Solidaridad y salud en los comedores

La Unión Europea decidió reforzar a finales de mayo sus programas de distribución de fruta y leche a los escolares de los países miembros, incluido España. La medida tiene algunas similitudes con la que tomó la Junta de Andalucía hace ahora dos años respecto al reparto de desayunos y meriendas en colegios de la región. A pesar de los puntos en común, el objetivo de ambas iniciativas responde a problemas muy distintos. Mientras que el plan comunitario pretende evitar el aumento de las tasas de obesidad infantil en los 28, la Administración andaluza quiere garantizar, al menos de lunes a viernes, que los niños en riesgo de exclusión social puedan realizar al menos tres comidas al día en su lugar de estudios: desayuno, almuerzo y merienda.

Ambos son problemas que afectan de forma grave a Andalucía, donde uno de cada cuatro niños y adolescentes tienen un peso mayor al recomendado por los médicos. Según la última Encuesta Nacional de Salud, realizada por el Instituto Nacional de Estadística entre los años 2011 y 2012, el 17,2% de la población andaluza de entre 2 y 17 años padece sobrepeso; mientras que el 9,4% sufren obesidad. Esto sitúa a la comunidad autónoma varios puntos por encima de la tasa nacional, que es del 14,8% en sobrepeso y del 7,7% en obesidad, por lo que el objetivo que tiene el plan europeo es aún más necesario en Andalucía.

Según un documento del Ministerio de Agricultura, Innovación y Medio Ambiente, el plan europeo de distribución de verduras y hortalizas en los centros de enseñanza tiene por objetivo la prevención de la obesidad, así como inculcar hábitos saludables que impidan el desarrollo del sobrepeso en la población infantil. Entre 2009 y 2014, la UE dedicó casi 25 millones de euros a esta iniciativa, complementados por los más de 27 millones de la administración estatal; mientras que el año pasado se alcanzó la máxima inversión, 14.218.825 euros, sufragada en un 75% con fondos europeos.

La intención de la Unión Europea es que el presupuesto de este proyecto vaya en aumento en los próximos años, por lo que el Parlamento Europeo aprobó el 27 de mayo una propuesta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, que unifica el plan de reparto de leche -que cuenta con un presupuesto anual de 100 millones de euros- con el de frutas y verduras, que además se refuerza para llegar a los 150 millones en el curso 2015-2016, de los cuales 11.531.264 van a España, es decir, un 7,5% más que en el actual ejercicio. El mencionado ministerio, que completará la inversión como ha venido haciendo en los últimos años, será el encargado de repartir los fondos entre las comunidades autónomas.

Además de la distribución durante el recreo de hasta veinticinco productos distintos -incluidos el gazpacho y el zumo de naranja-, el proyecto incluye la puesta en marcha de iniciativas centradas en divulgar la idoneidad del consumo de frutas y hortalizas, que en Andalucía se viene realizando mediante las visitas del frutibus, una ludoteca itinerante que visita los colegios que lo solicitan para realizar actividades con niños de entre seis y once años; y el reparto de un recetario con alimentos saludables.

El procedimiento del Plan Extraordinario de Seguridad y Garantia Alimentaria (Syga) guarda similitudes con el reparto europeo. Ambos pueden complementarse, aunque el plan impulsado por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía tiene un público muy concreto: los niños andaluces en riesgo de exclusión social, una condición que incluye a aquellos que viven en zonas especialmente desfavorecidas y los determinados por los servicios sociales municipales.

En su primera edición, la del curso 2013-2014, fueron 22.953 los menores beneficiados, aunque el presupuesto, estimado en siete millones, también se dedicó a mantener en funcionamiento determinados comedores para los niños inscritos en las escuelas de verano y en colaborar con familias desfavorecidas. En el curso que ahora acaba, el presupuesto ha ascendido a los once millones de euros, con 24.479 beneficiarios procedentes de 1.321 centros educativos de Andalucía.

En este ejercicio, la dotación también se dedica al refuerzo del Programa Bonificado del Servicio de Comedor de los Centros de Participación Activa, y el catering a domicilio para mayores; pero el apartado más relevante es el mantenimiento del servicio de comedor en los meses de julio y agosto a través de ONG y otras entidades. Esta iniciativa responde a una petición del Defensor del Pueblo, que recomienda la puesta en marcha de programas que garanticen la alimentación de los menores en periodo no lectivo. Además de Andalucía, sólo Canarias y la Comunidad Valenciana han confirmado hasta el momento la existencia de medidas al respecto.

Las autoridades europeas vieron con buenos ojos el Plan Extraordinario de Solidaridad y Garantía Alimentaria, impulsado por Susana Díaz cuando era consejera de Presidencia e Igualdad en el Gobierno de José Antonio Griñán. Durante una visita a España en junio de 2013, Nils Muiznieks, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa -una institución paralela a la Unión Europea y sus instituciones-, ensalzó el programa de la Junta de Andalucía. El político letón se mostró sorprendido en su momento de que las competencias para mitigar la situación de malnutrición infantil en determinados sectores estuviera en manos de las comunidades autónomas y no en las del Estado.