Susana Díaz sella la paz en el PSOE con Micaela Navarro de presidenta

La ex consejera de Bienestar Social, que fue potencial candidata de los críticos, sustituirá a Amparo Rubiales en este simbólico cargo.

Juan M. Marqués Perales

21 de noviembre 2013 - 22:21

Sevilla/Casi no había mejor forma de sellar la paz interna en el revuelto PSOE andaluz. Susana Díaz, que mañana será elegida secretaria general del partido, contará con la ex consejera Micaela Navarro como presidenta de su Ejecutiva en sustitución de la histórica Amparo Rubiales. Es el guiño definitivo al chavismo y a la vieja guardia. La elección de Navarro tiene un profundo calado interno en las filas socialistas, por cuanto la política jiennense fue potencial candidata de los críticos con José Antonio Griñán a casi todo. A ella la intentaron convencer para que se presentase a las elecciones primarias para competir con la propia Díaz y algunos la tuvieron en mente como sustituta de Griñán al frente del partido si éste no hubiera podido gobernar después de las elecciones autonómicas de 2012.

Con esta propuesta, que parte directamente de Díaz, ésta se reconcilia definitivamente con la potente agrupación de Jaén, que fue la que propició el voto de castigo a Griñán en el pasado congreso de Almería, en 2012, en la que el presidente fue reelegido secretario general con una simbólica abstención de una cuarta parte de los delegados. Sin embargo, Navarro ya fue la preferida de Griñán para ser presidenta del PSOE, pero, a cambio, debía de dejar la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, a lo que se negó al entender que su marcha provocaría la fusión con Salud.

Díaz despeja, así, la última duda orgánica importante que debía resolver este congreso, de tal modo que el cónclave escenificará el cambio que ella quiere sin ningún tipo de interferencias. El lunes la futura secretaria general, y presidenta de la Junta, también comunicó a sus secretarios generales que Mario Jiménez no continuaría de segundo del PSOE. Navarro será una de las portavoces que tenga el partido, aunque no ejercerá este papel en su integridad, ya que compartirá labor con el resto de secretarios. Es lo que Griñán llamó una Ejecutiva "polifónica", que funcionó con escasa suerte en su primera dirección.

La nueva Ejecutiva socialista, la que saldrá del congreso que arranca mañana en Granada, será muy distinta a la actual: tanto en número de personas como en las propias caras de sus dirigentes. Díaz aseguró ayer en una entrevista en Tele 5 que realizará "un cambio profundo" en la dirección. Tal como ella misma explicó a los secretarios provinciales, asumirá la dirección del partido, lo que supone un modelo distinto a los de sus antecesores, Griñán y Chaves.

Aunque éstos tuvieran o no un vicesecretario, siempre delegaron en un número dos los asuntos del partido, aunque éstos tuviera el cargo de secretario de Organización. La idea de Díaz, de hecho, es que cada secretario actúe como portavoz de su área, de modo que sea ella la que marque la comunicación del PSOE. Ello conlleva cierto riesgo, el de la propia capacidad de una única persona para hacerse cargo del partido y del Gobierno andaluz.

La actual dirección socialista llega a una treintena de miembros, y algunas personas cercanas a la inminente secretaria general explicaron que la idea pasa por bajar a unas 20 personas, si no a la mitad. En cualquier caso, esto dependerá de cómo se produzca la negociación con las diferentes provincias, aunque lo cierto es que la futura líder del partido cuenta con bastante capacidad de maniobra.

Aunque quien dirigirá a los socialistas andaluces desde este próximo fin de semana no ha desvelado otros planes, sí se da por seguro que ningún secretario provincial ocupará un puesto en la nueva dirección, a excepción de ella, que lo es de Sevilla. En esta provincia, los nombres de la parlamentaria Verónica Pérez y del presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, son los que forman el dúo de posibles sucesores. Quien aún no ha hablado después de anunciarse su salida es Mario Jiménez, de quien Díaz afirmó en esa entrevista televisiva que es el mejor portavoz "posible" en el Parlamento. El político onubense, que en cierto sentido compitió por el liderazgo con Díaz durante el mandato de Griñán aunque sin estridencias, sustituirá a Francisco Álvarez de la Chica en la Cámara autonómica.

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