Macarena Olona: "En San Telmo entraremos con una auténtica escoba y a levantar hasta la última alfombra"

Vox

Vox pretende su estreno en responsabilidades de Gobierno en la región en la que irrumpió hace tres años en las instituciones

Macarena Olona, con el Guadalquivir de fondo. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/Cada vez se deja ver más en Andalucía porque se perfila como candidata a la Presidencia de la Junta. Su nombramiento no es oficial, pero sí oficioso. Es muy directa, vehemente en ocasiones, con un discurso fluido y un tono de voz propios de la opositora que fue. Macarena Olona recita un discurso cargado de detalles donde jamás refiere la posibilidad de pactar con el PP, al que continuamente equipara al PSOE. Trufa sus palabras de guiños a Julio Anguita, azotes a la gestión de Canal Sur y acusaciones generalizadas de corrupción a los dos grandes partidos. Elogia a Cayetana Álvarez de Toledo, admite que no se leerá el último libro de Rajoy y dice que se sabe el Himno de Andalucía.

-Usted será candidata a la Junta y encabezará lista por Granada, ¿verdad?

-Algo es cierto en lo que me acaba de decir. Yo soy Macarena de Granada. A partir de ahí, los órganos de mi partido tomarán la decisión cuando se convoquen las elecciones. Esperemos poder decidir sobre la vida de los andaluces con el rigor, con la bondad, con la generosidad y con la eficiencia que se merecen.

-Un partido que no cree en el Estado de las Autonomías irrumpe en unas autonómicas hace tres años y ahora tiene posibilidades de estrenarse en responsabilidades de Gobierno en una comunidad autónoma como Andalucía.

-Andalucía va a ser el primer gobierno que Vox asuma. Vox va a entrar en San Telmo con la confianza de los andaluces. Por primera vez vamos a poder demostrar que no es utópico cuando decimos alto y claro que el desarollo del Estado de las Autonomías desde hace más de 40 años ha dado lugar a una profunda desigualdad entre todos los españoles. Entre los grandes perjudicados están precisamente los andaluces a los que nos han convertido, y me incluyo, en ciudadanos de tercera categoría en España. Cuando fui a Huelva, lo primero que hice pisar el campo, mancharme las botas de barro, escuchar a nuestros agricultores. La situación de abandono que pude ver es la misma que ya me he encontrado en otras partes de España. Vox va a poder evidenciar desde Andalucía cómo hay esperanza y alternativa, no simple alternancia. Y desde luego Andalucía será la piedra sobre la que se asiente el próximo Gobierno de España con Vox a la cabeza. Digo alto y claro que necesitamos el apoyo de los andaluces para conseguir la confianza suficiente. Y eso es una mayoría absoluta para poder entrar en San Telmo sin necesidad de otro partido político, de manera particular me refiero al PP. Solamente con Vox solo en el Gobierno vamos a poder dar a los andaluces la esperanza del futuro que necesitan.

Macarena Olona / Juan Carlos Vázquez

-Dígame algo bueno que ha hecho el denominado Gobierno del Cambio. Ustedes lo han apoyado casi en todo durante tres años.

-Siempre que han hecho caso a nuestras reivindicaciones han acertado. Eso está claro. El señor Juanma Moreno lo que tiene que explicar a los andaluces es cómo es posible que en cuestión de horas lo que ha sido posible en Madrid no lo ha sido en Andalucía. El PP es rehén de sus contradicciones internas y de sus baronías territoriales. Eso es un problema profundo. En otras regiones de España la confrontación entre el PP y el PSOE es acentuada, pero en Andalucía no. Juanma Moreno está en un abrazo permanente con el Partido Socialista. Lo ha estado a lo largo de los últimos tres años. Y pretende mantener ese abrazo después de las elecciones autonómicas. El ejemplo más reciente fue la vergüenza que supuso para cualquier ciudadano el interrogatorio que la diputada de Vox hizo a la esposa del señor Juan Espadas en la comisión de investigación de la Faffe. La vergüenza que supuso ver a quien cobra un sueldo público como es esta señora, claramente enchufada en la Administración autonómica. ¡No supo decir qué narices hacía en su trabajo! Nosotros exigimos la inmediata dimisión del señor Espadas. Recordemos a los andaluces qué dijo el PP: que no iba a hacer carroña política con este tema.

-¿Y esa reacción a qué le sonó a usted?

-A pasteleo. Un pasteleo que también vemos con las famosas dietas de más de tres millones de euros que se cobraron en Unicaja de forma irregular según el Banco de España. Ante la negativa del consejero Bravo a proporcionar a la oposición en el Parlamento Andaluz el expediente completo donde podamos ver las denuncias que se formularon hace más de diez años, he entrado yo como diputada nacional a través del artículo 7 del Reglamento del Congreso. Este precepto que me permite obtener documentos de cualquier administración pública. Este pasteleo andaluz, que se ha mantenido tantos años, es el mismo que ha seguido manteniéndose en los últimos tres. Nosotros, por ejemplo, nos opusimos a la Ley del Suelo en la primera votación. Conseguimos tumbarla, porque no se incluía una política en materia de suelo adecuada a los intereses de los ciudadanos. ¡Nos opusimos a normativas urbanísticas con perspectivas de género! Hemos llegado a punto en el que hay que recordar a personas como Julio Anguita, que en paz descanse, por su famoso discurso de 1999. Ponía de ejemplo a Galileo Galilei, hombre del Renacimiento, el padre de la Astronomía, de la Ciencia, de la Física. Fue sometido a juicio por el tribunal de la Inquisición. Fue condenado por herejía porque dijo, después de mirar a las estrellas, que la Tierra no era el centro del universo, sino el sol. Se atrevió a ir en contra de todo lo establecido, de las tradiciones populares, de la verdad institucionalizada y del dogma de la Iglesia. Ese ejemplo que recordaba don Julio Anguita me lleva a recordar qué es Vox y qué representa para los ciudadanos españoles y para todos los andaluces. Somos un movimiento formado por personas de muy diferentes orígenes, pero que tenemos en común habernos rebelado contra esa resignación a la que nos han condenado el PP y el PSOE, una resignación que tenía cerrados debates que nosotros hemos conseguido reabrir gracias a nuestra irrupción en las Administraciones públicas. Si nosotros decimos alto y claro que una política de inmigración descontrolada da lugar a un efecto llamada, que da lugar a que nos convirtamos en cómplices de las mafias y de las tratas de seres humanos, se nos insulta continuamente, se nos dice que no somos humanitarios. ¡Y no es cierto en absoluto! Hay que ir a la realidad, como he hecho yo en Huelva, donde he ido a un asentamiento de chabolas donde están buena parte de los inmigrantes ilegales. Hay que ver las condiciones en las que se encuentran viviendo, la realidad de las políticas que son un efecto llamada.

Macarena Olona durante la entrevista. / Juan Carlos Vázquez

-¿Qué cambios son urgentes en Andalucía? Usted anuncia que Vox entrará en el Gobierno andaluz. ¿A qué se dedicarán los primeros cien días?

-Urgentes serán las medidas que hay que tomar en la sanidad y en la educación públicas. Sin lugar a dudas. Me he reunido con el sindicato médico, donde me he informado de la política errática que ha seguido el consejero Aguirre. Quiero dejar clara una cosa. A nuestros profesionales sanitarios hay que cuidarlos. Están muy por debajo de la media de las retribuciones que se perciben en España. Un médico en Huelva cobra tres veces menos que uno de Murcia. Por eso perdemos el talento que tenemos en Andalucía. No hay esperanza de futuro en nuestra tierra. La sanidad pública tiene que ser de calidad. Los andaluces están sometidos a listas de espera muy por encima de las del resto de España. Con Vox se va a acabar la sanidad digital. Esa sanidad digital que Juanma Moreno y el consejero Aguirre dicen que ha venido para quedarse. Las medidas coyunturales que tuvieron que tomarse para luchar contra la pandemia no pueden ser permanentes si van en detrimento de las necesidades de los ciudadanos. Una sanidad digital que atiende por el I-Pad o por el teléfono a una abuelita de 89 años es una sanidad que devalúa y degenera el trato al paciente. El médico necesita explorar al paciente y el paciente necesita mirar a los ojos a su doctor. A la sanidad digital se le pondrá fin, lo que no quita que digitalmente se puedan atender cuestiones burocráticas o puramente administrativas.

-Vox considera entonces prioritario el control de consejerías como la de Salud.

-Vox quiere controlar todo el gobierno autonómico para llevar a cabo la política transversal que consideramos adecuada para los andaluces. Evidentemente los cien primeros días, se lo digo así porque he querido ser rigurosa con la pregunta, no se pueden aplicar otras políticas que sí se pueden hacer ya a lo largo de la legislatura. La pandemia no es ninguna excusa. Tenemos el ejemplo del Gobierno de la nación que, luchando contra una pandemia con medidas erráticas, ha impuesto su agenda ideológica y sectaria. Lo hemos visto con la Ley Celáa contra la que el señor Juanma Moreno no ha adoptado ninguna medida. Hemos visto la ley de la eutanasia y toda una serie de disposiciones ideológicas. Pablo Casado dijo hace poco que cuando llegue al Gobierno de España va a derogar todas las leyes ideológicas de Zapatero, cuando ya Rajoy tuvo mayoría absoluta, y de Sánchez con la extrema izquierda comunista. Decir eso es una absoluta incoherencia. Si esa es la voluntad del PP, ¿por qué no lo hace en Andalucía? Aquí tenemos leyes de violencia de género y de memoria democrática que son una aplicación de la más pura ideológica y sectaria izquierda. También tenemos que tener fuerza suficiente para eliminar la administración paralela creada durante 40 años de socialismo corrupto, mantenida con el señor Juanma Moreno y el señor Juan Marín. Cuando analicé los presupuestos andaluces para 2022 vi que se mantenían más de 17.000 millones de euros para el sustento de todas las entidades del sector instrumental, lo que llamamos chiringuitos porque no se traducen en servicios públicos. Me di cuenta de que Moreno y Marín se han limitado a gestionar la herencia socialista. Han permitido que 5.000 socialistas sean reemplazados por dos mil populares o de Ciudadanos. Incluso me dicen por la calle que ni en eso han sido como los socialistas, porque no los han cambiado al cien por cien.

Macarena Olona / Juan Carlos Vázquez

-¿Por qué cree usted que el PSOE se mantuvo tantísimos años en el Gobierno de Andalucía? Hay una encuesta del Centra en la que si se analizan las tripas se concluye que el 60% votaría en las próximas elecciones una opción de partidos del centro hacia la derecha. ¿Andalucía ha dejado de ser roja en tres años?

-El nido de reptiles que supuso una gran trama de corrupción de 700 millones de euros nos da una medida exacta sobre cómo ha podido perpetuarse el PSOE en el poder a base de corromperlo. Se compraron voluntades, se pagaron favores, se pagaron votos. Con esto, los desheredados de la tierra negaron un futuro a sus hijos y a sus nietos. Llegó un momento en que la compra de voluntades no fue suficiente. También es cierto que 400.000 socialistas se quedaron en casa. La situación es hoy muy distinta. Antes teníamos miedo de si nuestros hijos podían tener o no un futuro en España, ahora el miedo profundo que tenemos es si nuestros hijos tendrán una España en el futuro. La diferencia es sustancial.

-¿Los españoles perdonamos la corrupción de millones de euros, pero no el hurto de unas cremas cosméticas?

-Siempre se ha dicho, efectivamente, que la corrupción tiene poco castigo político. A lo largo de mi vida profesional como abogado del Estado me especialicé en la lucha contra la corrupción porque llevo muy mal el mal uso del erario público. Me resigno a pensar que la corrupción no tiene coste político. Cuando hablamos de un mangante, de un sinvergüenza que llega a la poltrona pública y la aprovecha en su propio beneficio, ¿a quién se está perjudicando? Al español o al inmigrante legal que se levanta a las seis o siete de la mañana para subir la persiana de su negocio o para trabajar dignamente como asalariado y pagar escrupulosamente sus impuestos. Lo que vemos, como denunció Su Señoría Mercedes Alaya, es que hay una justicia para poderosos y otra para no poderosos. El último ejemplo lo hemos visto con los indignos e ilegales indultos concedidos por el Gobierno de España a los golpistas del procés. Si usted deja de pagar el IRPF irá a la cárcel como españolito de a pie. Si la cifra está por debajo de la considerada delito, Hacienda le embargará. A esto me refiero cuando le doy la razón a Mercedes Alaya, a la que no tengo el gusto de conocer, pero a la que admiro profundamente por su valentía y por su decencia. La lucha contra la corrupción está en el ADN de Vox. En San Telmo entraremos con una auténtica escoba y a levantar hasta la última alfombra. Nosotros no distinguimos entre corrupción roja, azul o naranja. Por tanto, si esa corrupción afecta al PSOE o al Partido Popular, por ejemplo en la Diputación de Málaga, no haremos ningún tipo de distinción a la hora de depurar hasta la última responsabilidad, algo que no hace el actual gobierno de coalición cuando, por ejemplo, han renunciado a exigir los más de seis millones de euros a CCOO o UGT, o cuando han otorgado una moratoria de los 40 millones que adeudan a las arcas públicas andaluzas. ¿Por qué? Porque tanto el PP como el PSOE, y ahora también Podemos, han entrado en el juego de convertir los sindicatos de las mariscadas, los sindicatos de clase, en auténticas plataformas logísticas-políticas. Han entrado al juego del chantaje para evitar que les incendien las calles. El último ejemplo lo hemos visto en Cádiz. Los obreros del metal se han manifestado durante nueve días. UGT y CCOO, convertidos en plataformas de la ministra de Trabajo, han reventado y desactivado la huelga, llegando a unas condiciones y a un acuerdo en Sevilla para los trabajadores muy alejadas de las que se estaban reivindicando en las calles gaditanas. Han robado el derecho a la protesta.

Macarena Olona / Juan Carlos Vázquez

-Dicen que si es usted es la candidata de Vox, se movilizan los socialistas que se quedaron en casa en las últimas elecciones. Su candidatura beneficia a Vox... y al PSOE.

-Esa es la tesis de Moncloa, del PSOE y del PP. Al PSOE hay que decirle que si piensa eso, qué poco dice de su propia candidatura, ¿no? Si tienen que apelar a la llegada de Olona para movilizar a su electorado, qué poco nos dicen ellos mismos del señor Espadas. Además es que es absolutamente incierto. Para mi es un orgullo decir que votantes socialistas de toda la vida me apoyan, me dan su cariño y voy a contar con su confianza si soy la candidata. Esto no va de derechas o de izquierdas. Hemos superado todas las barreras ideológicas. Estamos en situación de emergencia nacional y de emergencia autonómica aquí en Andalucía. Los españoles y los andaluces no están pensando en las próximas elecciones generales, eso es un cortoplacismo que únicamente sostienen los partidos políticos tradicionales y los medios de comunicación a su servicio. Los españoles y los andaluces están pensando en las próximas generaciones. Es una vergüenza que se apoyen acuerdos comerciales en la UE que suponen una profunda competencia desleal para nuestros agricultores porque se permite la entrada de productos de terceros países a los que no le imponen las mismas exigencias fitosanitarias ni otras. Así es como se cierran nuestros campos y tenemos cada vez menos hectáreas en cultivo. Marruecos, por ejemplo, nos está reemplazando. Ocurre con la entrada de las naranjas. ¿Sabe qué le digo a los andaluces? Que el obrero, el trabajador, necesita patria. Y sólo Vox les va a dar patria. Cuando hablo de la patria tengo muy claro que de las banderas no se come, pero solo Vox defiende alto y claro que lo nuestro es lo primero. Si no apostamos por una soberanía agraria, por una soberanía energética y por una soberanía nacional que ponga a lo nuestro como lo primero, le estamos arrebatando el pan a nuestros hijos y nietos. Estamos fomentando una política industrial que provoca la deslocalización de las empresas. La agenda 2030 que abrazan Sánchez y Juanma Moreno, a los que vemos con el pin famoso, representa la traición a España, una cesión a una religión climática, a posiciones globalistas que eliminan nuestras fronteras, que nos hacen ser de peor condición al resto de Europa.

-¿No cree un error defender el cierre de Canal Sur?

-Responde a una necesidad de los andaluces. Tanto con el PSOE antes como con el PP y Ciudadanos ahora, Canal Sur es un medio público al servicio del régimen. En Vox renunciamos desde ya a uno de los instrumentos fundamentales del político de turno, no queremos altavoces de propaganda. Me trasladan que en Canal Sur no se ha podido escuchar nada del caso de los ERE porque ha habido una auténtica censura informativa. Y cuando tuvimos un valiente como el señor Álvaro Zancajo, que verdaderamente vino con una voluntad de acabar con esa corrupción socialista que había llenado por completo la televisión pública en Andalucía, ¿qué hicieron el señor Juanma Moreno y el señor Juan Marín? Le entregaron su cabeza a Susana Díaz. Porque fue ella quien la exigió. Y con ello dejaron vendido el medio público. Nuevamente los recursos públicos quedaron convertidos en un instrumento no al servicio de los andaluces, sino de los políticos de turno. En este caso, además, ni siquiera en el gobierno, como es el caso de la señora Susana Díaz.

-¿Cree que el PP-A le ha tomado el pelo a Vox, Vox ha pecado de bisoñez o han ocurrido ambas cosas?

-El PP y Ciudadanos han traicionado a los andaluces que hace tres años confiaron en el cambio. Aquí ha existido una tiranía roja. En el País Vasco también vi una tiranía los años que ejercí como abogado jefe del Estado, vi la red clientelar al servicio del partido en el gobierno. Y en los medios de comunicación también. He visto censuras, chantajes y presiones a quien se le ocurría salirse un milímetro del carril. Han traicionado a los andaluces que vieron la oportunidad de poner fin a esos 40 años de corrupción roja. Nosotros firmamos unos acuerdos concretos que se han incumplido. Recordemos que Ciudadanos habla mucho de la corrupción del PSOE, pero posibilitó el gobierno de Susana Díaz tras las anteriores elecciones. Hemos puesto pie en pared ante los incumplimientos de los acuerdos suscritos. Hasta aquí hemos llegado.

Macarena Olona con la Torre del Oro al fondo / Juan Carlos Vázquez

-Se dispara el número de autónomos. La Junta expone que es una de las señales de la mejora sustancial de la economía.

-Hay una falsesad de cuentas. En el debate sobre el presupuesto en el Congreso de los Diputados fue gravísimo escuchar a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, denunciar que las cuentas andaluzas incluían una partida falsa, una partida fantasma, de casi mil millones de euros de un supuesto fondo Covid que iba a aportar el Estado, cuando Moreno y Marín sabían desde verano que el Gobierno de la nación se negaba a dotar ese fondo, como sí se hizo el año anterior. Quien hable de recuperación en Andalucía está mintiendo abiertamente. Soy una mujer de la calle, me reúno con la gente y percibo desesperanza.

-¿Entonces qué nos salva? En Andalucía hay paz pese a los índices de paro. ¿Nos salva la economía sumergida, las subvenciones, la familia?

-El Gobierno de España, absorbido por la extrema izquierda, tiende a que seamos dependientes del Estado. El Gobierno de la nación se jacta de haber presentado las cuentas públicas que incluyen el mayor gasto social de la historia. Es vergonzoso. ¿Qué quiere Vox? ¿Qué quiero yo? No quiero una Andalucía de subvenciones, sino de esperanza y oportunidades. Que no tengamos que marcharnos fuera de nuestra tierra para ganarnos dignamente la vida. Los españoles quieren trabajar dignamente, no una paga de 450 euros al mes. Los sindicatos están al servicio del gobierno del Frente Popular. Desde las estructuras autonómicas se puede hacer frente al gobierno del Frente Popular. A Andalucía, por ejemplo, no le es indiferente perder Cataluña o el País Vasco.

-En el Sur juega un papel muy fuerte la religiosidad popular. ¿Cuál es su modelo de relación con la Iglesia y con movimientos como las hermandades? Andalucía es una región que si está vertebrada por algo es por la religiosidad popular.

-Nosotros en el Congreso de los Diputados nos hemos preocupado mucho por las hermandades en estos meses de lucha contra la pandemia. Vox tiene un respeto profundo por las tradiciones. En Huelva, antes de pisar el campo, me encomiendo a la Virgen del Rocío. Soy devota de la Macarena mucho antes de llegar a la política. A la Macarena me he encomendado, me he postrado y le he entregado mis lágrimas y mi esfuerzo cada vez que, por ejemplo, suspendía un examen de la oposición. Ahora le encomiendo todo mi esfuerzo y mi labor para que me guíe e inspire en el trabajo dirigido al bienestar de los ciudadanos.

-Le hago un comentario muy de la calle. Vox ha abierto el debate de las leyes marcadas por la ideología de género, ha encontrado un filón con la caza como reclamo electoral y defiende los toros sin complejos. Pero su enfoque sobre inmigración es demasiado agresivo y su concepto del Estado de las Autonomías son sus pies de barro.

-Nosotros luchamos contra etiquetas que nos demonizan y estigmatizan. Se ha llegado a infundir miedo en la ciudadanía. Recordemos la alerta antifascista que soltaba Pablo Iglesias. Como no se escuchaba nuestra voz a través de los medios hubo gente que la creyó. Por fortuna, los medios cada vez más cumplen con su función y nos dan voz como corresponde a la tercera fuerza política. Cuando se nos oye alto y claro muchos piensan lo que pensé yo: "Pero si los de Vox dicen lo que yo pienso. ¿Por qué les llaman machistas, racistas o misóginos?".

-¿Se ve negociando un presupuesto o el organigrama de la Junta con el consejero Elías Bendodo, por ejemplo?

-Espero que la confianza de los andaluces no lo haga necesario. Quiero ser muy clara. No me cabe la menor duda de que el señor Bendodo con quien va a negociar tanto el organigrama de la Junta como los siguientes presupuestos, si puede elegir, es con el PSOE. Participan de un mismo ADN. Se sienten cómodos en habitaciones oscuras para hacer lo que han venido haciendo. Con Vox no se sienten cómodos. Nosotros ponemos focos sobre la oscuridad.

"Es lamentable que se haya apagado la voz de Cayetana en el Congreso de los Diputados"

-¿Podemos es hijo del 15-M y Vox un hijo tardío?

-No. Vox es la respuesta al hastío de los españoles ante una clase política que no sirve a la ciudadanía y solo se ha beneficiado a sí misma.

-¿Cuál es su vínculo con Andalucía?

-Soy Macarena de Granada, con eso está todo dicho.

-¿Le gusta Cayetana Álvarez de Toledo como política?

-La reconozco profundamente. Es lamentable que se haya apagado su voz en el Congreso de los Diputados. Cuando ella alzaba la voz, callaba todo el hemiciclo, sobre todo la bancada del Gobierno.

-¿Se leerá el nuevo libro de Rajoy?

-No. No me interesa en absoluto.

-¿Se sabe el Himno de Andalucía?

-Sí.

-¿Es desagradable la convivencia con compañeros de otros partido en los pasillos del Congreso de los Diputados?

-Me lo pregunta mucha gente. Nuestros discursos salen del corazón, por eso es imposible luego tomar una cerveza o un café y hablar en otros términos. Guardamos por supuesto el decoro y la cortesía parlamentarios, pero no hay contubernios ni conchaveos.

-¿Existe machismo en Vox? ¿Se ha sentido usted discriminada por ser mujer?

-Uf, por supuesto que no. Le está hablando la secretaria general y portavoz adjunto de la tercera fuerza política en el Congreso de los Diputados. Machismo en Vox como partido político no hay. Defendemos profundamente la igualdad entre los españoles, lo que incluye entre el hombre y la mujer. Vox no está exento del riesgo de tener manzanas podridas. La diferencia con el resto de los partidos es cómo reaccionamos ante esas manzanas podridas. Y la tolerancia es cero.

-¿A quién votaba antes de que existiera Vox?

-He tenido ofertas de dos partidos antes de Vox. Sólo Vox ha sido el movimiento con el que me he identificado. He votado muy distintas formaciones.

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