"Seguiré siendo el alcalde de todos los malagueños"

Los votos del PP y de C's permiten a Francisco de la Torre revalidar la Alcaldía de Málaga

Francisco de la Torre, agradecido, tras recibir la vara de mando como alcalde de Málaga.
Francisco de la Torre, agradecido, tras recibir la vara de mando como alcalde de Málaga.
Sebastián Sánchez Málaga

14 de junio 2015 - 05:04

Francisco de la Torre, entre las algarabía de los concejales del Partido Popular, y el silencio respetuoso de ediles de la oposición, volvió ayer a levantar la vara de mando que lo reconoce como alcalde de Málaga. Orgulloso, pero menos emocionado que cuatro años atrás, empleó la sesión de investidura celebrada en la Casona del Parque para hacer un llamamiento a todos los partidos con representación municipal para, "por encima de las siglas", trabajar de manera conjunta por el futuro de la ciudad. Las referencias al diálogo fueron una constante en una intervención, la suya, en la que quiso enfatizar su capacidad para estar al frente de un nuevo tiempo.

Con la de ayer ya son cinco las ocasiones en las que el secretario general del Consistorio pronunció su nombre para reconocerlo como regidor. Cuatro, tras ser investido con los votos de los ciudadanos; una, la primera, tras sustituir al frente del Ayuntamiento a su antecesora, Celia Villalobos.

De la Torre contó ayer, conforme al guión pactado en los días previos, con el favor de los tres concejales de Ciudadanos, una de las dos nuevas formaciones políticas con presencia en el Pleno. Sus tres síes se sumaron a los 13 de los ediles del PP, alcanzando la mayoría absoluta necesaria para la reelección del quien ocupa ese mismo sillón desde principios del año 2000.

De cumplir, como es su deseo, los cuatro años del mandato, pasará a convertirse en el mandatario de la capital con más años al frente, 19, superando los 16 del recordado Pedro Aparicio.

María Gámez, la candidata que presentaba el PSOE a la Alcaldía sumó a las nueve papeletas de su partido, las cuatro depositadas por los ediles de Málaga Ahora; los dos integrantes de IU Málaga para la Gente, conforme a lo anunciado, votó a su candidato, Eduardo Zorrilla.

No hubo espacio a la sorpresa en una votación carente de incertidumbre tras el acuerdo que apenas un día antes rubricaron los populares con el partido naranja. Sin embargo, el periplo que ahora se inicia da pie a imaginar episodios bien distintos a los acumulados en los últimos quince años de mayoría absoluta del PP.

Quizás por encontrarse en una situación de inferioridad, De la Torre quiso mostrar su perfil más dialogante, señalando que incluso cuando dispuso de los votos suficientes siempre quiso ser "el alcalde de todos". "Nunca fue el sectarismo uno de mis defectos ni lo será jamás; siempre he contado con quienes quisieron y supieron aportar, sin importar su origen, su filiación ni sus ideas", dijo, a lo que apostilló: "seguiré siendo el alcalde de todos los malagueños y consagrándome a esta honorable tarea cuatro años más con la pasión, la dedicación y el esfuerzo necesarios". "Hagamos política con nobleza, sin más aspiración que el bien común", defendió.

Desde las nuevas bancadas de la oposición, fueron numerosas las críticas al modo en que De la Torre ha ejercicio la acción de gobierno en el pasado mandato, recordando, caso de Gámez, cómo el sentir expresado por los malagueños en las urnas el pasado 24 de mayo era contrario, en su mayoría, al candidato popular. Sin embargo, si una voz fue la que resonó por encima del resto fue la de Ysabel Torralbo, portavoz de Málaga Ahora.

En un discurso repleto de acusaciones y contundentes descalificaciones, llegó al punto de afirmar que De la Torre aprendió la función política "en la escuela del franquismo". "Hoy vuelve usted, señor De la Torre, a disponer de cuatro años con los que seguir extendiendo la ponzoña de sus políticas clientelistas", le llegó a espetar. Incluso, lo comparó con el rey Luis XIV: "seguro que se levanta cada mañana pensando ¡El Estado -el Municipio- soy yo!'".

El tono del resto de portavoces fue mucho más conciliador, confiando en que el nuevo tiempo político que ahora se inicia sea el del consenso y el acercamiento. "El veredicto de las urnas era el cambio; el bastón de mando sigue en las mismas manos, pero la situación política ha cambiado radicalmente", señaló Gámez

De la Torre tuvo palabras de agradecimiento hacia los tres concejales de Ciudadanos que le otorgaron su voto afirmativo, reconociendo que en esta línea de diálogo que quiere extender en el mandato, el equipo de gobierno tendrá "especial sensibilidad" con Ciudadanos. De ello depende, en buena medida, disponer de la estabilidad suficiente.

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