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Andalucía registra un segundo caso "sospechoso" de botulismo en Málaga

El consumo de tortillas precocinadas está en el origen del brote.

Sevilla/La Consejería de Salud acaba de registrar un segundo caso sospechoso de botulismo en Andalucía, también en la provincia de Málaga. Este caso se suma al del joven de 27 años, residente en la capital malagueña, que tiene los síntomas compatibles con la enfermedad, aunque el diagnóstico no ha sido confirmado en espera de posteriores pruebas.

Según han señalado fuentes del Servicio Andaluz de Salud, este segundo caso es el de una persona de 66 años, residente en Benalmádena, que presentó síntomas el pasado 14 de julio. No ha precisado ingreso hospitalario y las muestras recogidas han sido remitidas al Centro Nacional de Microbiología para su evaluación y puesta en marcha de los protocolos en caso de confirmarse. También han querido destacar "el fundamental trabajo de la Red de Vigilancia, dependiente de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, en la detección precoz del posible caso".

Durante el día de ayer, se confirmó que el infectado por botulismo en la Comunidad de Madrid en relación con el consumo de una tortilla de patatas envasada ha requerido tratamiento en UCI de un centro hospitalario aunque evoluciona favorablemente. El caso confirmado en la región corresponde a una persona de 49 años que consumió tortilla envasada entre el 19 de junio y el 5 de julio y que ha requerido tratamiento en una UCI, con evolución favorable.

La Dirección General de Salud Pública comunicó sus sospechas sobre este caso al Centro de Coordinación y Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad el pasado 14 de julio. Este caso se relaciona con el consumo de tortilla de patata envasada adquirida en la red comercial por el grupo empresarial Palacios Alimentación, que ha retirado de forma voluntaria y por precaución de los puntos de venta de la tortilla de patatas envasada fresca al plato producida en la fábrica de Mudrian, y de la paralización temporal de su fabricación.

Según ha informado el departamento que dirige José Miñones, hasta el momento se han confirmado ocho casos asociados al consumo de tortillas, cinco de ellos confirmados por laboratorio y dos probables. En todos los casos había antecedentes de haber consumido tortilla de patata precocinada, envasada y adquirida en diferentes supermercados de varias Comunidades Autónomas, con diferentes marcas.

Según la información facilitada desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en al menos cuatro de los casos la empresa que elabora las tortillas es la misma y el consumo de la tortilla por parte de los casos se produjo entre el 19 de junio y el 5 de julio. Los casos confirmados se corresponden con una mujer de 23 años y su padre de 61, que regresaron a Italia desde Valladolid el 1 de julio habiendo consumido la tortilla envasada el 30 de junio, y que iniciaron los síntomas el 1 y dos de este mes. Asimismo, también hay un hombre de 53 años afectado en Asturias, que está ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y evoluciona favorablemente, y un hombre de 48 años de edad que estuvo ingresado durante dos semanas en el Hospital de Ourense, 10 de ellos en la UCI, y que fue dado de alta este lunes.

Los casos probables han sido notificados por la Comunidad Valenciana y Andalucía, en dos personas de 49 y 27 años que iniciaron síntomas el 21 de junio, y 1 de julio respectivamente y con consumo entre el 19 de junio y el 30 de junio, a los que habría que añadir el último de los casos en estudio en las últimas horas.

El botulismo es una enfermedad grave pero relativamente infrecuente causada por toxinas producidas por Clostridium botulinum. Existen tres formas clínicas de botulismo: la forma clásica o botulismo transmitido por alimentos, el botulismo intestinal y el botulismo por heridas. Todos ellos dan lugar a parálisis flácida por la acción de la neurotoxina botulínica en la unión neuromuscular. El Ministerio de Sanidad ha recordado que casi todos los casos esporádicos y brotes tienen relación con productos alimentarios preparados o conservados por métodos que no destruyen las esporas y permiten la formación de toxina, habitualmente conservas caseras.

Los síntomas del botulismo se inician de forma aguda tras un período de incubación habitual de 12-36 horas, aunque a veces puede llegar a ser de varios días y hasta 1 semana tras la ingesta del alimento. Cuanto más corto es el periodo de incubación más grave es la enfermedad y mayorla letalidad. La clínica consiste en una neuropatía bilateral asociada a una parálisis o debilidad simétrica descendente flácida producida por la acción de la neurotoxina botulínica.

En el botulismo transmitido por alimentos, aunque la persona puede presentar síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea, los síntomas iniciales son una marcada astenia, debilidad y vértigo seguidos de visión borrosa, boca seca, dificultad para tragar y para hablar como consecuencia de la afectación por la toxina de los pares craneales. La parálisis de los músculos respiratorios puede requerir la instauración de ventilación mecánica. La mayoría de los casos se recuperan si son diagnosticados y tratados precozmente.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria va a introducir una alerta en el Sistema Rápido de Información mediante el cual se transmita a todas las comunidades autónomas la lista de distribución de todos los productos y en los próximos días se va a proceder a su retirada del mercado.

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