Sánchez desactiva la reforma de la financiación autonómica
sesión de control del Senado
El presidente asegura que "no hay tiempo material" para buscar un nuevo modelo en lo que queda de legislatura
Pedro Sánchez enfría por completo la posibilidad de reformar el sistema de financiación autonómica en esta legislatura. Lo ha confirmado hoy en el Senado, en una respuesta a la senadora de Coalición Canaria María del Mar Julios, aunque explicó que su intención es mejorar los fondos estatales que llegan a cada región durante su mandato. “No hay tiempo material”, lamentó el presidente del Gobierno en la Cámara Alta.
“Hay que ser ambiciosos, pero también realistas”, ha reconocido el jefe del Ejecutivo, por lo que se limitará a hacer mejoras en cada región. La encargada de ponerlas en marcha será su ministra de Hacienda, la ex consejera andaluza María Jesús Montero. La política sevillana fue una de las más beligerantes con su antecesor, Cristóbal Montoro, y lo presionó en varias ocasiones para que convocase el Consejo de Política Fiscal y Financiera en mayo o junio. Ahora es Montero quien debe convocarlo y, según su jefe, en dicho encuentro entre el Gobierno y las regiones, no se abrirá el melón de la nueva financiación.
El modelo existente, pactado por el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y los entonces nacionalistas de ERC, se aprobó en 2009 y caducó cinco años después. Desde entonces, el Gobierno del Mariano Rajoy dejó en suspenso la negociación hasta que, en enero de 2017, se comprometió a ponerla en marcha en la Conferencia de Presidentes. El Ejecutivo del PP tenía hasta final del año pasado para realizar su propuesta, pero el plazo acabó sin que Cristóbal Montoro presentase un modelo.
En Andalucía, bajo el patrocinio de la propia presidenta, Susana Díaz, se armó un acuerdo parlamentario con el apoyo del 90% de los grupos de la Cámara. Sólo Ciudadanos se quedó fuera del documento elaborado por PSOE, Podemos e IU, con el beneplácito de la ahora ministra de Hacienda. La propuesta de la Junta y, por lo tanto, de María Jesús Montero, pasaba por aumentar los fondos que llegan a las regiones en 16.000 millones de euros, 4.000 de ellos para Andalucía. Para ello, el Estado debería aumentar el porcentaje del IVA y el IRPF que cede a las comunidades.
"Los problemas de Andalucía serán los míos”, dijo Montero en su último día como consejera, poco después de que Sánchez confirmase su nombramiento. El parlamentario del PP Pablo Venzal, que presidió el grupo de trabajo de la financiación, ha lamentado hoy que todo el trabajo que se hizo haya caído ahora “en saco roto” y ha advertido de “una traición a Andalucía” de la jefa del Ejecutivo autonómico. Ha exigido además “que se cumpla el mandato del Parlamento” y ha asegurado que el Gobierno andaluz y el PSOE tendrán que dar explicaciones en la Cámara para explicar si siguen apoyando el acuerdo.
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