que se hace mención en la nota de la Universidad de Cádiz. La auditoría da fe de que el dinero se gastó y que corresponde con las facturas o tiques presentados, es decir, que no hubo fugas, no hubo, por decirlo de algún modo, dinero negro. "Durante los ejercicios 2007 a 2011 la Universidad de Cádiz se sometió, como es preceptivo, a la auditoría externa de sus cuentas por una empresa independiente. Esta contabilidad es objeto de revisión por los órganos de fiscalización previstos en la ley, como es el caso de la Cámara de Cuentas de Andalucía. La auditoría se hace para todos los gastos, en todos los conceptos y respectos de todos los ejercicios económicos. Los pagos efectuados con este tipo de tarjetas tienen asignada cuenta corriente específica que aparece como tal en los estados de tesorería de las cuentas anuales que son revisadas por la auditoría externa, sin que nunca se haya recibido objeción alguna", explica la Universidad.

Fuentes de la propia Universidad ajenas al equipo de gobierno han comentado que "el problema se encuentra en que se haya dado por buenos gastos que difícilmente tienen que ver con la institución. Al existir una cuenta para estas tarjetas, el auditor lo que comprueba es que esos gastos tienen una correspondencia con las facturas entregadas, pero no entran en si debieron de haberse gastado o no porque eso corresponde a quien los autoriza".

En las distintas sedes universitarias de Cádiz se produjo ayer un considerable revuelo y la Red ardía con mensajes de indignación, buena parte de personas de dentro de la institución que recordaban los recortes y la austeridad impuesta en los asuntos más nimios. Las innumerables comidas, que la UCA considera justificadas, eran el aspecto más comentado de los gastos de las tarjetas. "Todo el mundo hablaba hace mucho tiempo de la endogamia dentro de la UCA y de los gastos que no se correspondían con una Universidad de nuestras características, pero esto ha sido verlo blanco sobre negro", comentaba una profesora de Jerez.

Los extractos han salido a la luz en una semana crucial para la institución, con una de las últimas reuniones del consejo de gobierno mañana y con la renovación de los claustrales aún reciente. Además, las elecciones a rector tendrían que celebrarse a final de curso y ya había catedráticoas que se habrían posicionado, lo que levantó especulaciones. La realidad es que el rector había recibido peticiones de que se aclarara el uso de las tarjetas en el anterior mandato desde hace tres años. La nota de la UCA tampoco especifica si había más tarjetas y cuánto supuso el coste total de esta forma de pago.

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